Socialistas y populares entran en la enésima guerra del agua por el trasvase Tajo-Segura
La escasez de recursos hídricos, agravada por los efectos del cambio climático, agita una batalla política recurrente entre las comunidades autónomas que sufren la sequía. Mientras los expertos apuntan a alternativas como la reconversión agrícola y se debate sobre el uso de las desaladoras, la batalla en los partidos se libra en los términos del corto plazo. Para la derecha valenciana, cada pronunciamiento sobre el trasvase Tajo-Segura es una oportunidad para enaltecer el discurso del agravio y del maltrato a la comunidad autónoma, mientras que los socialistas valencianos se mueven a la defensiva.
El anuncio esta semana del Plan Hidrológico del Tajo, que prevé un aumento de los caudales ecológicos mínimos y pone freno al trasvase, ha sido la enésima oportunidad para agitar esta guerra. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba esta semana la creación de un comité de expertos que evalúe jurídicamente la situación, azotado por las críticas del presidente del PP valenciano, Carlos Mazón. Los populares afirman que “no hay ninguna razón de solidaridad, medioambiental, hídrica, social, económica o de vertebración que justifique la eliminación del trasvase” y aseguran que van a “dar la batalla” en todo el país. Los populares se alimentan del rechazo de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a los trasvases y vaticinan la muerte del sector agrícola si se reduce el agua del Tajo hacia las comarcas sur del País Valenciano.
El martes hay convocada una protesta frente a la Delegación del Gobierno en Alicante a la que los populares han hecho un llamamiento masivo. La derecha aspira a una gran concentración con uno de sus temas fetiche: la guerra del agua. Mazón y sus alcaldes quieren sacar músculo y posicionarse junto al sector agrícola en uno de sus feudos de votantes. Los gobiernos autonómicos del PP han anunciado recursos judiciales, a través de la vía contenciosa, para frenar la medida de Transición Ecológica.
El incremento de la presión del PP, que encuentra en el discurso del agua uno de sus pilares discursivos desde hace décadas, obliga a los socialistas a incrementar sus movimientos en la Vega Baja. Durante todo el fin de semana el PSPV ha programado actos en las comarcas del sur y ha intensificado su discurso, asegurando que defenderá el reparto de recursos hídricos. El responsable del PSPV en Alicante, Alejandro Soler, y el secretario de Agricultura, Roger Llanes, han defendido este viernes que el partido participará en la movilización del martes y exigirá al Gobierno central un cambio de posición. “No vamos a renunciar de ninguna manera al suministro de agua y vamos a hacer todo lo que sea necesario para que la propuesta del ministerio no se acabe ejecutando”, ha reiterado Soler, quien ha insistido en que “todas las grandes inversiones en materia hídrica que se han producido en la provincia de Alicante han venido siempre de la mano de gobiernos socialistas”. Por su parte, Llanes ha remarcado que “la propuesta que ha puesto el ministerio sobre la mesa no tiene ninguna justificación, ni técnica ni ecológica” por lo que, ha añadido: “Pedimos al Gobierno que mantenga las condiciones actuales del trasvase, tenemos claro que hay que tener agua para siempre y en todo caso la misma cantidad de agua al mismo precio”.
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