Gobierno, patronal y sindicatos ultiman un pacto para prolongar los ERTE con la intención de aprobarlo la próxima semana
El acuerdo para el mantenimiento de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) más allá del 30 de junio está “cerca”, afirman fuentes de la negociación colectiva a eldiario.es. La idea es que el pacto pueda aprobarse “la semana que viene” en Consejo de Ministros para dar seguridad a empresas y trabajadores. Aunque se están ultimando los detalles y aún hay cuestiones que negociar, se impone la idea de ampliar los ERTE por el momento otros tres meses más, hasta el 30 de septiembre, y mantener el compromiso de que se respaldará la medida laboral durante más tiempo para los sectores y actividades que necesiten prorrogar este instrumento después del verano.
El Ejecutivo se ha reunido este miércoles con los sindicatos y la patronal en la comisión tripartita sobre el futuro de los ERTE. Aunque la cita ha terminado sin un documento consensuado entre las partes, fuentes del diálogo social ven posible alcanzar el acuerdo en los próximos días, para poder aprobar el nuevo pacto el próximo martes en Consejo de Ministros o en uno consejo extraordinario la semana que viene.
La intención es no apurar hasta el último minuto de caducidad de la medida, para “dar certidumbre a las empresas y los trabajadores afectados por un ERTE”. Las compañías y los empleados están pendientes de qué ocurre con la exoneración de cuotas a la Seguridad Social de los empleados incluidos en un ERTE y de las prestaciones por desempleo más garantistas que reciben los afectados, cuyas condiciones actuales caducan al terminar este mes.
El líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, pedía que el acuerdo se alcanzara antes del lunes 15 de junio, precisamente para tranquilizar a empresas y empleados, pero parece que la solución tardará un poco más en aprobarse formalmente.
La ampliación que se impone es la del 30 de septiembre, como propuso el Ministerio de Trabajo, frente al 30 de diciembre que exigían las patronales de empresarios. La idea no es rechazar que haya ERTE que puedan extenderse más allá del verano, explican a este medio fuentes de la negociación colectiva, sino fijar por el momento este nuevo horizonte de tres meses más, para que sea la comisión tripartita con los empresarios y sindicatos la que evalúe cómo mantener los ERTE y en qué sectores a partir de entonces.
En este tiempo habrá que ver cómo evoluciona la economía en verano y si se da o no un rebrote de la pandemia en otoño, circunstancias que habrá que tener en cuenta en la configuración de esta medida laboral. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se posicionó públicamente a favor de extender los ERTE hasta final de año en algunos sectores, en una entrevista la semana pasada en RNE.
Una cuestión clave es qué apoyo mantiene el Estado en la extensión de los ERTE. En la propuesta de Trabajo de la semana pasada, se apostaba por mantener las ventajas en la prestación de desempleo de las personas incluidas en expedientes. Es decir, el contador a cero, para que estos meses no descuenten el derecho generado de desempleo para el futuro, y el acceso a la prestación de desempleo de todos los trabajadores en ERTE aunque no hubieran cotizado el mínimo para ello. En cambio, la propuesta no determinaba por escrito qué exoneraciones mantendrían las empresas.
Los sindicatos y las patronales mayoritarias han insistido en la necesidad de seguir apoyando este instrumento, que ha sostenido hasta 3,4 millones de empleos, y que en opinión de los agentes sociales y el Gobierno han evitado una gran destrucción de puestos de trabajo. Por ahora, los representantes de empresarios y trabajadores advierten de que reducir el apoyo de las arcas públicas a estas medidas, cuando aún no se ha recuperado la actividad en muchos ámbitos, puede abocar a algunas compañías al cierre y a sus empleados, al paro.
En junio se está acelerando la salida de trabajadores de ERTE. Si al terminar mayo el balance que facilitó la Seguridad Social era de unos 400.000 empleados que habían salido de ERTE, este miércoles el ministro José Luis Escrivá afirmaba que el número había alcanzado las 700.000 personas. Es decir, que en algo más de una semana de junio salieron de la medida otros 300.000 trabajadores.
Los empresarios han reclamado, además de mantener los ERTE hasta diciembre, que se amplíe la “flexibilidad” de los expedientes. Por ejemplo, Antonio Garamendi apuesta por que se pueda sacar temporalmente de los expedientes a trabajadores para atender pedidos puntuales y que se permita rotar a los trabajadores a los que se desvincule de estos expedientes. “Que si un hotel tiene 20 recepcionistas y solo tres puedan trabajar, tiene poco sentido que sean los mismos sino que se puedan ir rotando”, afirmó este martes.
En UGT, el secretario de política sindical, Gonzalo Pino, se ha manifestado en contra de esta opción, que denomina “ERTE acordeón” y que considera que deja a los trabajadores “a disposición de los empresarios: ahora te cojo, ahora te saco”, algo que, por el momento, no permite la legislación.
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