La inflación se dispara en Alemania al 5,2 %, nivel máximo desde junio de 1992

Berlín, 10 dic (EFE).- La inflación interanual en Alemania se disparó en noviembre hasta el 5,2 %, su máximo nivel desde junio de 1992, cuando alcanzó el 5,8 %, informó la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que confirma así los datos provisionales difundidos el pasado día 29.

Ya en octubre el índice de precios al consumo (IPC) había repuntado un 4,5 %.

“De esta manera, la inflación ha subido por sexto mes consecutivo y en noviembre alcanzó el nivel hasta ahora más alto de 2021”, señaló Georg Thiel, presidente de Destatis y agregó que para encontrar una tasa aún mayor hay que ir casi 30 años atrás, a junio de 1992.

En tanto, respecto a octubre, la tasa de inflación cayó un 0,2 %.

La elevada inflación en el segundo semestre de 2021 tiene diversos motivos, entre ellos efectos de base por los bajos precios del año pasado.

La rebaja temporal del IVA entre julio y diciembre del año pasado y en particular los bajos precios de los derivados del petróleo, que en noviembre de 2020 alcanzaron mínimos, se ven reflejados ahora en la inflación.

A estos efectos de base temporales se suman cada vez más otros, derivados de la crisis, como problemas en la cadena de suministros y el aumento notable de precios en las escalas intermedias de producción.

Los bienes en general se encarecieron en su conjunto con un 7,9 % interanual por encima de la media, sobre todo los precios de los productos energéticos, que con el 22,1 % se situaron notablemente por encima de la tasa de inflación.

La inflación relativa a la energía subió así por quinto mes consecutivo, tras un encarecimiento en octubre el 18,6 %.

El gasóleo para calefacción se encareció un 101,9 % en términos interanuales y los carburantes, un 43,2 %, aunque también subieron los precios del gas natural -un 9,6 %- y la electricidad -un 3,1 %-.

Contribuyeron a este aumento no solo los efectos de base por los bajos precios energéticos de hace un año, sino también la tarificación del carbono introducida a principios de año.

Los precios de los alimentos subieron un 4,5 % interanual, en particular las grasas y aceites -un 11,9 %- y los productos lácteos y los huevos -un 6,4 %-.

Los bienes fungibles se encarecieron en su conjunto un 9,9 %, al igual que los bienes de consumo duradero -un 4,3 %-, entre ellos los vehículos -un 7,7 %- y los muebles y lámparas -un 5,3 %-.

El aumento de los precios energéticos y de los alimentos influyó notablemente en el IPC: así, sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en noviembre en el 3,4 %, y sin tener en cuenta la energía y los alimentos, en el 3,3 %.

Los servicios se encarecieron en noviembre un 2,9 %, entre los que el arrendamiento de viviendas se incrementó un 1,4 %.

Las tarifas de telecomunicación subieron con un 1,5 % solo moderadamente, mientras que el encarecimiento de otros servicios fue mayor, como el mantenimiento y reparación de vehículos -un 5,8 %- y los precios de instituciones sociales -un 4,7 %-.

El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en noviembre un 6 % en términos interanuales y un 0,3 % respecto al mes anterior.