Elantxobe, Vitoria, Donostia, Bilbao y ahora Zarautz: la basura vuelve a aparecer a montones tras las fiestas
Dos meses después de que tuvieran que retirar casi diez toneladas de residuos flotantes, la mayoría plásticos, en el puerto de la localidad vizcaína de Elantxobe como consecuencia de las fiestas de las Magdalenas, la playa de Zarautz, esta vez en Gipuzkoa, ha amanecido repleta de residuos tras las fiestas de 'Euskal Jaiak', celebradas este fin de semana. En el malecón del municipio, lugar rodeado de bares, suele ser habitual que cientos de personas se reúnan para hacer 'botellón' cerca del mar. Su resultado, una estampa a la mañana siguiente repleta de botellas de vidrio y de plástico, vasos y bolsas en la arena de la playa.
El grupo ecologista Eguzki ha denunciado lo ocurrido a través de sus redes sociales con un mensaje en el que se cuestionan si esos 'rastros' de fiesta han sido arrastrados por el mar. “¿Cuánto se habrá llevado la marea hacia dentro? ¿Cuándo aprenderán los participantes? ¿Había suficientes basuras para echar los residuos?”, se han preguntado.
Preguntados por esta situación y si suele ser habitual ver imágenes como esta en la playa de Zarautz, desde la asociación Eguzki confirman a elDiario.es que más allá de las redes sociales suelen denunciar situaciones como esta a través de escritos al Ayuntamiento. “'El mar empieza aquí' es mucho más que un eslogan”, critican con ironía.
Tras los 'txupinazos' de las fiestas de las capitales vascas, grandes dispositivos de limpieza fueron activados para limpiar en tiempo récord los residuos generados, principalmente por bebidas alcohólicas y refrescos. En el caso de las 'Blancas', 70 operarios además de cuatro barredoras grandes, dos barredoras pequeñas, una 'bolcat' y tres recolectores limpiaron la plaza de la Virgen Blanca en media hora después de la bajada de Celedón. En el caso de Aste Nagusia, en Bilbao, pese a que las autoridades hicieran un llamamiento específico para reducir los residuos tratando de evitar los lanzamientos de harina o huevos, la petición no fue casi respetada. En total se requirió el trabajo de treinta operarios apoyados por una docena vehículos para adecentar el entorno del Teatro Arriaga tras el pregón. Además, otro equipo especial con veinte máquinas y treinta y cinco trabajadores más limpiaron la Gran Vía y el resto de calles del centro de la ciudad. De 600 personas que componen la plantilla de la contrata local de limpieza, 260 se dedicaron en exclusiva a los refuerzos para Aste Nagusia.
En Donostia, desde el Ayuntamiento anunciaron que este se recogieron 139.570 kilos de residuos en el conjunto de los recintos festivos, recalcando que se trató de una cantidad inferior a la de 2019, año en la que el total ascendió a 171.550 kilos. La Semana Grande donostiarra contó con un dispositivo especial de 98 operarios en los diferentes turnos y recintos, ayudados de 8 cisternas baldeadoras, 14 barredoras aspiradoras, 2 furgones hidrolimpiadores, 15 vehículos ligeros y 6 furgonetas de inspección de servicio.
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