Carrera Tres Parques: Camilo Santiago encuentra sucesor en un paisano
El último año y medio ha traído muchos cambios en la programación de los deportistas. Sus pruebas han sufrido retrasos, cancelaciones de última hora o se han celebrado con un formato modificado. Esta situación ha ascendido al estrellato a una palabras que se ha convertido en tendencia en los últimos tiempos: Resiliencia.
Resiliencia es la capacidad de sobreponerse a obstáculos inesperados y bajo su manto han crecido corredores nuevos en estos tiempos, a los que no les ha importado machacarse sin saber lo que vendría por delante. Paliza tras paliza, a ciegas. El futuro puede darse de una u otra manera pero a ellos les pillará preparados.
Carlos Velilla ha demostrado ser de ese tipo de deportistas. Albeldense de 41 años y amigo del atleta internacional Camilo Santiago, con el que comparte afición, ha sido capaz de mantener la ilusión en un ambiente gris, que ha frenado a muchos atletas incluso de gran nivel, incapaces de mantener su motivación para entrenar con la incertidumbre de los últimos meses.
Por su parte Camilo, su compañero de cuadrilla y gran estrella del atletismo riojano en los últimos años ya ha vuelto a la competición tras la suspensión de su sanción por suplantar presuntamente la identidad de un atleta en la Maratón de Leipzig. Sin embargo, el internacional español no parece tener entre sus planes competir en nuestra Comunidad en un futuro próximo e incluso se ha enrolado en un equipo zaragozano, ciudad donde reside.
Sin embargo, el hambre competitiva que siempre ha demostrado en las carreras riojanas sigue en el aire. Ahora, Carlos Velilla, la representa a capa y espada y con su ilusión por armadura salió a comerse el mundo en la Carrera Tres Parques, una prueba dónde ha triunfado varias veces su amigo y que ha vivido una doble transición en su XVIII Edición: Ha estrenado organizadores (Maratón Rioja) y ha servido como despedida a las restricciones del Nivel 2.
En este sentido Jorge Maza, del club organizador y Rubén Antoñanzas, concejal de deportes del Ayuntamiento de Logroño se manifestaban tristes por no poder celebrar la prueba con total normalidad. Los deportistas han salido divididos en tandas de 25 participantes en todas las carreras celebradas (10km, 5km y Carrera Familiar) como obliga la legalidad vigente hasta ahora y con el Centro Comercial Berceo y el Parque del Iregua como telón de fondo.
Vencedores accidentados
En la prueba de 10km, Sergio Tejada (CataNatura Lavoplus) lideraba la prueba desde el inicio pero con un margen siempre estrecho sobre el mencionado Velilla que le podía hacer pasar apuros en la parte final. Y vaya si los tuvo. El logroñés fue mal dirigido en un cruce a sólo 150metros de meta que casi evapora por completo su renta sobre Velilla. Al final Tejada consiguió retomar el itinerario original y acabó venciendo por sólo 15 segundos, con Rubén Pérez en tercera posición.
Igualmente accidentada y más emocionante si cabe fue la carrera de 5km con una lucha a tres entre Carlos Arnedo (Rioja Triatlón), Javier Terroba (AF Lardero) y Raúl López (Maratón Rioja). Todos ellos coincidieron en la misma tanda lo que elevó el espectaculo
La pelea pudo terminar antes de tiempo para López Negueruela, quién sufrió una caída en el último kilómetro. Sin embargo, el experimentado corredor (52años), que viene de quedar cuarto en el Nacional de Veteranos se repuso para acabar superando a Terroba al sprint y erigirse como uno de los campeones con más primaveras en su DNI que las carreras riojanas recuerden.
La constancia repartió también los títulos en las categorías femeninas. En la prueba femenina de 10km Isabel De La Hera, que había quedado segunda en la última edición ascendió en esta ocasión a lo más alto del podium, secundada por Raquel Minguez y Susana Ansoleaga (Maratón Rioja).
Y en los 5km exhibición de Susana Arrua, una de las corredoras que más victorias y kilómetros de entrenamiento acumula en nuestra región. Arrua triunfó por delante de Benita Breiter y Ghizman Qasmin, corredoras que ella misma entrena y parecen haber elegido un buen espejo dónde mirarse a la vista de sus ascendentes resultados.
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