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Cocidito madrileño
En Madrid todo está en venta. Hasta el nombre de las estaciones de Metro, como ocurrió con la de Sol hace unos años patrocinada por una compañía de telefonía móvil, en una de sus muchas campañas publicitarias polémicas. Estos días el suburbano madrileño está probando una nueva forma de explotación publicitaria, que consiste en eliminar todas las referencias a la línea 1 de la parada de Bilbao y sustituirlas por el número de un modelo de vaqueros.
El resultado es un andén lleno de referencias a la línea 501 -hemos contado más de cincuenta- a través de vinilados de toda la cartelería, puestos encima de los anteriores rótulos de la línea 1, la más antigua de Metro. También en la zona baja de los andenes, pegados a las vías. Y en los accesos exteriores.
La primera imagen de esta acción llegaba a Twitter por Álvaro, un viajero extrañado de que el suburbano llenara el andén de información confusa sobre el número de la línea azul.
Las dudas sobre la pertinencia de la campaña llegaban desde muchos sitios. La mayoría haciendo alusión al empeoramiento de la usabilidad con este vinilado:
“De las peores campañas publicitarias que he visto. Ociosa, aburrida, confusa, induce al error y no te dice nada de la marca. ¿Quién fue el enchufado al que se le ocurrió eso?”, se quejaba Irving. La percepción positiva de la marca era puesta en duda por más personas:
Otros retornaban a los tiempos más oscuros del mercantilismo de Metro:
Y alguno veía referencias más allá de la publicidad. Concretamente de Star Wars y su Legión 501:
La campaña ha escalado incluso a la política. La concejala Marta Higueras (Grupo Mixto) advertía que este tipo de anuncios “no es solo una campaña de publicidad”.
No es la primera vez que esta marca de vaqueros protagoniza una campaña polémica en Madrid. Ya lo hizo hace justo un año, cuando varios artistas pintaron las paradas de autobús en el paseo de Recoletos y obligaron a los viajeros a salir del cubo de metacrilato para comprobar si su bus llegaba. Eran días lluviosos, por lo que además los viajeros se mojaban cada vez que se asomaban.
La última palabra en este post se la dejamos a Fernando de Córdoba (alias @gamusino), experto en estrategias de marcas, contenidos y narrativas, además de gran conocedor del trasporte público madrileño y su señalética. “El límite para mí es la usabilidad del sistema”,-dice sobre la polémica para concluir, después de varios tuits: “Esto es una cagada y debería retirarse”.
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