Muere María Eugenia Fernández, veterana vocal vecina y alma del PP de Chamberí

Este miércoles vecinos y políticos de Chamberí lloraron la muerte de María Eugenia Fernández Franco, una de sus actuales vocales en la Junta de Distrito y activista en la política madrileña desde hacía décadas. María Eugenia falleció a los 78 años víctima del coronavirus, enfermedad contra la que combatió desde el Hospital Clínico San Carlos y que se acabó cobrando su vida en medio de la gran epidemia que azota la región.

“Un ejemplo de lucha y amor a Chamberí, Madrid y España”, escribía sobre ella el presidente del PP en este distrito, Jaime González Taboada, quien daba la noticia en Twitter, red social en la que se acumularon los pésames. Sus compañeros de partido coinciden en que era “el alma del PP de Chamberí”, al que mostró una gran dedicación en su sede, en las calles y durante cuatro legislaturas como vocal vecina, “comprometida con ayudar siempre a quienes más lo necesitaban”, decía de ella el concejal presidente del distrito, Javier Ramírez. “Una mujer valiente, al servicio de sus vecinos”, escribía el exconcejal y ahora diputado de la Asamblea de Madrid, Pedro Corral. “Dios la acoja en su seno y se prepare, porque era todo genio”, advertía.

Para ver el valor que tenía en la política de Chamberí María Eugenia hay que observar lo que dicen de ella sus compañeros de siglas, pero también las palabras que le dedican desde las filas del resto de partidos: “Una persona dialogante, sincera, amigable, conciliadora... hemos perdido una gran mujer y una vecina extraordinaria”, explicaba Concha Torralba, vocal vecina de Más Madrid, palabras a las que se unían los concejales de su partido Esther Gómez y Jorge García Castaño. Desde el PSOE la edil Mar Espinar la definía como una “vecina comprometida” y el diputado regional Diego Torrijos valoraba su amistad. “Todos la recordaremos con inmenso cariño”, añadían desde la agrupación de Ciudadanos Chamberí.

“Estamos impresionados por todas las muestras de cariño hacia su persona que estamos recibiendo”, escribía en su recuerdo Francisco Calleja, su sobrino y ahijado. Ñeñi -como la conocían en la familia- se va dejando una honda huella en el distrito. “Era una persona muy querida por todos por su enorme corazón. Le vamos a echar muchísimo de menos”, añadía Francisco.