Control policial, menos botellón y mucho ruido en la Plaza Mayor de Madrid durante la avalancha hooligan
Las autoridades habían prometido controlar mejor los desmanes de aficionados ingleses en su visita a Madrid esta semana y, durante la primera jornada de peligro, parece que lo cumplieron. El gran despliegue policial desarrollado este martes en el centro de la capital sirvió para contener a las aficiones de Chelsea y Manchester City y evitar las imágenes de botellones masivos o disturbios generalizados que se habían hecho habituales cada vez que un equipo inglés visitaba la capital.
A lo largo de la jornada solo se produjo un incidente reseñable, el de un intento de pelea entre hooligans de ambos equipos, que se encontraban en las terrazas de la Plaza Mayor bebiendo. Poco antes de las 19.00 horas y después de entonar varios cánticos en contra del equipo contrario, un aficionado del Chelsea le pegó un puñetazo a un hincha del City y desató un pequeño tumulto, informa Efe.
Aprovechando el tumulto provocado por la primera agresión, ambos grupos de hinchas se lanzaron vasos, algunos de cristal, y otros objetos, que le provocaron una herida en la pierna a un aficionado. Pero el blindaje de la Plaza Mayor permitió una rápida actuación de los agentes de la Policía Nacional y la Policía Municipal, que controlaron con cargas a los aficionados ingleses y los situaron en dos puntos alejados en los bajos de la plaza.
Después de asegurar la zona, en la que se encontraban otros aficionados, curiosos y turistas que visitan la capital en Semana Santa, los agentes han desalojado a las dos hinchadas por dos salidas de la Plaza Mayor distintas. La única persona herida en el incidente fue atendida de inmediato por sanitarios de Samur-Protección Civil.
Pese a que se preveían incidentes de este tipo, el Ayuntamiento de Madrid no limitó -como pedían los vecinos- los horarios de funcionamiento de las terrazas de la Plaza Mayor, donde los aficionados se suelen reunir y acaban provocando incidentes como los de este martes. Pese a ello, algunos negocios prefirieron recoger sus veladores para evitar problemas, como fue el caso del Hotel Pestana. Un gesto que fue agradecido por la asociación de residentes de la zona.
Lo que sí que hubo este martes y no cambió con respecto a otras fechas fue el ruido de los cánticos de los aficionados ingleses, que lanzaron durante la noche y que no se extendieron demasiado gracias a que no había mucho que celebrar: el primero de los partidos en disputa acabó del lado del Real Madrid, con los aficionados del Chelsea con la cabeza baja después de haber ido ganando la eliminatoria durante una buena parte del encuentro.
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