“El Patio se queda, Botella se va”
Como era de esperar, al desalojo matutino del CSO Patio Mavillas de la que ha sido su casa durante los últimos cinco años, el número 21 de la calle del Pez, le sucedió una nueva 'okupación'. Esta puso punto y final a la exitosa concentración de apoyo al proyecto del Patio que se convocó a las 19 horas en la plaza del Dos de Mayo.
El nuevo Patio vive ahora en el edificio del número 9 de la calle Divino Pastor, que se tomó al grito de “El Patio se queda, Botella se va”. Se trata de un edificio vendido hace poco más de un año por el Ayuntamiento a un fondo de inversión, que desde entonces lo mantiene sin darle uso alguno, según han explicado portavoces de la Asamblea del Patio. El inmueble cuenta con 2.001 metros cuadrados de superficie repartidos en cinco plantas y anteriormente perteneció al Área de Medio Ambiente. Era de titularidad municipal desde el año 1968 pero Ana Botella decidió desprenderse de él dentro del plan de ajuste de marzo de 2012 que puso en marcha medidas para reducir el gasto en bienes corrientes y servicios, con la intención de mantener la estabilidad presupuestaria.
Declaración de intenciones
Declaración de intenciones
“Vamos a iniciar conversaciones con los actuales propietarios para garantizar nuestra estabilidad en el nuevo edificio”, se dijo en el comunicado leído por una portavoz del Patio a la puerta de edificio recién conquistado. “Asimismo iniciaremos contactos con los nuevos grupos municipales para que reconozcan al Patio como una infraestructura de la ciudad. Queremos elaborar junto con otros espacios un estatuto de los espacios sociales”.
Tras la toma del nuevo edificio, la Policía trató de desalojar de inmediato el espacio, algo que impidió la gran cantidad de personas que rápidamente se arremolinó en torno al número 9 de la calle Divino Pastor y que recibieron a los agentes con las manos en alto. Desde El Patio se pidió que aquellos que quisieran ayudar a consolidar la okupación permanecieran por la noche en la puerta del nuevo Patio y así sucedió durante largas horas, en las cuales centenares de personas quedaron dentro del cordón policial que la policía estableció. La gente podía salir pero no se permitía entrar a la calle a nadie, en lo que parecía ser una estrategia de desgaste.
Finalmente, la nueva okupación ha pasado el difícil trance de la primera noche y miembros de El Patio han anunciado que a partir de hoy podrá visitarse el edificio, para cuyo acondicionamiento necesitarán ayuda.
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