Las ocho Maravillas de Malasaña, premiadas en las fiestas patronales del barrio
Cada 2 de febrero, desde hace ya muchos años, el tesón de Maruja, la abuela Maravillas -ayudada por su hija Rosa- pone en pie un día de celebración dedicado a la parte del barrio más tradicional, aquella que lleva muchos años sosteniendo la argamasa de Malasaña pero que pocas veces aparece en las revistas de tendencias.
Se trata de la Fiesta de las Maravillas, jornada dedicada a la patrona del barrio, la Virgen de las Maravillas, que dio nombre popular a la zona durante décadas y cuya denominación ha ido perdiendo fuerza en favor del de Malasaña (aunque, en realidad, no se llama oficialmente de ninguna de esas dos formas, sino que el Ayuntamiento la denomina barrio de Universidad).
A día de hoy, la celebración de las Maravillas consiste en el reparto de churros y chocolate caliente a la salida del colegio Pi i Margall, con producto que regala desinteresadamente la marca Valor y churros (800 ayer) que compra Maruja tras recolectar dinero entre los comerciantes. Además, desde hace un tiempo, una de las asociaciones de comerciantes de Malasaña, la Asociación de Comerciantes del Barrio de Maravillas, entrega una serie de diplomas a comercios de toda la vida y a algunos vecinos, para reconocer su labor y dedicación a la comunidad. A este reconocimiento, celebrado ayer en el restaurante Slow Mex (calle San Vicente), se ha sumado también este año la otra asociación de comerciantes, Vive Malasaña, y representantes de la Asociación de Hosteleros Malasaña, mostrando de este modo la unidad que reina en estos momentos en el sector comercial del barrio, la cual puede llevar a la fusión de las dos primeras asociaciones citadas.
En ese acto de reconocimiento, en el que los distintos premiados hicieros, sobre todo, una firme defensa del comercio tradicional y de la gran importancia que éste tiene para cualquier barrio, también se produjo el acto simbólico de la entrega del bastón de mando -una cachaba de madera- de la abuela Maravillas a Lucía Lois, vocal vecina de Malasaña. Fue entonces cuando la octogenaria Maruja defendió la importancia de la mujer en la sociedad y la necesidad de que las nuevas generaciones tomen el relevo de los mayores como ella, que tanto han luchado por el bien barrio, sin importar los colores políticos de cada cual.
La jornada festiva de ayer se cerró con un concierto gratuito de El Mecánico del Swing, que tuvo lugar en la Sala Maravillas.
Hoy, la celebración se prolonga con la proyección gratuita de la película 'Como agua para el chocolate', a las 19:30 horas, en Slow Mex. A continuación, habrá un debate abierto sobre el tema 'Alimentación y afectos'.
Estos fueron los galardonados en 2016
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