Las puertas de Metro de Madrid ya no se abren solas: por el fin de la pandemia y por razones climáticas
La pandemia lo cambió todo. Con la llegada del coronavirus, los servicios públicos tuvieron que adaptarse a las nuevas circunstancias para evitar la expansión de contagios.
Cualquier gesto mínimo podía ayudar a evitar el aumento de casos, sobre todo, en espacios en los que se congregaba mucha gente diariamente. Este es el caso del Metro de Madrid, que desde el inicio de la pandemia tuvo que adaptar sus protocolos y funcionamiento para proporcionar un trayecto seguro a todos los usuarios.
Además del uso obligatorio de mascarilla, la delimitación de distancias de seguridad o la instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico, comunes en todos los servicios públicos, el suburbano aplicó otras medidas como la ventilación de los trenes o la apertura automática de puertas. Con esta última, se pretendía que el contacto de los usuarios con el entorno fuese mínimo y que, además, con cada parada del recorrido se renovase el aire del tren.
Desde hace casi tres años no era necesario pulsar el botón de las puertas para salir ni para entrar. Sin embargo, hace unas semanas, los usuarios del Metro de Madrid se percataron de que las puertas ya no se abrían de forma automática como este tiempo atrás y dejaron ver su asombro al respecto en redes sociales.
“No en todos los trenes hay que pulsar el botón, pero en la mayoría sí, un paso más para volver a la normalidad”, publicaba el usuario de TikTok @trenecitos_madrid.
Este cambio forma parte del fin de la pandemia. Al igual que en febrero se eliminó la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el transporte público debido al claro descenso de casos de COVID-19, a principios de mayo se dio por finalizada la emergencia internacional por coronavirus, y con ello, la desaparición de las medidas de seguridad que todavía quedaban vigentes.
Por esta razón, las puertas del suburbano ya no se abren solas. “Una vez terminada la alerta sanitaria, Metro ha puesto en marcha esta medida para mejorar la climatización de los trenes, es decir, para mejorar la conservación de las temperaturas en el interior y hacerlo de una manera más eficiente”, indican desde Metro de Madrid.
Este cambio, además de significar la vuelta a la normalidad, permitirá mantener la refrigeración del suburbano de una forma más óptima, ya que solo se abrirán las puertas por las que vayan a entrar o salir personas y el resto permanecerán cerradas.
Resuelta la incógnita, se abre el debate: mientras algunos usuarios celebran la decisión, otros abogan por mantener la automatización. Los que se niegan a que desaparezca este mecanismo, denuncian que el Metro de Madrid no se haya hecho eco de este cambio, lo que ha provocado más de un despiste.
Los primeros días con el nuevo mecanismo en marcha han dejado varias anécdotas. Algún que otro usuario no ha llegado a bajar en su parada esperando a que se abrieran solas las puertas, los más ansiosos aseguran que nunca habían dejado de pulsar para salir y no eran conscientes hasta ahora de que no había que hacer nada para abandonar el vagón.
Las reacciones han sido muy variadas, incluso, más de uno se plantea dejar de usar el Metro: “¿Que en el metro de Madrid hay que darle de nuevo al botón para abrir la puerta? Me niego, en septiembre me vuelvo usuario habitual de la EMT”. A los madrileños no les queda otra que adaptarse al cambio, ya que, por el momento, no plantean modificarlo.
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