Seis claves que explican la victoria absoluta de Almeida en Madrid y la derrota de las izquierdas
José Luis Martínez-Almeida se erigió como el gran vencedor en la noche electoral del 28-M en las municipales de Madrid, al asegurarse la reelección como alcalde para los próximos cuatro años con el premio extra de la mayoría absoluta para su formación política.
La victoria se fraguó en un cúmulo de circunstancias que hicieron pasar al PP de uno de los peores resultados de su historia, cosechado por el mismo candidato en 2019, a otro que supone la vuelta a las mayorías absolutas de Gallardón y Álvarez del Manzano, algo que con el fin del periodo bipartidista parecía imposible de conseguir.
Analizamos con datos y gráficos el triunfo electoral del Partido Popular en Madrid, que se basó en una mayor participación pero que se combinó también con una caída notable en la capacidad de la izquierda de atraer votantes a las urnas.
1. La derecha de Madrid moviliza a más votantes, la izquierda a menos
El techo electoral de la izquierda en la capital llegó en 2015, cuando la suma de sus tres partidos (Ahora Madrid, PSOE e IU) alcanzó los 796.658 votantes. Entonces consiguió superar al PP de Esperanza Aguirre y la suma del primer Ciudadanos de Villacís (780.453), gracias a lo que una alcaldesa progresista alcanzó el bastón de mando en Cibeles por vez primera.
No ha vuelto a suceder, porque desde aquella fecha cada vez que se abren las urnas la derecha logra movilizar a más votantes y la izquierda a menos. Pasó en 2019, cuando la suma progresista se quedó en 770.871 sufragios y la conservadora alcanzó los 832.849. Y se ha incrementado más aún en 2023.
El tirón de Almeida y la ligera subida de Vox marcan un nuevo techo electoral para la derecha en los últimos años: 925.470 votantes. Y la debacle de la izquierda establece su nuevo suelo: 667.643 papeletas fueron el domingo para Más Madrid, PSOE y Podemos-IU.
2. El voto de derechas aumentó en todos los distritos
La discusión en clave nacional y la coincidencia de las municipales con las elecciones regionales favoreció una mayor movilización del bloque de la derecha, algo que reunió los citados 925.470 apoyos en la capital.
Por distritos, el aumento de votantes conservadores fue especialmente llamativo en Hortaleza y Fuencarral-El Pardo, seguidos de Ciudad Lineal y San Blas.
La derecha vio mejorar sus resultados en todos los distritos, incluso en los tradicionalmente más de izquierdas como Puente de Vallecas, Carabanchel o Villaverde.
3. El PP crece a base de fagocitar a Ciudadanos
Almeida ha conseguido crecer por dos vías: movilizando a más votantes y absorbiendo la mayor parte del voto naranja.
Hace cuatro años el partido de Villacís obtuvo un buen resultado en Madrid con 312.536 votos. Pero todo lo que ganó entonces lo ha perdido ahora (se ha quedado en 47.510), en un momento en el que Ciudadanos se encuentra en proceso de disolución.
Para ver el cambio en este bloque conservador y el trasvase de votos de Ciudadanos a PP, solo es necesario observar con detenimiento el reparto de votos de la derecha hace cuatro años:
4. Los graneros de votos de la izquierda cada vez son más pequeños
Los distritos que tradicionalmente han servido al bloque de izquierdas para sumar más apoyos, situados al Sur y Este de la capital (además del distrito Centro) esta vez no han llevado a tantos ciudadanos a las urnas. El número de votos baja en Puente de Vallecas y Fuencarral-El Pardo -dos de los más poblados- pero también en el resto de la capital.
La debacle por el lado izquierdo ha sido tal este 2023 que el PP de Almeida se ha convertido en el partido más votado en los 21 distritos de la capital.
Aún así y pese a las circunstancias, todavía existen zonas de Madrid donde el bloque progresista saca diferencias notables con el conservador. Pero cada vez son menos. Este es el dibujo del 28-M:
Y este otro el que arrojaron los resultados de hace cuatro años:
5. Los votos a Podemos-IU-AV le dieron la absoluta a Almeida
Mucho se había hablado de que la regla del 5% podría acabar siendo determinante en las elecciones municipales de Madrid, debido a que dos partidos -la coalición que lideraba Podemos y el Ciudadanos de Villacís- estaban cerca de esa cifra en las encuestas.
Acabar por encima del 5% aseguraba al menos tres concejales en Cibeles, pero quedarse en el 4,9% otorgaba una importante ventaja al bloque opositor, ya que unos 80.000 votos no se convertirían en ediles. Fue lo que acabó sucediendo a la candidatura de Roberto Sotomayor.
Al no llegar al mínimo, Podemos-IU-AV perdió tres concejales, dos de los cuales fueron a la lista más votada, la del PP, que pasaba de 27 a 29 ediles, asegurándose la mayoría absoluta para toda la legislatura. De haber entrado la formación morada en el plenario madrileños, el alcalde hubiera necesitado la ayuda de Vox para aprobar sus políticas.
6. Almeida consiguió menos votos que Ayuso en la capital
Como nota curiosa cabe destacar que la victoria del actual alcalde hubiera sido aún mayor si llega a convencer a todos los votantes que en la capital apoyaron a su compañera de partido, Isabel Díaz Ayuso, en los comicios regionales.
Pero no fue así: José Luis Martínez-Almeida recibió casi 50.000 votos menos que los que consiguió Ayuso en la circunscripción de Madrid ciudad. No fue el único al que apoyaron menos que en las regionales: a Rita Maestre y a Roberto Sotomayor les sucedió algo parecido.
Este gráfico deja ver las diferencias de voto autonómicas-municipales para cada formación política en Madrid capital:
Del gráfico se deduce que hubo un ticket electoral Ayuso-Ortega para unas 40.000 personas que eligieron votar PP en Comunidad de Madrid y Vox para el Ayuntamiento. También hubo otro combo de votos -menor, de unas 20.000 personas- que aunó la pareja Ayuso-Villacís o incluso Mónica García-Villacís a la hora de votar en ambas elecciones.
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