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“La manifestación de Errejón rompió los acuerdos de los órganos internos, pero después hubo una mala gestión de la crisis”

Secretario general de Podemos en Murcia, Óscar Urralburu/ David de Flores, Cámara Roja

Elisa Reche

Murcia —

Óscar Urralburu, el secretario general de Podemos en la Región de Murcia, ganó las primarias autonómicas del pasado noviembre sin oposición alguna. Ya en 2017 había derrotado a la eurodiputada cartagenera Lola Sánchez. Afín a Errejón y con un talante serio, fue uno de los secretarios generales autonómicos que asistió a la reunión de Toledo la semana pasada.

Urralburu vive desde hace 23 años en Murcia y es profesor de Dibujo y Geografía e Historia en el IES Miguel de Cervantes, al tiempo que profesor asociado en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia. También ha desempeñado distintos cargos en el sindicato de enseñanza STERM. 

En el recientemente celebrado Consejo Ciudadano Estatal de Podemos ¿se os ha pedido a los secretarios generales autonómicos una condena más rotunda a la decisión de Errejón de sumarse a la plataforma de Manuela Carmena?

En absoluto se ha pedido nada. Los diferentes secretarios generales autonómicos planteamos que había un problema con la manifestación de Errejón que rompía los acuerdos que se habían hecho en el órgano político en el que se tenían que plantear las cosas, en este caso en el Consejo Ciudadano Autonómico de la Comunidad de Madrid, pero también reconocimos que había una serie de errores comunicativos por parte de la dirección.

Luego, además, desencadenaron una serie de respuestas que no nos gustaron y que tienen más que ver con una mala gestión de la crisis que nos llevó a hacer la declaración de Toledo con un llamamiento a la unidad y a la resolución de un conflicto en un momento en el que la ciudadanía nos está mirando y espera que estemos a la altura.

¿La decisión de que sea Podemos Madrid quien asuma la responsabilidad de cómo y con quién confluirá en mayo representa una rebaja del dirigismo de la cúpula del partido?

Es que es así como tenía que haber sido desde el principio. El llamamiento que nosotros hicimos, precisamente, fue ese, que no se estatalicen problemas que corresponden a una comunidad autónoma, por mucho que sea la de Madrid. Es muy importante acotar los problemas en el ámbito en el se circunscriben. Es verdad que los personajes tienen una dimensión estatal y siempre tienden a ser espectacularizados.

En Toledo, once líderes autonómicos pedisteis unidad, pero ¿cómo se puede producir esa unidad con unas heridas que llevan abiertas desde Vistalegre 2?

Esto se comentó en el Consejo Ciudadano Estatal y tanto Irene Montero como otros portavoces estatales reconocían que en gran medida lo acontecido en los últimos días desde el pasado 17 de enero no es sino un mal cierre de las heridas abiertas en Vistalegre 2. Hay cosas que no se han hecho bien y hay que ganar en organicidad. Eso significa cumplir las normas que nos hemos dado y el ejemplo de Toledo va un poco por ahí.

Queremos descentralizar Podemos y que esa maquinaria de guerra electoral diseñada en Vistalegre 1 y consolidada en Vistalegre 2 pueda tener una distribución más territorial que nos permita que este partido, como hemos dicho muchas veces, se parezca a España.

Podemos ha conseguido cinco millones de votantes, tenéis una gran influencia en la política parlamentaria y gubernamental, pero no han parado de sucederse crisis internas: ¿tan difícil es hacer un partido político?

Es difícil hacer un partido y sobre todo cuando ese partido tiene vocación democrática interna. Lo que también hablamos en el Consejo es que a veces convertimos debates políticos de fondo en debates sobre personas y esto ha contaminado todo el desarrollo de un partido político que se ha instalado muy rápidamente en todo el país y que ha tenido un poder político muy importante.

En las autonomías y municipios muchos de nosotros no teníamos una tradición política. Es más fácil cuando tienes una estructura vertical. Por otra parte, creo que la sobreexposición a la que están sometidos Íñigo o, en general los fundadores de Podemos, no es comparable con ningún otro partido. Creo que nadie sabe dónde vive Albert Rivera y todo el mundo sabe dónde vive Pablo Iglesias y hasta los pañales que compra, cuántos policías tiene en la puerta y el ruido que hace el wc que le han puesto a la guardia civil.

Podemos ha hecho un uso frecuente de los símbolos hasta llegar a una teatralización de la política que a veces se ha vuelto en su contra, como ha sucedido en el caso del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero y ahora diría que también con la baja paternal de Iglesias. ¿Crees que esto puede ser parte del desgaste que ha sufrido el partido?

Es una de las paradojas de la nueva política y es que el mundo social está cargado de símbolos, mientras que la política institucional es excesivamente normativa. Se cuidan todos los gestos y se busca una cierta homogeneidad. En una fotografía no sabes distinguir si un político es del Partido Popular o del PSOE. Y cuando entra la vida normal en las instituciones, en cambio, te encuentras con gente joven que es sindicalista, que viene de los movimientos sociales o tienen rastas.

Eso no es lo habitual en otros partidos políticos, que están generando una cultura propia desde las juventudes con una estética, un lenguaje y unas formas muy concretas.

Creo que esto le ha afectado más a la figura de Pablo Iglesias, que llegó a abrir la puerta de su antiguo piso a Ana Rosa y se enorgullecía de sus camisas de Alcampo como ejemplo de persona normal. Pero una persona normal no puede comprarse, en cambio, ese chalé. Eso se le ha vuelto como un boomerang.

La política está espectacularizada, los debates se convierten en narrativas y eso es un hándicap a la hora de hacer política y de hablar de política. Nos gustaría hablar de otras cosas, pero no nos dejan. Hablamos de leyes y nos preguntan sobre el chalé, hacemos los presupuestos más sociales de la historia de España y nos vuelven a preguntar por el chalé.

El diputado de Podemos por Murcia, Javier Sánchez Serna, le ha acusado de buscar la unidad en Madrid y no en la Región de Murcia en referencia al acuerdo de confluencia con IU. ¿Qué opinas de estas palabras?

Creo que Javier ha confundido el foco. Nosotros hemos planteado la unidad en Madrid dentro del partido, otra cuestión son las alianzas políticas en cada territorio.

Durante ocho meses hemos estado negociando con una disposición muy buena tanto de IU como nuestra, pero no se nos puede olvidar que lo que ha ocurrido en la Región de Murcia no es algo extraño a lo que está ocurriendo en otros comunidades. Todavía no se ha firmado un acuerdo con Izquierda Unida.

La propuesta que hemos hecho en la Región es la más generosa del país y es perfectamente legítimo que IU, en una comunidad autónoma uniprovincial con una ley prácticamente proporcional y con un 3% de umbral para entrar en la Asamblea Regional, diga que no le interesa. La última encuesta del CEMOP nos daba entre cinco y seis diputados y les hemos puesto encima de la mesa el número tres y el seis y completar la lista hasta el 33%. Esa oferta protegía la marca de IU y dejaba a los municipios que acordaran los espacios de decisión. Me sorprende que la cesión sea siempre de nuestra parte y nunca de la contraparte o que digan que nuestra propuesta no es generosa.

Tenemos que profundizar más sobre lo que significan las coaliciones políticas porque sabemos que el 26J no funcionó y en Andalucía tampoco. Hay que valorar también cómo está rindiendo efecto a la derecha presentarse por separado. Nuestra responsabilidad no es construir un instrumento de coalición política, sino ganar elecciones y en el contexto actual movilizar a todo el electorado progresista. Que ningún elector tradicional de IU, Izquierda Anticapitalista, Podemos o Equo se sienta cohibido a la hora de incluir una papeleta porque tenemos que frenar el avance ultraconservador que está en sintonía en este país con el que se está produciendo en el resto del mundo.

La europarlamentaria cartagenera Lola Sánchez señalaba recientemente en una entrevista al diario La Opinión que Iglesias y Errejón habían perjudicado a Podemos con su actitud de macho alfa y que Podemos había terminado siendo un partido con un liderazgo muy masculino y vertical, incluyendo a la Región. ¿Qué opinas sobre esto?

A mí no me gusta calificar a los compañeros. Lola ha hecho un trabajo espectacular en Europa. De hecho, nos enfrentamos para la secretaría general y después, aunque podía no haberlo hecho, la integré en la dirección; fue nombrada portavoz del partido junto a otras compañeras: había tres portavoces mujeres y yo.

Todas las estructuras son machistas y más las políticas, pero hemos trabajado de una manera muy insistente para volver más horizontales las estructuras de gobierno de este partido en la Región. Habría que fijarse más bien en cuántas veces se reúne el Consejo Ciudadano Autonómico y el Territorial, con más de 80 personas en la sede, y cuántas mujeres hay y qué responsabilidad tienen.

¿Habéis valorado la posibilidad de que Vox obtenga en Murcia un mejor resultado en las elecciones de mayo que Podemos?

Sí, es una variable posible. También sabemos que si Vox tiene un buen resultado en la Región de Murcia es en detrimento del Partido Popular. El resultado electoral de Vox depende en gran medida de ese voto conservador más ultra, de ese franquismo sociológico que estaba inserto dentro del Partido Popular.

A nosotros no nos preocupa quién vote a Vox. Nuestro gran enemigo y, en general de la izquierda, es la abstención. Es decir, tenemos que ser capaces en la Región de Murcia y en el conjunto del país de convencer a quienes nos votaron de que estamos siendo útiles. Hemos avanzado en la aprobación de leyes e iniciativas, lo que nos ha permitido democratizar las instituciones en la Región y avanzar en igualdad entre hombres y mujeres y políticas públicas. Es verdad que el PP no está aplicando las leyes que se han aprobado en la Asamblea Regional, pero eso significa que si el 26 de mayo ganamos podemos aplicarlas desde el minuto uno.

El secretario general del PSOE en la Región, Diego Conesa, dijo que no pactaría con Podemos tras las elecciones de mayo, ¿en qué lugar deja eso a la izquierda y al centro izquierda de la Región?

El señor Conesa sabrá qué intereses electorales tiene. También lo dijo Pedro Sánchez en su momento y ha sido presidente del Gobierno gracias a Unidos Podemos. Es evidente que dentro del PSOE hay almas que son contrarias a un sentido progresista y están más vinculadas a la protección de los grandes intereses económicos del país y de la Región y también es evidente que la tensión interna les lleva a hacer este tipo de declaraciones.  Si dan los números, nosotros vamos a hacer todo lo posible por conseguir un gobierno progresista en la Región de Murcia.

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