Empeora la turbidez del Mar Menor en un 273% en una semana
El último informe de monitorización del Mar Menor elaborado por el Gobierno de Murcia ha arrojado un empeoramiento de la turbidez -uno de los seis parámetros que se analizan-, pasando de 1,94 FTU (la unidad con la que se mide) el pasado 15 de mayo a 3,32 en la última semana (21 de mayo); lo que supone un aumento de un 273%. Los datos son analizados por el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida) y se publican en Canal Mar Menor (carm.es).
Los 3,32 TFU de turbidez registrados en el último informe son el dato más elevado para este parámetro tanto este año como el anterior, aunque el dato sigue lejos de los 14 TFU documentados por ejemplo entre marzo y abril de 2022.
Junto con la turbidez, el Imida analiza otros cinco parámetros: salinidad, oxígeno, clorofila, temperatura y transparencia. Según los últimos informes, la clorofila (0.76 mglm3) ha registrado pequeñas variaciones pero está por debajo del milígramo por metro cúbico que la Consejería de Medio Ambiente sitúa como valor medio. También se mantienen estables la salinidad, que ha registrado un ascenso de un 0,58%, y la transparencia, de un 3,94%.
En cambio, el oxígeno (5,79 mg/l) ha caído un 11,74%, aunque este parámetro es preocupante si baja de 3mg/l. Y la temperatura ha pasado de 20,43º a 22, 23º, lo que se traduce en un incremento del 8,81%.
El consejero de Medio Ambiente murciano, Juan María Vázquez, no se ha mostrado preocupado este martes con los últimos datos del Imida. “Son datos coyunturales, ayer (por este lunes) hubo nuevas mediciones y hemos constatado que son inferiores a las del año pasado por estas fechas; no hay que alarmarse por unos resultados de un día concreto porque esa turbidez puede deberse a mareas e intercambios de masas de agua”, ha dicho el consejero que ha insistido en la importancia de “verlo en conjunto, como una serie temporal”. La salinidad, ha continuado, está en valores récord “y eso es muy importante”, aunque la temperatura “sí que está por encima de la del año pasado en estas fechas y en un ecosistema tan frágil lo más importante es tener una monitorización constante”, ha destacado durante la presentación de un mapa cartográfico detallado del fondo marino del Mar Menor “que permitirá conocer la evolución de sus ecosistemas” a través de trabajos científicos de batimetría.
Ecosistema en crisis
Por su parte, el coordinador de Ecologistas en Acción, Pedro Luengo, ha puesto el acento en que el Mar Menor está en crisis desde 2016: “Lleva muchas décadas sufriendo la entrada de nutrientes en sus aguas y otros procesos de degradación debidos a las actividades turísticas y urbanísticas, se trata de un proceso del que es complicado salir porque se vuelve cíclico”. Por eso, señala, hay que seguir las mediciones de la laguna salada pero no quedarse con “una foto fija”.
En invierno, ha señalado el ecologista, “se vende la idea de que el ecosistema ha mejorado porque mejora la turbidez y las aguas se ven más transparentes; pero el Mar Menor ha perdido su nivel de regulación y es cuestión de tiempo que el proceso termine en sopa verde y luego, anoxia, porque se sigue sin atajar el problema en su origen”.
En 2021, ha recordado, “se realizaron carteles publicitarios en los municipios ribereños para anunciar que el estado de las aguas estaba mejor que nunca pero en agosto vimos de nuevo a los peces ahogándose en la orilla”.
Para realizar los informes del Imida se chequean 21 estaciones de muestreo repartidas por toda la laguna salada. Aunque solo una de ellas -la más próxima a la Rambla del Albujón- se encuentra dentro de la zona cercana a la mancha blanca detectada hace un año y que ocupa una amplia área marina comprendida entre Los Alcázares, Los Urrutias y la isla Perdiguera, con unas dimensiones de unos 15 kilómetros cuadrados.
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