La dirección de Podemos se queda sin voz oficial en el Parlamento ante la exhibición de poder de Pérez
Ante el silencio oficial de la dirección de Podemos, la exsecretaria general de la formación morada, Laura Pérez, ha hecho valer su fuerza dentro del grupo parlamentario y ha promovido que los portavoces oficiales nombrados siguiendo las órdenes del partido (Mikel Buill y Tere Sáez) sean sustituidos por parlamentarios afines a su causa (Carlos Couso y Fanny Carrillo). La voz de Podemos en el Parlamento no será así una extensión del discurso oficial de su dirección. Al contrario, quien participará en la Junta de Portavoces será un parlamentario crítico con la ejecutiva de la formación morada.
El movimiento, registrado con las firmas de los cuatro críticos, constituye toda una exhibición de poder de Laura Pérez dentro del Parlamento. Y acerca aún más la escisión del grupo parlamentario de la formación morada como única salida posible a la crisis que vive el partido en Navarra. Laura Pérez está suspendida cautelarmente de militancia en Podemos desde que la ejecutiva del partido le acusó ante la comisión de garantías de, entre otros cargos, haber utilizado su cargo de parlamentaria en beneficio personal. La dirección le exigió que renunciase a su acta como cargo electo, y le dio por cesada en todos los cargos internos (portavocías en comisiones) para los que había sido nombrada con anterioridad.
Lejos de someterse a la voluntad de la dirección de Podemos, Pérez ha seguido actuando como portavoz de su grupo (incluso ha presidido una comisión). Y al ultimátum lanzado a la ejecutiva, o retiran el expediente contra Pérez, o el grupo parlamentario quedará escindido, ha añadido ahora una notable exhibición de fuerza. Cuatro de los siete parlamentarios de Podemos han registrado en la Cámara una propuesta para sustituir a los portavoces nombrados por la dirección del partido por compañeros afines a Pérez. Y podría parecer un desafío sin sentido, de no ser porque un informe jurídico de los servicios del Parlamento avala este proceder, y la Mesa tendrá que limitarse a darse por enterada de los cambios producidos en el grupo de Podemos.
Portavocías e informe jurídico
Cuando, en mayo del año pasado, Pérez perdió la secretaría general de Podemos Navarra por 28 votos frente a Eduardo Santos, la nueva dirección del partido morado decidió cambiar las portavocías del grupo parlamentario. Así, a través de un escrito registrado en julio con la firma de cuatro de los siete parlamentarios, el grupo de Podemos informó a la Mesa de que, a partir de ese momento, su portavoz ya no sería Laura Pérez, sino Mikel Buill, parlamentario designado por la dirección del partido.
Días más tarde, en muestra de su disconformidad con la decisión adoptada por Podemos, Laura Pérez recurrió el nombramiento de Buill. Arguyó en su recurso que, para aprobar cambios internos dentro del grupo parlamentario, eran necesarias las firmas de todos sus integrantes.
Tras analizar su queja, la Mesa pidió a los servicios jurídicos un informe sobre el asunto. El informe, en contra de lo mantenido entonces por Pérez, determinó que el escrito para cambiar de portavoz “reúne todos los requisitos de legitimidad exigibles para que la Mesa de la Cámara tramite el escrito y se dé por enterada, previa audiencia de la Junta de Portavoces, de la nueva designación”. El informe señala que el artículo 30 del reglamento del Parlamento “regula expresamente el proceso de constitución del grupo parlamentario”, para el que sí se requiere la firma de todos sus integrantes. “Pero ello no implica necesariamente que cualquier modificación posterior requiera de tal unanimidad”, advertía el informe jurídico. Es más, señalaba que, de ser necesaria dicha unanimidad, “supondría hacer prevalecer la voluntad de uno solo de los miembros del grupo parlamentario frente a la del resto, con vulneración de la voluntad mayoritaria válidamente aprobada”.
Es decir, la organización interna de los grupos parlamentarios se decide por mayoría y se comunica a la Mesa para su conocimiento. Pérez, que tuvo que contentarse en julio con esta respuesta y dejar de ser portavoz de Podemos, ha hecho valer ahora su mayoría en el grupo parlamentario para, con los mismos argumentos que utilizó entonces la dirección de Podemos, nombrar nuevos portavoces para el grupo parlamentario. De esta manera, la próxima sesión de Mesa presidida por la parlamentaria de Podemos Ainhoa Aznárez, tendrá que limitarse a darse por enterada de que el portavoz de Podemos que ella propuso será sustituido por el que ahora propone la suspendida cautelarmente Laura Pérez.