La tasa de positivos por coronavirus en Álava cuadruplica la de Madrid y pone al límite al hospital de Txagorritxu
Tras el respiro de los datos del martes, la curva de casos positivos de coronavirus en Álava ha vuelto a crecer fuertemente este miércoles. Con dos zonas consideradas de “transmisión comunitaria”, Vitoria y Labastida, en la Rioja Alavesa, el 25% de los infectados han sido detectados en las últimas 24 horas. Son ya 201 casos de 261 totales en Euskadi y sin sumar los contagios ocurridos en Vitoria y que residen en Haro, Miranda de Ebro o Pamplona, que son decenas. Ello arroja una tasa de 0,61 casos por cada 1.000 habitantes, muy por encima de los 0,15 de la Comunidad de Madrid sobre cuya situación tanto se discute en España. En Lombardía -la región italiana más afectada- la tasa es de 0,58 cuando los primeros casos se diagnosticaron una semana antes.
La diferencia respecto a Bizkaia y Gipuzkoa es abismal, con 0,04 y 0,01, respectivamente. En estas circunstancias, la consejera, Nekane Murga, ha reconocido implícitamnente la presión asistencial que sufre el hospital de referencia para esta pandemia en Vitoria, el de Txagorritxu, que a su vez fue lugar de algunos de los primeros casos conocidos el 28 de febrero. Sin más detalles, Murga ha reconocido a preguntas de los periodistas que toca una “reordenación” de un hospital que, según fuentes internas y sindicales, se halla “desbordado”.
Son 73 las personas hospitalizadas en Txagorritxu con coronavirus, un tercio del total de casos. Aunque oficialmente el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) no ofrece datos, fuentes médicas señalan que las plazas de UCI están ya completas desde hace días. También se ha ampliado a otras zonas más allá de la sexta planta las áreas de aislamiento. El trabajo en los laboratorios es intensísimo y a diario se realizan decenas de pruebas o PCR -en Euskadi, por cierto, más del 80% son negativas-. Dos sanitarios piden a la población que acaten las medidas de contención planteadas y que incluso limiten su vida social para evitar otro tipo de necesidades sanitarias, como lesiones deportivas o accidentes. “Acabamos de empezar”, coinciden todas las voces consultadas sobre la incidencia que puede tener el Covid-19 en el sistema.
A ello se añaden las bajas de decenas de profesionales bien por haber sido contagiados o por hallarse en cuarentena. En Álava, la 'paciente cero' fue una doctora que estuvo en contacto con colegas y la cadena multiplicó los aislamientos. Su unidad, Medicina Interna, una de las primeras líneas del sistema, fue afectada, pero también personal de Urgencias, ambulancias, hematología o incluso de los equipos creados para acudir a los domicilios a tomar muestras. Dos sanitarias están hospitalizadas en estado grave. La esperanza es que las primeras cuarentenas (de 14) decretadas el fin de semana del 28-29-1 se levantarán en breve, lo que devolverá a 160 sanitarios a sus puestos. De hecho, un facultativo que residía en La Rioja ya se ha curado. Para liberar recursos, se está pidiendo aplazar la actividad no urgente y, de hecho, los temores a contagios en el centro sanitario están haciendo que muchos usuarios cancelen sus citas. Un ejemplo: de 21 operaciones de cataratas programadas este martes sólo se presentó una mujer.
En este escenario, la capital vasca vive una situación de excepcionalidad, con todos sus colegios y facultades cerrados y con la oferta de ocio bajo mínimos, si bien la actividad comercial y empresarial es prácticamente la ordinaria. En una semana arranca la campaña electoral de cara al 5 de abril y ya incluso el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se tengan que suspender las elecciones. En varios ámbitos institucionales se barajan los escenarios jurídicos posibles para una medida drástica e inédita que no está prevista en ninguna normativa pero que nadie es capaz de descartar.
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