La Ertzaintza apunta a que la trama ya conocía un mes antes que recibiría 90.000 euros de Juventud
Los ertzainas 15008 y 15431, que auxiliaron al juez Roberto Ramos durante la investigación del 'caso De Miguel', son ya caras conocidas en la Audiencia Provincial de Álava, donde han comparecido ya en media docena de ocasiones (y las que les quedan). La pareja de ertzainas ha sido preguntada en esta fase del juicio por las contrataciones aparentemente irregulares que salieron entre 2005 y 2009 de la Dirección de Juventud del Gobierno vasco, dirigida por Xabier Sánchez Robles, y que beneficiaron a las empresas Errexal, Ortzi Muga y Kataia Consulting, vinculadas al que fuera 'número dos' del PNV alavés, Alfredo de Miguel. En muchos casos (hasta sumar 210.000 euros) no consta ni siquiera que se realizaran los trabajos abonados. Según los agentes, la trama, cuando empezó a operar en 2005, ya conocía con más de un mes de antelación que iba a ingresar 90.000 euros procedentes de las seis cuadrillas de Álava, que a su vez habían obtenido una subvención de Juventud.
El informe de la Ertzaintza sobre las operaciones económicas de esta red de empresas refiere a una anotación en un cuaderno de pastas granates hallado en el camarote del domicilio del exdirigente nacionalista, Koldo Ochandiano, socio de De Miguel y de otro 'burukide', Aitor Tellería, en la mercantil matriz de la trama, Kataia Consulting. Ese cuaderno de Ochandiano es una de las pruebas fundamentales de la acusación ya que recoge abundantes referencias a las operaciones que luego se sustanciaron, así como a presuntas comisiones en dinero negro. Entre esas notas manuscritas se halla una que alude a 90.000 euros que ingresaría Errexal en 2006 fruto de un trabajo. Tiene fecha de 10 de noviembre de 2005.
Se da la circunstancia de que, a finales de ese ejercicio, la compañía cuyo administrador era el exconcejal nacionalista en Leioa Iñaki San Juan, recibió una adjudicación por esa cuantía procedente de manera indirecta de la oficina de Sánchez Robles, con quien tanto De Miguel como San Juan mantenían una relación de amistad. El dinero fue otorgado en forma de subvención de 15.000 euros a las seis cuadrillas de Álava (no se incluyó a la capital, gobernada por el PP). Posteriormente, todos ellas contrataron a Errexal la redacción de sus planes comarcales de Juventud. Fraccionaron el pago en dos para sortear las restricciones de la Ley de Contratos y poder hacerlo 'a dedo'. Finalmente, abonaron la factura en una fecha próxima a la aventurada por Ochandiano en sus notas. “En noviembre ya lo tenían claro”, han indicado los funcionarios.
Esta semana han comparecido en el juicio del 'caso De Miguel' los seis presidentes de las cuadrillas alavesas, que han ofrecido otras tantas versiones sobre los hechos. La Fiscalía sostiene que desde Juventud se recomendó la contratación de Errexal, entre otras cosas porque la subvención se presentó el 3 de octubre y la compañía se creó el 19 de ese mes, sin que a finales de 2005 contará con trabajadores dados de alta (más allá de San Juan, autónomo) o experiencia profesional.
“No acabo de entender la importancia de esta anotación”, ha replicado ante las explicaciones de los ertzainas el abogado defensor de Sánchez Robles, Javier Beramendi. Su estrategia se ha basado en sembrar dudas sobre las pruebas que apuntan al exdirector, que se expone a penas de hasta 18 años de prisión por estos hechos.
Beramendi, por ejemplo, ha tratado de restar importancia a un correo electrónico en el que literalmente San Juan explica a la hermana de De Miguel, Aintzane, que era la contable de la red de empresas, que “Xabier no puede meternos un duro”. Ese 'e-mail' apareció pegado en otro documento fechado a 22 de septiembre de 2009 y el letrado ha querido enfatizar que Sánchez Robles había dejado su cargo ya ese verano. Sin embargo, una lectura detallada de ese mensaje muestra que es bastante anterior, ya que hace referencia a los preparativos del Araba Euskaraz, que se celebró en junio.
Asimismo, Beramendi ha destacado que en Juventud trabajaba otro “Xabier”, en referencia al funcionario Francisco Javier Gutiérrez. Pero una testigo, la funcionaria Oro Ochoa de Eribe, ya dijo que a él lo conocían todos como “Guti”. De hecho, en una prueba aportada por el propio Sánchez Robles consta ese mote incluso en su dirección oficial de 'e-mail' del Gobierno y en la firma.
Los ertzainas han apuntado a que De Miguel, San Juan y Sánchez Robles, con otros amigos, incluso preparaban un viaje conjunto a la Toscana italiana. Más allá de la anécdota, según los policías, refleja que esas personas “mantienen relaciones personales” que podrían explicar las “relaciones comerciales”. Y han añadido que el nexo entre todas las empresas investigadas, Errexal, Kataia Consulting y Ortzi Muga, era De Miguel: “Tenía toda la información en su poder”.