El miedo al coronavirus incrementa las consultas por sobrepeso

La propagación de la COVID-19 ha incrementado en un 200 % el número de consultas relacionadas con el sobrepeso por el temor a que ese exceso de peso les haga “más vulnerables” al coronavirus, según los datos de la unidad de Endoscopia de la Obesidad del Hospital Universitario HM Sanchinarro, en Madrid.

Este hospital calcula además que las personas con sobrepeso están engordando un kilo a la semana durante el confinamiento, según indica este centro en un comunicado difundido este miércoles.

El hospital de Sanchinarro considera que esta crisis sanitaria está “cambiando la percepción” de los españoles acerca del sobrepeso y la obesidad, dos “graves dos graves problemas de salud con los que la sociedad se ha acostumbrado a convivir”.

Aunque la comunidad científica alerta desde hace años de los peligros derivados de esas dos enfermedades (como son problemas cardiacos y respiratorios o la diabetes), es ahora, cuando se ha comprobado que implica “un mayor riesgo frente al coronavirus”, cuando muchos han tomado conciencia.

El jefe de la unidad de Endoscopia de la Obesidad del HM Sanchinarro, Gontrand López-Navas, asegura que estos días llegan muchas personas que “quieren perder peso”, porque estén engordando durante el confinamiento y porque “se han dado cuenta de que si no lo hacen son más vulnerables frente a la COVID-19, o a cualquier otra epidemia” que pueda darse en el futuro.

López-Navas recuerda también que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad y el sobrepeso; y en las pandemias como la del coronavirus el índice de mortalidad de ese colectivo “se dispara” por los problemas derivados de su enfermedad.

Ante este cambio de mentalidad, el doctor advierte de la importancia de “no intentar perder peso solos”, y argumenta que el 95 % de las dietas que se comienzan “acaban fracasando”.

Para conseguir resultados “reales y duraderos en el tiempo”, en ese hospital recomiendan “interferir en el hambre y en la saciedad”, con procedimientos que impliquen que el estómago se haga más pequeño, y aluden, entre otras medidas, a la endoscopia bariátrica.