Gabriel Amat, 16 años al frente del PP de Almería y siete esquivando a la Justicia
No hay perfil periodístico de Gabriel Amat que no incluya dos rasgos que definen al personaje. El primero: es agricultor y empresario, lo que le concede credenciales de hombre hecho a sí mismo. El segundo: de alguna forma ha conseguido que hasta ahora todas las sospechas policiales y judiciales hayan quedado en nada.
Amat (La Rábita, Granada, 1944) es el sempiterno líder del PP de Almería que no dejó de ser empresario, y que se ha mantenido a flote a pesar de que las aguas judiciales en las que flota están siempre revueltas. Ahora, la UDEF cree que el PP de Almería se financió ilegalmente y que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar adjudicó 62 obras a Grupo Halsa, que a cambio habría pagado generosas comisiones a técnicos y políticos. Pero Amat, que es el alcalde de Roquetas desde 1995 y líder del PP de Almería desde 2004, ni siquiera está investigado en la causa.
“¿Cómo puede ser ajeno Gabriel Amat, que preside todas las mesas de contratación y la junta de gobierno? ¿Cómo es posible si cuenta con el asesoramiento del secretario y el letrado asesor, que intervienen en los expedientes?”, se pregunta una fuente con conocimiento directo del proceso.
El jefe de todo en Almería
Es difícil de creer que Amat no haya conocido, tolerado e impulsado cualquier cosa que haya ocurrido en el PP de Almería en los últimos 20 años. Amat es todavía el jefe de casi todo en la provincia. Ya no es presidente de la Diputación, pero sí alcalde de Roquetas y presidente del PP provincial. En Andalucía también mantiene cierto poder: es presidente del comité electoral del PP andaluz, el órgano encargado de autorizar las candidaturas. Alguien que conoce sus problemas judiciales advierte que su relación con el PP nacional también era “evidente”, y recuerda cómo se traía cada año a los ministros de Justicia a ver los toros.
Curiosamente, una empresa vinculada a la familia Amat alquilaba la sede judicial en Roquetas de Mar al Ayuntamiento, que a su vez se la cedía gratuitamente a la administración de justicia. Ahora, está previsto que la nueva sede judicial se construya sobre un sector urbanizado por Amat, donde se ubica el cortijo y las tierras de cultivo históricas del político. En su día, nombró las principales vías de este sector con los nombres de su padre, José Amat Benavides, y su suegro, Antonio Pintor.
En estos años, Roquetas ha doblado su población, y en gran parte lo ha hecho sobre sus terrenos. Ha pasado de 42.000 habitantes en 1999 a 94.000 en 2020. Dice un periodista veterano de Almería que en Roquetas hay un dicho cuando se abre una nueva calle: “No te preocupes que los terrenos son de Amat”.
Del motocarro a los concesionarios Audi
El hombre llegó a Roquetas desde Albuñol (Granada) siendo un muchacho, y empezó sin más patrimonio que su trabajo. Quienes le conocieron recuerdan que estaba “tieso”. Con la ayuda de un motocarro para transportar la fruta, y trabajando con burros y serones para mejorar la productividad de las tierras, fue prosperando: de transportista a corredor de fincas, y luego constructor de invernaderos.
Pronto se afilió al Partido Popular, pero apenas conseguía llegar a concejal. De aquella época data también algún fracaso en uno de sus negocios, del que salió con ayuda familiar. Su suerte cambió cuando conoció a Javier Arenas. Poco después, en 1995, se convirtió en alcalde de Roquetas y a partir de ahí, en el factótum del PP almeriense, aupado por su condición de “hermano mayor” de Arenas, provincia por la que se presentaba como diputado el ex líder popular.
En paralelo, él y su familia fueron articulando una estructura empresarial que abarca casi todo: desde compraventa de fincas a concesionarios de coches. “Durante 15 años todos los coches del PP en Andalucía eran Audi”, recuerda una fuente que conoce bien la historia del PP andaluz. Sin embargo, nunca dejó el negocio en el que empezó: los invernaderos.
“Él vende una imagen de alguien cateto y de abuelo tierno y simpático, pero es falso: es un personaje. Es muy agresivo, por lo menos con quienes no le reímos las gracias”, señala Juan Pablo Yakubiuk, portavoz de IU-TDEQ en Roquetas, que añade: “Es muy inteligente, tiene muchísima memoria”. “Esa imagen es la forma de mostrar que es un tío de pueblo. Es hábil y listo”, confirma otra fuente. Para una tercera fuente, Amat es hábil y siempre supo rodearse de equipos dóciles, allegados y personas de confianza estrecha. “Tiene sus carencias académicas, pero una inteligencia natural. Nunca ha sido prepotente ni arrogante”.
Durante mucho tiempo, al PP le sirvió. Pero ahora ni en Sevilla ni en Madrid se le ve tan bien. Por ahora, el PP andaluz sólo habla de una “clara persecución” por hechos antiguos, y recuerda que no está ni investigado. Pero el partido quiere renovar sus direcciones provinciales, y Amat lleva 20 años al frente del PP de Almería. La relación con Arenas estaría rota, según dos fuentes bien informadas. Y no ha ayudado su apoyo inicial a María Dolores de Cospedal en las primarias del PP: no apoyó ni a Soraya Sáenz de Santamaría (valedora de Juan Manuel Moreno), ni a Pablo Casado, finalmente vencedor.
Impoluto en los juzgados
A Amat no le ha ido mal en los juzgados. Cada causa judicial iniciada contra él ha acabado sobreseída, siempre después de un largo y lento proceso. Así ha ocurrido también con las últimas: la llamada “trama Amat”, en la que se investigaba la red familiar del político, fue desmembrada en más de una veintena de piezas, una por cada empresa que formaba parte del entramado. Poco a poco se han ido archivando, hasta que en febrero se archivó la pieza principal, ya vacía de contenido, en contra del criterio de la Fiscalía.
Por el camino cayeron también quienes habían pedido con más insistencia que se investigase la presunta trama corrupta. La Asociación Mediterránea Anticorrupción y por la Transparencia (AMAyT) fue apartada. La jueza Purificación Ferreiro le requirió una fianza de 20.000 euros, cinco años después de que la propia AMAyT iniciase el proceso con una querella y de que los jueces anteriores la tuviesen por personada. AMAyT pidió amparo al CGPJ y ahora espera una resolución del Tribunal Supremo. Ya sin AMAyT, principal impulsora de la investigación, las causas judiciales de la “trama Amat” fueron archivadas. Como ha ocurrido con otros titulares del juzgado, la jueza Ferreiro dejó su plaza.
Por eso, cada declaración de Amat como investigado ha sido vista como un hito. Ocurrió en 2015, cuando tuvo que declarar en el caso La Fabriquilla, en el que se investigaba las sospechas en torno a la recalificación de un terreno, que había pasado de rústico a urbanizable a pesar de la paralización cautelar de un juez. Finalmente, Amat consiguió convencer al juez de que el letrado del Ayuntamiento no le había notificado la paralización cautelar hasta después de que el Ayuntamiento aprobara la licencia.
Cuando se archivó La Fabriquilla, Amat exigió que le pidieran perdón. Cada archivo le sirve para sacar pecho y exigir disculpas. “No da puntada sin hilo. Todo lo que dice es por algo. Con una sonrisa”. “Parece un personaje que Chirbes nunca llegó a escribir, con una vuelta más”, le describe Yakubiuk, que impulsó aquella investigación.
“Todo gira en torno a la misma persona”
En enero, cuando se archivó el caso Surponiente, también exigió disculpas. Se investigaba en este caso por qué el Ayuntamiento compró cuatro coches al concesionario del alcalde. La Audiencia Provincial de Almería rechazó el recurso del fiscal y confirmó el archivo, al entender que no está demostrado que la vinculación “personal propia y familiar” del regidor con el concesionario influyese a la hora de adjudicar la adquisición de vehículos para su uso municipal.
Pero si se escarba en la hemeroteca, se comprueba que nada es nuevo y que todo ha sido así durante mucho tiempo. “El PSOE quiere llevar al fiscal la venta de coches del alcalde de Roquetas a su Ayuntamiento”. Es una noticia de El País. Está fechada en 1999.
La investigación de la UDEF se añade ahora a un proceso judicial iniciado en 2014 y que se prolongará, al menos, hasta 2021. El caso acumula 40 tomos. Amat ni siquiera está investigado, pero fuentes de AMAyT creen que la UDEF ha acertado al analizar expediente por expediente.
También lamentan que no se obrara igual en la investigación de la “trama Amat”: “Son los mismos periodos, los mismos técnicos y los mismos políticos. Todos los casos giran en torno a la misma persona”. “La impunidad hace mucho daño a la sociedad. Que alguien ni siquiera rinda cuentas es muy obsceno”, concluye Yakubiuk.
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