Los jueces rectifican y vuelven a expulsar a la calzada a todas las bicicletas en Málaga
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se ha corregido a sí mismo y ha revocado la resolución que dictó hace poco más de tres semanas, en la que ordenaba al Ayuntamiento de Málaga que no expulsara a todos los ciclistas a la calzada. Si en aquel auto suspendió cautelarmente dos artículos de su nueva ordenanza de movilidad, en la nueva resolución ha estimado el recurso que interpuso el Ayuntamiento y ha devuelto la situación a la que había antes del 14 de mayo: en Málaga, las bicicletas no pueden circular por los paseos o por las aceras, cualquiera que sea su anchura, la velocidad a la que circulen o la edad del usuario de la bicicleta.
Los magistrados han estimado el recurso de reposición del Ayuntamiento contra el auto que concedió las medidas cautelares pedidas por Ruedas Redondas, la principal asociación de usuarios de bicicleta de Málaga. Sigue sin entrar en el fondo del asunto, pero ahora el TSJA interpreta que la argumentación del Ayuntamiento tiene apariencia de ajustarse mejor a la legalidad vigente, incluyendo la normativa supramunicipal. En resumen, el Ayuntamiento dice que al prohibir a las bicicletas circular bajo cualquier circunstancia por cualquier zona peatonal no está haciendo nada más que adaptar la normativa estatal.
El Reglamento General de Circulación, modificado en noviembre, establece: “La circulación de toda clase de vehículos en ningún caso deberá efectuarse por las aceras y demás zonas peatonales”. La cuestión se centra en determinar qué incluye el concepto “vehículos”. Para Ruedas Redondas, no incluye la bicicleta porque otras partes del articulado del mismo reglamento y en la Exposición de Motivos parecen avalar esa interpretación. Por el contrario, el Ayuntamiento y ahora el TSJA creen que las bicicletas son vehículos en la normativa general, por lo que la ordenanza malagueña no haría sino reforzar una norma de rango superior.
Nueva valoración del riesgo de la convivencia entre bicicletas y peatones
La nueva resolución admite, como ya señalaran en su día los magistrados, que enviar a la calzada a todas las bicicletas, incluyendo las que llevan niños, familias y personas vulnerables, implica un “elevado riesgo de accidente”. Sin embargo, ahora equipara ese riesgo con el que se produciría de mantener a las bicicletas conviviendo en el mismo espacio que los peatones:
“También es cierto que por las aceras el perjudicado es el peatón, que puede verse continuamente sorprendido, con el riesgo objetivo que también para ellos supone el tránsito de bicicletas por dichas aceras con una velocidad superior a la de cualquier peatón”, razonan los magistrados. Este conflicto de intereses debe resolverse en favor de la situación que origine menos “efectos perjudiciales”: es decir, todas las bicicletas deben volver a la calzada.
El Ayuntamiento ha limitado a 30 kilómetros hora la velocidad máxima en el carril derecho de gran parte de las vías de la ciudad, otorgando preferencia a los ciclistas. Sin embargo, en un primer acercamiento a la cuestión los jueces dieron la razón a Ruedas Redondas, y consideraron que los carriles 30 (que la asociación califica de “timo”) no garantizaban su integridad. El Ayuntamiento y Ruedas Redondas participan en una mesa técnica que está trabajando en la extensión de la red de carriles bicis, hasta ahora limitada a 45 kilómetros, muchos de ellos parcheados, con baches y en mal estado.
En los últimos meses se han producido varias bicifestaciones para protestar por el riesgo de mezclar bicis y vehículos pesados en el mismo carril. Después de años de tolerancia y vista gorda con el uso de los patinetes eléctricos, la ordenanza municipal está consiguiendo trasladar a la calzada patinetes y bicicletas, muchas de ellas eléctricas, aunque aún de forma incompleta. Sin embargo, ha incluido en el mismo paquete prohibitivo los paseos familiares o cualquier desplazamiento al centro, peatonalizado casi por completo. Las quejas son frecuentes entre quienes antes llegaban a sus oficinas en bicicleta o entre familias con niños pequeños, obligadas ahora a circular por la calzada si no hay carril bici, como ocurre en gran parte de la ciudad. La asociación cree que la norma, largamente esperada, está desincentivando el uso de la bicicleta en Málaga.
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