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El campo andaluz colapsa los accesos a Sevilla por un “campo vivo”: “Es el sector económico más olvidado de España”

Corte de la autovía A-49 entre Huelva y Sevilla a la altura de Benacazón

Javier Ramajo

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Juan está a punto de cumplir 80 años. Desde los 14, ha trabajado la tierra “todos los días de 6h a 22h” en Benacazón (Sevilla). Aunque ya no puede ver, este martes se ha acercado a la salida de su pueblo para acompañar las reivindicaciones de cinco mil tractores y 16.000 agricultores que han colapsado durante horas los cuatro principales accesos por carretera a la capital andaluza, convocados por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias. Reclaman un precio justo por el producto que cultivan. “No nos queda ni para un café”, protesta Toribio, un veterano agricultor que lleva también muchos años trabajando en el cultivo de la aceituna de mesa, un sector fundamental en la agricultura sevillana y que hasta esta temporada ha tenido a Andalucía como líder mundial de producción.

Sigue hablando en pesetas y en duros pero su experiencia y perspectiva dice mucho de la situación actual del campo. “Hace 30 años te daban 10 duros y le ganabas la mitad. Ahora todo es diferente. Ya no se puede vivir del campo. Los pueblos se están vaciando, porque ahora se pierde dinero. No es un problema de las peonadas sino de los intermediarios, que se ponen de acuerdo para cambiar los precios. El trabajo de antes no es como el de ahora”, apunta Juan, acompañado de su hija. Los yernos de Juan gestionan ahora los terrenos que cultivan. “Los precios suben y el campo pierde”, añade uno de ellos.

Cientos de tractores simbolizan las quejas del campo este martes, entre las 11.00 y las 14.00 horas, en puntos concretos de la autovía A-49 (en Benacazón), la autovía A-92 (en Aguadulce), la autovía A-4 (en Carmona) y la antigua autopista de peaje AP-4 , a la altura del kilómetro 53 en dirección Cádiz. “Somos agricultoras de toda la vida y quisiera que mi hijo pudiera vivir de esto, pero nos están pagando al precio de hace 20 años. Nos compran la aceituna de mesa, de la buena de aquí del Ajarafe, y fíjate lo que vale cualquier botecito que se compra en los supermercados”, apunta María, una de las mujeres que secundan la movilización de este martes.

Un puesto de churros hace su agosto en la rotonda de acceso a Benecazón, a pocos kilómetros de Sevilla. Las banderas de las organizaciones convocantes ondean. Los tractores calientan motores a la espera nerviosa del inicio del corte de la A-49, la principal vía que une Sevilla y Huelva. Hay familias y grupos de todas las edades. Consideran que deben tener “precios más razonables” para la compra de sus productos y piden que los intermediarios no saquen provecho del “sacrificio” del que trabaja la tierra. “Nos dan ná y menos; se nos quitan las ganas de trabajar el campo y sólo queremos tener para poder vivir; si nosotros nos ganamos, ¿cómo van a ganar las personas que trabajan con nosotros?”, lamenta el miembro de una familia de agricultores que hace años heredaron unas tierras en Benacazón.

Juan Manuel es tractorista. Encabeza con su vehículo la movilización en este punto de la provincia. Trabaja en un cortijo de la vecina localidad de Espartinas. “Vengo a acompañar a los compañeros. Todo cada vez está más caro. El problema también está en las subvenciones. Este tractor, por ejemplo, ha costado 50.000 euros y se supone que está subvencionado por la Junta de Andalucía. Al menos eso pone en los papeles, pero el dinero no ha llegado”, señala.

El portavoz de Asaja Sevilla, Felipe Gayoso, apunta a este periódico que están pidiendo “respeto para el campo”. “Es el sector económico más olvidado de España y los aranceles de Estados Unidos, el Brexit, etc. están agravando los costes. Nuestros productos valen menos y los precios finales no pagan el esfuerzo del agricultor. Al olivar de mesa se le ha puesto fecha de caducidad”, lamenta, recordando que se tuvo que bajar del tren en Córdoba, literalmente, cuando estaba camino de una reunión con el Ministerio hace diez días, finalmente desconvocada.

Para Toribio, “la culpa de todo esto es del Gobierno”. “Si esto pasara en Cataluña, aparecería el dinero, pero somos Andalucía...”. Los manifestantes tienen este martes puesto un ojo en el Consejo de Ministros del Gobierno de España, que tiene previsto aprobar una reforma en la ley de cadena alimentaria que trate de garantizar la rentabilidad de las explotaciones agroalimentarias. Ocho cortes de carretera protagonizaban el día anterior las protestas de olivareros en la provincia de Jaén.

Una de las familias que se movilizan en Sevilla argumenta que el campo requiere “muchísimo sacrificio”. Uno de sus hijos conduce uno de los más de cien tractores que han partido esta mañana de Benacazón. “El olivar está estancado. Que revaloricen los precios en el campo. Tenemos gastos todo el año”, protesta. “Las naranjas están tiradas. No cubre nis los gastos de los jornales”, dice otro. Predominan cultivadores de la aceituna en la movilización de esta zona, pero hay de todo. “Hace dos años cobrábamos el molino a 47 céntimos y ahora vale 27, pero eso no se recolecta solo. El kilo de aceituna me cuesta dinero y eso no puede ser”, resume.

Las organizaciones agrarias convocantes, bajo el lema 'Por un campo vivo y en el marco de la campaña nacional de movilizaciones en la que está inmersa el campo español desde el 28 de enero y que ya ha llevado ya a la calle a miles de agricultores de Almería, Málaga, Córdoba, Cádiz, Granada y Jaén, cuentan este martes en Sevilla con el apoyo explícito de Asemesa, Asociafruit, Asema, CEA, FAC, la Federación de Arroceros de Sevilla, la IGP aceituna manzanilla y gordal de Sevilla, así como decenas de ayuntamientos de la provincia.

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