El jurado declara a Rodrigo Lanza culpable de homicidio imprudente por la muerte de Víctor Laínez
El jurado que ha juzgado a Rodrigo Lanza en la Audiencia Provincial de Zaragoza ha declarado al acusado culpable de un delito de lesiones con imprudencia y resultado de muerte, que costó la vida al zaragozano Víctor Lainez en diciembre de 2017.
Se trata del denominado 'crimen de los tirantes' porque el fallecido llevaba esa prenda con los colores de la bandera de España cuando sucedieron los hechos, que tuvieron lugar durante la madrugada del 8 de diciembre de 2017, en el bar 'Tocadiscos' de Zaragoza. Unos tirantes que el acusado, ahora condenado culpable de homicidio imprudente, asegura no haber visto durante el enfrentamiento.
El juicio comenzó el pasado 4 de noviembre con las intervenciones de la fiscal, los abogados de la acusación y la defensa, así como el acusado, quien respondió únicamente a las preguntas de su abogado. La vista se prolongó hasta este martes, día 12, compareciendo 16 peritos y 34 testigos. El jurado ha estado formado por nueve personas y ha deliberado a lo largo de este miércoles y jueves.
El Ministerio Fiscal, la acusación particular, ejercida por la familia de Laínez, y la acusación popular, que representa Vox, han solicitado una pena de 25 años de prisión por asesinato con las agravantes de alevosía y motivación ideológica. Por su parte, abogado de la defensa, Endika Zulueta, había solicitado la absolución.
Según el relato de la fiscal, durante la madrugada del 8 de diciembre de 2018, Lanza entró en el bar 'El tocadiscos' de la capital aragonesa, acompañado de tres personas y, en un momento dado, uno de ellos reconoció a Víctor Laínez “como persona conocida de ideología de ultraderecha”, lo que tensó, puso nervioso y molestó a Lanza, de ideología “completamente contraria”.
Lanza decidió aproximarse y le reprochó su ideología a Laínez, llamándole “facha, fascista” y afirmando que no querían “gente de esas características en esa zona”, tras lo que parece que Laínez le contestó que era “sudaca” y que se volviera a su país, según el relato de la Fiscalía. Lanza es originario de Chile.
Cuando Lanza y sus tres acompañantes salían del establecimiento, hubo de nuevo un “cruce de palabras” en las puertas del bar, tras lo que Laínez entró y se sentó y Lanza salió a la calle. No obstante, en un momento determinado Lanza volvió a entrar y le atacó, golpeándole por detrás de la oreja derecha, según la fiscal.
Objeto contundente
En su exposición, el Ministerio Fiscal resaltó que los forenses estiman que Lanza utilizó un objeto contundente por la intensidad del traumatismo, pero el objeto no fue encontrado. La fiscal dejó claro que Laínez no tuvo “capacidad de defensa alguna”, de ahí que lo consideró un ataque con alevosía.
Después de este golpe, Laínez se quedó “inconsciente e inmóvil” en el suelo, pero Lanza no cesó y le propinó “patadas”, se agachó y le dio “puñetazos en el rostro”, hasta que le dijeron que parara, momento en el que se levantó, se fue y desapareció del lugar.
Víctor Laínez falleció cuatro días después de sufrir la agresión y Lanza fue detenido el día 11 de diciembre de 2017 por la Policía Nacional. Desde entonces y hasta 15 día antes del juicio, ha estado en régimen de aislamiento en la prisión de Zuera.
El abogado de la familia de Laínez, Juan Carlos Macarrón, ha argumentado durante el juicio que el origen de la agresión “fue ideológico” y que se ha intentado “confundir con una pelea”, pero “nadie retenía” a Lanza y sus acompañantes cuando salían. Macarrón hizo suyo el relato de la fiscal.
“Me salió con un cuchillo. Me quería matar”
Por su parte, el abogado de la defensa, Endika Zulueta, había pedido la absolución porque la versión de las acusaciones “chirría”, al tiempo que consideró que “no hay razones políticas” en lo ocurrido.
“Mi cliente iba a seguir la fiesta con sus amigos” cuando “Laínez va detrás de él”, dijo. “Venía por la espalda, y cuando [Lanza] se dio la vuelta lo vio con una navaja”, ante lo que se defendió, anotó en la exposición previa. El cuchillo nunca apareció.
En su declaración en el juicio, Lanza dijo que “en ningún momento” vio los tirantes con la bandera de España que llevaba la víctima, a la que golpeó “de frente” porque le salió “con un cuchillo”, por lo que solo actuó para defenderse.
“No recuerdo nada”, “le di unos puños, no recuerdo cómo”, “tenía miedo de que se levantara con el cuchillo”, explicó Lanza ante el juez. También reconoció que escuchó un “para, para”.
“No se me hubiera ocurrido que pudiera sufrir lesiones graves, fue un shock”, explicó, al describir su reacción cuando la Policía le hizo saber que Laínez había muerto. ¿Y por qué se fue de la escena? “Me salió con un cuchillo. Me quería matar. Yo lo que no quería era volver a encontrármelo”, argumentó.