Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

75 años de la Constitución alemana: entre la guerra fría y la amenaza nuclear

0

Hace 75 años, Alemania estaba devastada. Todavía humeaban los incendios provocados por los bombardeos y las gentes pasaban hambre. Hoy las nuevas generaciones no han aprendido en las escuelas los efectos de ignorar la historia y de votar a la ultraderecha.

Aquella nación que, según los designios anglo-americano y occidentales debía convertirse en Estado democrático como muro frente a la Unión Soviética y a la vez dejar atrás la dictadura nazi. Tal empresa era difícil por la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.

Hace 75 años, el 23 de Mayo de 1949, el conservador cristiano demócrata (CDU) Konrad Adenauer, firmaba la nueva Constitución de la mitad de Alemania (entonces dividida en zona del Este sovietica y zona Oeste anglo-americana). Este hecho se celebra este año con grandes reuniones y actos políticos, culturales y artísticos. El actual Presidente Federal, el socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, en su discurso de este 23 de Mayo (2024) saludó a la Constitución, o Ley Fundamental, como un “gran regalo” después de la tiranía del régimen nazi, una Ley Fundamental que siguió vigente sin consultas electorales ni modificaciones al anexionarse la Federal a la Alemania oriental.

Conocer el contexto histórico político del Gran Regalo de aquellos años fundacionales es necesario para entender por qué la potencias occidentales que habían vencido a la Alemania nazi accedían a “democratizar” la Alemania occidental.

Alemania empezó las dos guerras mundiales

No hay que olvidar que fue la Alemania imperial del Kaiser Guillermo II la que inició hostilidades que desembocaron en la Primera Guerra Mundial y que tras su derrota y la proclamación de la República de Weimar el ascenso derechista conservador culminó en un gobierno de coalición del Zentrum Partido confesional cristiano con el nacionalsocialista Adolfo Hitler que se proclamó Führer a la Muerte del Mariscal Hinderburg e inició represiones políticas internas, persecuciones racistas, ocupaciones territoriales y acciones militares que dieron paso a la Segunda Guerra Mundial, esta vez también contra la Rusia entonces Soviética.  

Al ser Alemania derrotada en 1945 y dividida en 4 zonas (inglesa, americana, francesa y soviética), las maquinaciones económico-políticas dieron lugar a dos Alemanias: A la Alemania Occidental capitalista formada por las zonas del Reino Unido, Francia y Estados Unidos; y, por otro lado, la Alemania Oriental proclamada república socialista bajo control de la Unión Soviética.

Este año 2024, el Presidente federal Frank-Walter Steinmeier, sostuvo gallardamente en su discurso, que La Ley Fundamental Alemana, es “una de las constituciones más antiguas del mundo” y se ha convertido en un “modelo para muchas otras”.

Que la Constitución Alemana tenga 75 años y sea ocasión de festejarlo no se discute, pero hay que recordar que son 75 años unicamente respecto a la parte occidental capitalista, pero sólo 34 años si se refiere a la parte oriental sovietizada a la que se le impuso sin votación ni consulta.  

La Constitución Alemana, según el discurso de Steinmeier, “creó una estructura estable en la que la gente podía sentirse cada vez más a gusto en casa, en la que la sociedad podía desarrollarse y renovarse. Y añadió: ”Es el modelo para la coexistencia pacífica en una sociedad diversa, consciente de la historia y abierta al futuro“. Es curioso que Steinmeier utilice el término de coexistencia pacífica tan utilizado antaño por la Rusia Soviética y que lo haga ahora en momentos en que los tambores militares de Guerra suenan en suelo europeo y el tono de los líderes mundiales, tanto orientales como occidentales, sea poco pacífico. Y se cuestione la coexistencia       

A la ceremonia presidida por Steimeier asistieron los jefes de los cinco órganos constitucionales de Alemania. Además de Steinmeier, estos son los presidentes de la cámara alta y baja del Parlamento y del Tribunal Constitucional Federal, así como el propio canciller Olaf Scholz. 

Celebración pacífica políticamente controlada

Pero en los entresijos de la celebración oficial y la tensa realidad geopolítica se podía percibir no sólo la alegría oficial sino temores por la paz interior ya que la extrema derecha seguía avanzando. Y por eso, además de la posición del gobierno en la cuestión de Gaza, la masiva vigilancia: Unos 1.000 agentes de policía fueron desplegados dicho jueves en el distrito gubernamental de Berlín y sus alrededores para vigilar la ceremonia estatal. La policía también se encontraba en el río Spree en patrulleras y desplegó un helicóptero. La Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) y grupos especiales (SEK) de la Oficina Federal de Policía Criminal de Berlín y de Baja Sajonia también participaron. Todo muy pacífico y policialmente controlado.

La división de Berlín y su muro

Mientras la división de Alemania en Mayo de 1945 era en dos bloques, no pasó lo mismo con Berlín que tras la derrota de Hitler se dividió en cuatro zonas, estando regida cada una por Reino Unido, Estados Unidos, Francia y la URSS. Las cuatro divisiones siguieron el mismo proceso que las regiones, siendo primero dividido en las zonas este y oeste y más tarde en Alemania Occidental y Alemania Oriental. Ya en 1961 la Rep. Democrática Alemana de la zona soviética levantó el Muro de Berlín que separaba ambas zonas, edificando con cemento y piedra las teorías americanas del “telón de acero”, para terminar con las escapatorias de sus ciudadanos a la próspera parte occidental

Paz y alegría común a nivel de los pueblos

Pero mucho antes de que muros o telones de acero fueran productos de la Guerra Fría hay de recordar a los desmemoriados de oriente u occidente que el fin de la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar entre finales de abril y principios de mayo de 1945 en lo que concierne a Europa (en Asía todavía se tardaría). Después de una claudicación unilateral de los alemanes ante los americanos, no aceptada por Stalin ni la Unión Soviética, culminaría el mencionado 8 de mayo, tras la doble firma de la rendición alemana, en Berlín, ante los mariscales Keitel y Zhúkov. Tras la caída del régimen de Hitler y el principio de la administración de Alemania por los ocupantes de las cuatro potencias aliadas se puso en marcha un nuevo conflicto no belicoso entre los jerifaltes de los anglo-americanos y los soviéticos.  Pero a nivel delos pueblos era común la alegría, así como cuenta Gromyko, Embajador de la URSS en USA entre 1943 y 1946: “Recuerdo el Día de la Victoria como un raudal de felicitaciones de todas partes. Llamó toda clase de gente: Eugene Ormandy, Charlie Chaplin, diplomáticos, funcionarios y emigrantes rusos del tiempo zarista que todavia tenían sentimientos patrióticos.” Eso era en America.   

FAT MAN, la bomba atómica sobre Nagasaki

El traicionero bombardeo japonés de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 obligó a Estados Unidos oficialmente a entrar en la Segunda Guerra Mundial de la que se habían mantenido alejados. En el ataque sorpresa, Japón hundió varios barcos, destruyó cientos de aviones y acabó con miles de vidas. El objetivo de los japoneses era paralizar la flota estadounidense del Pacífico, y casi lo consiguen. El presidente Franklin Roosevelt calificó el ataque como «un día que vivirá en la infamia», y el pueblo estadounidense quedó conmocionado y furioso. Hitler aliado de Japón creyó llegado su momento a escala mundial y subestimó estúpidamente las cpacidades americanas y les declaró la Guerra.

Siguieron años de matanzas a todo nivel. En Asia las fuerzas armadas estadounidenses se acercan a Japón mientras «saltaban» de una isla a otra. Sin embargo, los japoneses eran fanáticos luchadores y cada victoria costaba más tiempo, material y, lamentablemente, vidas. La última gran batalla, la lucha por Okinawa, duró casi tres meses y se cobró más de 100.000 vidas japonesas y estadounidenses.

Tras la muerte del presidente Roosevelt el 12 de abril de 1945, Harry Truman asumió la presidencia. Invadir Japón costaría muchas vidas americanas. Y los japoneses luchaban por su divinizado Emperador, convencidos de que era mejor morir que rendirse. Se había enseñado a mujeres y niños a matar con armas básicas. Los pilotos kamikaze japoneses podían convertir sus aviones en misiles teledirigidos. El coste de la invasión sería alto.        

Al convertirse en presidente, Harry Truman se enteró del Proyecto Manhattan, un esfuerzo científico ultra-secreto para crear una bomba atómica. Tras una prueba con éxito, Truman emitió la Declaración de Potsdam exigiendo la rendición incondicional del gobierno japonés, advirtiendo de una «pronta y total destrucción». Once días después, el 6 de agosto de 1945, sin haber recibido respuesta, un bombardero estadounidense llamado Enola Gay partió de la isla de Tinian rumbo a Japón. En el vientre del bombardero iba «Little Boy», una bomba atómica. A las 8:15 de la mañana, hora de Hiroshima, «Little Boy» fue lanzada. El resultado fue de aproximadamente 80.000 muertos en los primeros minutos. Miles de personas murieron más tarde a causa de la radiación. El 9 de agosto de 1945, otro bombardero se dirigía a Japón, sólo que esta vez se dirigía a Nagasaki con «Fat Man», otra bomba atómica. Tras el primer minuto de lanzamiento de «Fat Man», murieron 39.000 hombres, mujeres y niños. Otros 25.000 resultaron heridos. Ambas ciudades fueron arrasadas por las bombas y esto, a su vez, obligó a Japón a rendirse a Estados Unidos. La guerra por fin había terminado.

La Guerra caliente terminaba, pero se daba paso a la Guerra Fría.

La Doctrina Truman

Tras la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba en plena ebullición y la agitación política reinaba en muchos países. El gobierno estadounidense, que ya desconfiaba del comunismo gracias al Telegrama Largo de George Kennan, se alarmó cuando varios países de Europa y Asia adoptaron gobiernos comunistas a fines de la década de 1940.

Cuando el Reino Unido con Churchill notificó a Estados Unidos que no podía luchar con éxito contra la insurgencia comunista en Grecia y Turquía, el Presidente estadounidense Harry S. Truman promulgó lo que se conocería como la Doctrina Truman: la promesa de que Estados Unidos haría todo lo necesario, tanto económica como militarmente, para contener la expansión del comunismo en todo el mundo. Con este paso, Estados Unidos señalaba que su papel hegemónico en la escena mundial no concluiría tras la Segunda Guerra Mundial, y ponía fin a un siglo y medio de su política exterior aislacionista en América.

Durante la presidencia de Truman, la Doctrina Truman originó otro conflicto en Asia, esta vez en Corea, ya que el gobierno estadounidense intentó militarmente evitar la unificación de Corea bajo un gobierno comunista. La política de Truman seguiría impulsando las intervenciones militares y politico-económicas estadounidenses hasta la década de 1980.            

¿Golpe de Praga o Febrero Victorioso?

En 1947, el gobierno de Checoslovaquia aceptó el Plan Marshall, pero renunciaron por presión de la Unión Soviética. Checoslovaquia había sido liberada del nazismo por las tropas soviéticas lo que daba protagonismo al Partido Comunista checoslovaco. Al Plan Marshall se le criticó la poca importancia dada a la recuperación de ciertos sectores estratégicos europeos y al mismo tiempo que se favorecía la entrada de empresas estadounidenses. Había una estrategia de convertir a los países europeos en estados clientelares y dependientes de EE. UU. Todo ello mediante una lluvia condicionada de dolares y presiones políticas.  La misma estrategia americana similar al Marshall se desarrolló en Asia bajo distintos nombres.

En la Checoslovaquia liberada de la ocupación hitleriana por las tropas soviéticas el anhelo popular de un cambio real en la vida social y política produjo un aumento de 40.000 afiliados al Partido Comunista checo en 1945 y nada menos que a 1.35 millones en 1948. El llamado Golpe de Praga en los países capitalistas, se conoció en el bloque pro-soviéitco de entonces como «el febrero victorioso» (en checo: Vítězný únor, en eslovaco: Víťazný február). El 25 de febrero de 1948, el presidente de la República de Checoslovaquia, Edvard Benes, abdicó y cedió todo el poder a Klement Gottwald y a Rudolf Slânsky, después de dos semanas de intensas presiones por parte de la Unión Soviética de Stalin. En Occidente, el golpe de Praga tuvo una gran repercusión porque Checoslovaquia era el país más occidental de Europa central y oriental, en el plano geográfico, histórico y politico.

El Plan Marshall

Uno de los problemas más acuciantes inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial fue la reconstrucción de Europa. La guerra dejó un panorama de destrucción que paralizó las infraestructuras y provocó una escasez masiva de alimentos en el invierno de 1946-1947. El gobierno Truman temía que una Europa hambrienta y devastada se volviera comunista (como China haría en 1949). Para estabilizar y controlar la economía europea, el Secretario de Estado George C. Marshall propuso un plan que proporcionaría a Europa 13.000 millones de dólares en ayuda económica.    

El Plan Marshall tuvo un enorme éxito y contribuyó a rehabilitar las naciones capitalistas europeas que aceptaron la ayuda. También supuso un impulso para la economía estadounidense, ya que los fondos del Plan Marshall se utilizaron para adquirir productos estadounidenses.Y las empresas americanas tuvieron campo ancho y libre para extenderse en Europa.

Algo sobre la historia de la OTAN

Los orígenes de la OTAN se remontan hasta el Tratado de Bruselas de 1948, que fue un tratado de defensa mutua contra la expansión de la influencia soviética sentida como amenaza por el Imperio británico y algunos países europeos. El Tratado de Bruselas fue firmado el 17 de marzo de 1948 por Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia y Reino Unido, y ha sido de esta forma la precursora de la OTAN. Un impulsor especialmente enérgico fue Winston Churchill.

Mientras los EE.UU. se sentían seguros con sus bombas atómicas, para los capitalistas europeos era evidente su debildad militar frente a las Fuerzas Armadas soviéticas. Cuando los soviéticos reclamaron para sí la ciudad de Berlín por estar en su Zona las potencias occidentales se negaron. Y los soviéticos impusieron el bloqueo de Berlín en 1948, lo que llevó a la creación de una organización de defensa multinacional, la Organización de Defensa de la Unión Occidental (WUDO), en septiembre de 1948.

Tras la formación de un gobierno de coalición social-comunista en Praga calificado como el golpe de estado comunista checoslovaco de 1948, el ministro de Relaciones Exteriores británico Ernest Bevín, reiteró que la mejor manera de prevenir otra Checoslovaquia era desarrollar una estrategia militar conjunta occidental.

El Gobierno Truman al darse cuenta de que el conflicto con la Unión Soviética podría desembocar en una guerra, hizo que Estados Unidos se uniera a la alianza defensiva de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y reforzó las medidas de seguridad en su país con la Ley de Seguridad Nacional, claramente represiva y antiliberal.        

En 1948, los líderes europeos se reunieron con funcionarios de defensa, militares y diplomáticos estadounidenses en el Pentágono, explorando un marco para una asociación nueva y sin precedentes.

Las negociaciones dieron como resultado el Tratado del Atlántico Norte, que Estados Unidos firmó en abril de 1949. Incluía los cinco estados del tratado de Bruselas más Estados Unidos, Canadá, Portugal, Italia, Noruega, Dinamarca e Islandia. El tratado del Atlántico Norte, conocido como Tratado de Washington, supuso la base legal para la OTAN.

¿Licencia para mentir y preparar una guerra?

James Bond el personaje de ficción creado por el inglés Ian Fleming en 1953, fue el protagonista de la serie de novelas, películas, cómics y videojuegos homónimos, en las que Bond protagonizaba heroicas misiones anticomunistas y anticonspirativas de Organizaciones capitalistas criminales superpoderosas. La profesión de James Bond le otorgaba la denominación de agente encubierto con «licencia para matar»; los críticos -tanto de derechas como de izquierdas- le discuten al actual Gobierno Coalición de Alemania que posea el derecho o la “licencia internacional para mentir”.

Al otro lado del hoy inexistente telón de acero ya desde el 2012 se sigue con la línea del presidente ruso Vladimir Putin señalando la disminución del dominio del «Occidente histórico» debido a las tendencias mundiales. Fue su invasión a gran escala de Ucrania en 2022 lo que marcó un punto de inflexión, mostrando la larga frustración de Putin y consortes con las potencias occidentales.

Putin, que está ahora en su quinto mandato presidencial, se ha manifestado abiertamente sobre su visión de acabar con el «mundo unipolar» y desafiar la posición privilegiada de Estados Unidos y sus aliados en el orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial.

James Monroe escribió a Thomas Jefferson (1822):“Ya que resultaba tan peligroso permanecer inmóvil como avanzar, resolví que la política más prudente aconsejaba correr los riesgos que acompañan a lo segundo.”—Estas palabras del americano Monroe allá por 1822 sobre prudencia y riesgos eran de posible aplicación a nivel internacional en tiempos en que no existían cohetes intercontinentales ni bombas atómicas. En los años 2000 podrían resultar suicidas para toda la humanidad si las aplicase un presidente americano o si se ignoraran los intereses del Estado ruso y se subestimara su potencia como se ha venido haciendo públicamente con falsedades y especulaciones en forma de repetidas noticias de la inminente derrota de las tropas rusas en Ucrania.

Encuestas recientes reflejan un sentimiento creciente entre los estadounidenses de que tanto Estados Unidos como la OTAN están perdiendo terreno en la escena mundial, aunque los llamamientos de Putin a la cooperación encuentran poca resonancia. Según el Pew Research Center, sólo una minoría de estadounidenses cree que la influencia de la OTAN está aumentando, y son más los que expresan su preocupación por el debilitamiento de la posición de Estados Unidos en los asuntos mundiales. En Alemania las encuestas señalan una pérdida de confianza en el Gobierno mientras que el ultraderechista AfD, pese a las campañas del Gobierno y la Oposicicón democristiana, sigue aumentando hasta llegar a colocarse en el segundo puesto.              

Tras las campañas de contrainformación, mentiras y desinformación desde la Europa democrática y propaganda rusoputinesca frente la temblorosa unidad de la UE no son sorprendentes las nuevas insinuaciones del Kremlin frente a varios Estados miembros de la UE, ahora con movimiento marítimo sobre territorialidad y fronteras.

El Gobierno ruso amenaza con ampliar sus aguas territoriales en el mar Báltico, en zonas próximas a Finlandia y Lituania —dos países de la OTAN—.

Al parecer el Ministerio de Defensa ruso reestructurará las coordenadas de sus límites marítimos y declarará aguas marinas propias e interiores la parte del Este del golfo de Finlandia y otra zona próxima a dos ciudades del enclave de Kaliningrado. Esto despierta inquietud en estos los aliados de la OTAN que antes de sus actuales gobiernos de derecha otánica tenían relativamente buenas relaciones con Rusia.

Lógicamente nada de los antecedentes históricos y bélicos que dieron lugar a la República Federal Alemana y más tarde a la Constitución que ahora cumple 75 años, se ha podido escuchar en el discurso del Presidente Federal. Pero no está de más recordar y no seguir con los ojos vendados las palabras ni acciones de los occidentalistas que aumentan la producción de armamentos y las ganancias de sus fábricas bélicas, por mucha comprensión que se tenga que el señor Steinmeier no lo mencione y aunque haya hablado de “coexistencia pacífica”. Hoy Alemania y Japón, ayer enemigos de los EE.UU son sus aliados y amigos. Uno debe mantener la mente y el pensamiento libres tanto frente a los discursos de Putin, como a los discursos democrático-europeistas. La amenaza atómica está en el aire y es necesario recordar para evitar la guerra y luchar por la PAZ.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats