Sniace sigue dando pasos para su reapertura definitiva
Sniace se “reinventa” con la firma, este viernes, de un acuerdo laboral entre la dirección y el comité de empresa que permitirá abrir la fábrica de celulosa de Torrelavega en dos meses.
Así lo han señalado el presidente del Consejo de Administración, Blas Mezquita, y el secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, tras rubricar en Santander el acuerdo con UGT, CCOO y Sindicato Unitario de Cantabria -USO, el tercero por representación, no ha acudido- en la sede del Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales de Cantabria (ORECLA).
El acuerdo laboral ha sido inmediatamente remitido al Tribunal Supremo para la reversión del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que “lo aceptará”, ha aseverado Mezquita, quien ha reconocido la labor de los sindicatos, “excepto alguno”, en la reapertura de la factoría de Torrelavega, que lleva cerrada desde 2013.
La intención de las partes es que la fábrica de celulosa retome su actividad en septiembre y de hecho ya han comenzado los trabajos previos para la puesta a punto de la factoría, ha confirmado el presidente del Consejo de Administración.
Tras una reunión que se ha prolongado cerca de dos horas, Blas Mezquita ha realizado una valoración “muy positiva” del acuerdo, superado un proceso que se ha prolongado en el tiempo “más de lo que nos hubiera gustado”, por “retrasos” en la sentencia del concurso, por ejemplo, si bien se ha llegado al “final del camino” en cuestión laboral y la ampliación de capital ha sido “un éxito”.
Al hilo, ha remarcado lo “importante” de que se inviertan 16 millones de euros en Cantabria “dada la situación industrial” y ocho millones sean para el reinicio de la actividad de Viscocel. “Estamos muy esperanzados de adelantarlo, poder solucionar los problemas técnicos cuanto antes y arrancar la fábrica y reincorporar a toda la plantilla”, ha dicho.
En este sentido, la intención de la dirección es que la reapertura de ambas fábricas se lleve a cabo “lo más pronto posible”. Según recoge el acuerdo laboral, en dos meses arrancaría la de celulosa y “nueve o diez meses después” la de fibras (Viscocel).
Mezquita ha reconocido que Sniace es “una empresa complicada”. Ha recordado las inversiones de los últimos años en la planta de cogeneración de “8.000 millones de pesetas” (48,1 millones de euros), las dos ampliaciones de capital por 100 millones de euros y la actual inversión de 16 millones de euros.
Superados procesos “difíciles” como el de la reforma energética, ahora, de cara al futuro, el presidente del Consejo de Administración se ha mostrado optimista. “Tener un producto homologable, que se puede utilizar y a unos costes competitivos” le hacen pensar en “ciertas dificultades al principio” que se “superarán. ”No prevemos que haya mucha dificultad“, ha asegurado.
Por su parte, el representante del comité de empresa ha destacado que han firmado el acuerdo desde la perspectiva de que la fábrica de celulosa abrirá “en las próximas semanas”. Ha recordado que Sniace lleva parada tres años y medio y ha asegurado que será “complicada” la vuelta a la actividad, aunque ha insistido en que “lo importante” es que los trabajadores regresen tras un proceso que ha producido “muchas heridas”.
“Un cierre inevitable”
Preguntado si todo este proceso de más de tres años desde que se cerró la fábrica hasta su reapetura se podía haber evitado, Mezquita ha recordado que se han producido cambios legislativos muy importantes y “hubo que reinventar Sniace”. “La situación fue la que fue; entre todos hemos intentando solucionar el problema y salir hacia adelante y lo importante se que Sniace se vuelva a abrir y vuelva a funcionar”.
Una opinión con la que ha coincidido Pérez Portilla, que ha afirmado que para el comité es “el mejor acuerdo posible”, y que “lo importante”, pasadas las dificultades y retrasos que ha sufrido el proceso, es que “hemos sabido readaptarnos” y la fábrica “va a abrir y los compañeros tendrán un puesto de trabajo”.
Según el sindicalista, el conflicto empezó “como cualquier discusión de un convenio colectivo” pero se transformó en “despidos”. “A los dos meses, teniendo en cuenta la intervención de la administración concursal, nos dimos cuenta que teníamos una fábrica cerrada a cal y canto y durante bastante tiempo ha estado más bien en fase de liquidación que otra cosa”, ha rememorado, y ha reconocido que la factoría “durante mucho tiempo ha corrido el riesgo de desaparecer”.
En su opinión, el cierre “quizá” se podría haber evitado “en un principio” pero, tras el retraso de la reforma energética y del concurso de acreedores que “acabó llevándonos a la liquidación”, así como el despido de la plantilla, era “inevitable”. “A veces no ha habido la sensibilidad suficiente”, ha denunciado Pérez Portilla, quien no obstante ha opinado que “no merece la pena volver la vista atrás” aunque “el sufrimiento de los compañeros no se puede borrar”.
La firma este viernes del acuerdo laboral marca “una nueva etapa”. “Hay que volver a arrancar con toda la ilusión del mundo”, ha destacado, y ha recordado que se ha llegado a este acuerdo porque muchos trabajadores se han jubilado o fallecido. “Detrás de esto hay un drama humano, una tortura de tres años, a la que ponemos hoy fin”, ha dicho el sindicalista.
En este sentido, Blas Mezquita ha calificado de “éxito de todos” haber podido arrancar la empresa, lo que “hace unos años era muy difícil pensar”. Ha agradecido “especialmente” la actuación del presidente y la vicepresidenta de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y Eva Díaz Tezanos, quienes han dado “todo su apoyo desde el primer momento” a la factoría.
Críticas a USO
Mezquita también ha agradecido la labor y actitud de los sindicatos aunque “no de todos” porque “alguno se ha querido desmarcar”, ha dicho en referencia a USO, al que no ha nombrado, y que no ha suscrito el acuerdo laboral.
“La buena voluntad de las partes ha sido fundamental para el éxito de este proceso”, ha asegurado el presidente del Consejo de Administración. “Les doy las gracias porque dentro de las diferencias y dificultades que hemos tenido, el comportamiento ha sido de total apoyo para que Sniace saliese adelante”.
En el mismo sentido, Pérez Portilla ha lamentado que USO no haya “sumado las fuerzas” y “haya metido” al comité de empresa “piedras por el camino en multitud de ocasiones que incluso nos han retrasado”. También acusado al sindicato que “ayudar” con sus “actitudes” a que pudiera llegarse al proceso de liquidación, así como de “difamar” al resto de sindicatos, sobrepasando los “límites”.