Las empresas de plástico multiplican su producción: “Hemos pasado de ser el demonio a ser los salvadores”
“Desde Semana Santa ha sido una locura”. Rosa Permanyer, portavoz de la empresa de manipulación de plásticos Disnou, tiene prisa y poco rato para describir el giro emprendido por su compañía a mediados de abril. Hasta hace poco producían expositores de plástico y protecciones para maquinarias, pero empezaron a elaborar pantallas protectoras para comercios y profesionales. Desde entonces no hacen nada más. Retiraron el ERTE que había en la compañía y cada día producen 400 mamparas y protectores faciales. “Hacemos más horas, llegamos hasta donde podemos… Estamos desbordados”, remacha.
Durante las últimas semanas, las empresas de manipulación de metacrilato han visto como la demanda de dispositivos protectores se multiplicaba. Las patronales no tienen todavía cifras, pero algunas empresas hablan de un aumento del 50% y otras lo elevan a un 300%.
Son varias las empresas que aseguran haber ampliado la plantilla, doblado turnos o incluso se han adaptado a unos productos que hasta antes no habían producido. Otras firmas, como la empresa valenciana de servicios gráficos Grupo Norte, se han reinventado y han creado nuevas líneas de producción: ahora en su web anuncian que producen 2.500 protecciones diarias en turnos de 24 horas los siete días a la semana.
El pico de peticiones ha sido tan alto que todas las empresas consultadas admiten que empieza a faltar metacrilato, un plástico duro y transparente con el que se construyen muchos dispositivos protectores, desde mamparas a protectores faciales. El material no se fabrica en España y se importa desde otros países europeos y del resto del mundo.
“No hay metacrilato por ningún lado, muchos estamos en lista de espera”, explican desde Disnou, situada en Castellar del Vallès (Barcelona). En Polímer Tècnic, un mayorista de Riudellots de la Selva (Girona) aseguran que los pedidos de este material se han multiplicado por cinco hasta llegar a vender 100 toneladas semanales. “Las entregas de los pedidos que nos entran ahora ya los estamos agendando para julio”, señalan desde la compañía.
Algunos manipuladores también lamentan que este aumento de la demanda ha generado una subida del precio del metacrilato, que venía de estar muy barato debido al bajo precio del petróleo. La subida, según algunos de los empresarios consultados, alcanzaría el 50% pero estos datos no han podido ser confirmados por la ANAIP, la patronal de industriales del plástico. Plastics Europe, que agrupa a todos los productores europeos, también ha preferido no hacer ninguna valoración de esta inédita situación hasta que tengan más información.
En Plastic Express, situada en Barcelona, desde principios de abril se trabaja en dos turnos de 6 de la mañana a 10 de la noche y la plantilla ha aumentado un 20%. Su gerente explica que primero fueron los hospitales y farmacias los que les pidieron mamparas. Después llegaron las oficinas, estancos y demás negocios en una tendencia de la que parece que pocos comercios podrán escapar. “En los 25 años que llevo en el sector no había visto nada parecido”, explica Joaquim Figueres, el gerente de esta compañía. “El 80% de lo que estamos produciendo ahora son protecciones”.
En un sector acostumbrado durante los últimos años a escuchar como todo el mundo tenía propuestas para acabar con el plástico, la pandemia les ha vuelto a convertir en imprescindibles. La crisis era más de imagen, no tanto de números, pero los que trabajan con este material ironizan con la nueva situación. “Éramos el demonio y ahora somos los salvadores”, dice Permanyer desde Castellar del Vallès.
Los pedidos van en aumento, pero los empresarios del sector creen que la fiebre acaba de empezar. Figueres destaca que muchos sectores todavía no han hecho sus encargos porque esperan a que haya órdenes claras del Gobierno sobre cómo deberán ser las medidas protectoras para evitar contagios de coronavirus. “Ahora empezarán a venir los hoteles, bufetes, establecimientos de restauración…”, apunta este gerente. “Nadie quiere comprar aún hasta que no haya una normativa definida”.
9