La escuela rural: análisis de una institución golpeada por los recortes
Un total de 70 escuelas rurales fueron las que cerraron entre 2012 y 2015, a lo largo de la legislatura del PP. La institución de los Colegios Rurales Agrupados estaba amenazada y las manfiestaciones en contra por parte de profesores, padres y alumnos no se hicieron esperar. Emiliano García-Page, utilizó estas medidas asumidas por el Ejecutivo 'popular' dentro de su programa electoral. En concreto, en el documento, Page se comprometía a “tajar el despoblamiento y el éxodo de muchos de nuestros pueblos ofreciendo para sus vecinos nuevas oportunidades”.
En este sentido, se comprometía a “reabrir las escuelas rurales cerradas en este último período y a garantizar la apertura de la escuela allí donde haya un mínimo de cuatro niños en edad de escolarización obligatoria y así lo demande la comunidades”. Entonces, ¿qué ha pasado con este compromiso?
En septiembre de este año, Comisiones Obreras denunciaba que seguía el “goteo de cierre de escuelas rurales” en Cuenca, y señalaba que para 2019 peligraban otras “cinco escuelas” por tener menos de cuatro alumnos. Así, lamentaban que el actual Gobierno “no se acuerda de la escuela rural” y que tampoco se estaban tomando las medidas necesarias para mantener los centros abiertos en las condiciones apropiadas. “Se puede dar el caso de que un solo tutor esté con 17 alumnos de cuatro cursos distintos”, recalcaban. “Tras los destrozos sufridos con Cospedal, con el nuevo Gobierno conseguimos frenar los recortes, pero apenas revertirlos”, recalcaron.
En esto coincide también el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza. El STE hace especial énfasis en el problema de la despoblación, y aunque conceden que la solución al despoblamiento “excede” a las políticas educativas, explican que las administraciones sí tienen la responsabilidad de incentivar el desarrollo rural y la fijación de población en los pueblos de la región. Por eso, piden un plan específico en materia educativa y que también garantice la equidad de los alumnos en todo el territorio. En este sentido, piden órdenes de plantillas “adecuadas” y una orden de organización y funcionamiento que den respuesta a las necesidades de las escuelas rurales.
“Lamentablemente, en nuestra región todavía el ahorro económico es el factor fundamental de las políticas educativas”, critican desde el sindicato que consideran que la “recuperación que nos anuncian desde la Consejería es muy escasa, y todavía estamos lejos de las cifras anteriores a la crisis”. En este sentido, aseguran, pero sin ofrecer datos concretos, que los datos de recuperación son “dramáticos” si se compara las plantillas de los Centros Rurales Asociados entre 2011 y 2017. Por otro lado, destacan que los maestros interinos se someten a una “gran inestabilidad” y eso afecta no sólo a los profesionales, sino también a los alumnos, “ya que no existe continuidad en el profesorado”.
El aspecto de las itinerancias es otro de los puntos que no se prevé a la hora de elaborar plantillas. Un maestro itinerante tiene estipuladas y negociadas unas horas de reducción de jornada, que sin embargo, no son contabilizadas a la hora de calcular la dotación de maestros a un centro, sin mencionar que a los Orientadores de los centros de educación primaria, por el hecho de pertenecer al cuerpo de profesores de secundaria, no se les aplica el acuerdo de itinerancias aunque tengan a su cargo la atención de los alumnos y alumnas de varios centros y se tengan que desplazar varias localidades.
El sindicato también hace referencia a los ratios, donde exigen un “esfuerzo más valiente” y que suponga una “verdadera apuesta” por las escuelas rurales. “Es inaceptable que un maestro pueda atender a 17 alumnos de 4 niveles distintos”, aseguran y por eso piden que las unidades de los CRAs se doblen cuando se superen tres niveles, no cinco como lo “que plantea la administración”. En cuanto a los apoyos en Educación Infantil critican que el Ejecutivo regional “se ha limitado a perpetuar los recortes” al no recuperar los niveles previos a la crisis.
“De los aproximados 70 colegios que cerró la Administración Cospedal, se han recuperado aproximadamente la mitad. Lamentablemente, con la tendencia actual de disminución de la población, unido a la falta de un cambio significativo en las políticas educativas en el medio rural, corremos el riesgo de que se sigan cerrando centros rurales en los próximos años”, concluyen.
La Junta defiende un balance “altamente positivo”
El director general de Programas, Atención a la Diversidad y Formación Profesional, Amador Pastor, explica que la caída de las escuelas rurales llegó en 2012, al alterarse el criterio de mantenimiento de estas instituciones. Los alumnos mínimos pasaron de 4 a 11, y por eso se cierran las 70 escuelas rurales de las que habla STE. “Al entrar en Gobierno, nos propusimos como objetivo recuperar estas escuelas y volvimos al criterio de los cuatro alumnos”, explica el director general. De este modo, se han podido abrir 20 escuelas rurales; algunas de ellas llevaban hasta cuatro años cerradas.
Este curso, asegura Pastor, se ha decidido flexibilizar este mínimo de alumnos, con lo que se ha podido mantener cinco escuelas rurales en Cuenca y otra en Albacete por debajo de los cuatro alumnos. “A diferencia del criterio de cierre que mantuvo la legislatura de Cospedal, nosotros hemos consensuado con las familias las decisiones de mantener escuelas abiertas y hemos respetado la decisión si se optaba por cerrarla o por mantenerla”, explica el director general.
Y es que destaca que el profesorado de Educación Primaria de Castilla-La Mancha está capacitado para los distintos niveles en las aulas a través de una metodología diferente, que es “muy enriquecedora” para los alumnos, gracias al trabajo colaborativo y actividades metodológicas “muy activas” que ayudan a “enriquecer el sentido de la responsabilidad” de los maestros y que facilita el trabajo autónomo de los alumnos.
“El balance que se ha hecho desde los Ayuntamientos es altamente positivo”, recalca, y coincide en que el colegio ofrece una actividad necesaria a los pueblos. “Cuando cierra una escuela, se siente muerto el pueblo. Deja de haber actividad, implica que se mantengan otros servicios complementarios, como la biblioteca o actividades infantiles dentro del municipio”, describe. Las valoraciones que han recibido desde cada uno de los pueblos, asegura, ha sido muy positiva en general.
Según los datos ofrecidos por la Consejería de Educación, en el 2015 se abrieron 19 secciones de los Colegios Rurales Agrupados en las provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo. En 2017 se abrió también una sección del CRA 'Fermín Caballero' de la localidad conquense de Barajas de Melo. Por otro lado, desde la Consejería señalan que se han creado nuevas secciones y Colegios Rurales Agrupados completos.
Es el caso del CRA 'Miguel de Cervantes' en Arenas de San Juan (Ciudad Real), o de la sección en el CRA 'Tierras de Viriato' de Garciotún. También del 'Fermín Caballero' de Leganiel en Cuenca o la apertura de un CRA en Valdepeñas de la Sierra en Guadalajara.
Finalmente, señalan el cierre de cinco secciones de los colegios rurales de las localidades de La Recueja, Pozorrubio de Santiago, Hueva, Campillo de Ranas y Poveda de la Sierra, en Albacete, Cuenca y Guadalajara, respectivamente. Pero, puntualizan que ninguno de los CRA se ha cerrado “en su totalidad”. En 2017 cerraron también las secciones de Alcoroches, Anguita, Atalaya del Cañavate, Casas de Santa Cruz y los centros enteros en Pozuelo y Villaescusa de Haro, en las provincias de Albacete y Cuenca. En 2016, cerraron las secciones de Torrejoncillo del Rey, Tresjuncos, Villar de Domingo García (Cuenca), Los Chospes (Albacete) y de Hoyo de Mestaza en Ciudad Real. Dos centros rurales son los que han cerrado en su totalidad, según los datos de la Junta, durante esta legislatura.