La secció que es proposa pretén ser un espai dedicat a tot el relacionat amb les festes de València, en el qual les Falles i tots els sectors culturals vinculats a les mateixes tinguen un especial protagonisme.
“Las Fallas son mucho más plurales de lo que a algunos les gustaría”
Consenso y diálogo. Son dos de las palabras que más repite Pere Fuset a lo largo de la entrevista. Y es que, gestionar una fiesta como las Fallas y querer realizar cambios de calado en un movimiento en el que participan más de 100.000 valencianos con pensamientos y sensibilidades tan diferentes no es nada fácil. Fuset es Concejal de Cultura Festiva por Compromís y presidente de Junta Central Fallera (JCF).
Este año ha habido una 'mascletà' patrocinada el día 29 de febrero, ¿potenciarán esta fórmula del patrocinio?
Las fallas generan una inversión muy importante, obviamente la mayor parte procede de los falleros, pero también por parte del Ayuntamiento supone un gran gasto económico, no solo es el gasto en fiesta, donde el Ayuntamiento de Valencia es el segundo de España que más dedica a la fiesta, sino todo lo que implica, desde Policía, seguridad, limpieza, los servicios especiales que hay que montar. Por lo tanto, es importante contar con el mayor patrocinio posible de las marcas. Esto se ha descuidado en los últimos años y nosotros queremos trabajarlo de forma más profesional.
¿En el caso de las fallas municipales podría ser un recurso para abaratar su coste?
Yo creo que la falla como escultura artística debe estar exenta de esa cuestión, no creo que sea un buen camino introducir la marca en lo que es la propia falla. Lo que sí que queremos renovar y en eso parece que hay una sintonía bastante grande con el Gremio de Artistas Falleros es la filosofía a la hora de entender esa falla, tanto en su adjudicación como en la orientación. Es una falla que no entra en concurso y por tanto se puede permitir la licencia de ser una postal de la ciudad y marcar un poco la vanguardia del arte fallero.
Es decir, que se modificará el estilo de los últimos años, ¿no?
Lo importante por ejemplo es acabar con el boceto de fallas que es algo que ya no hacen la mayoría de comisiones, confiar en artistas y sobre todo que la elección sea por profesionales, gente entendida de la fiesta y no por políticos.
Estamos ante las denominadas fallas del cambio, por el nuevo color político que gobierna el Ayuntamiento tras 24 años del PP. ¿Ha sido clave el haberse introducido y haberse ganado al sector fallero, que parecía mayoritariamente afín al PP?
Yo creo que históricamente se trasladó el discurso de que la izquierda pasaba de las Fallas y en muchas ocasiones se llegaba a decir que se las querían cargar y eso ha sido un discurso promovido por la derecha que se ha tratado de apropiar del mayor movimiento asociativo de la ciudad. Yo creo que se está demostrando que eso no es así, las Fallas son mucho más plurales de lo que a priori a algunos les gustaría y yo creo que hay que mostrarlo con normalidad. El trabajo de la sectorial de Compromís en los últimos años ha sido bastante grande y eso genera anticuerpos. De hecho la gente que aún hoy en día está diciendo que nos vamos a cargar las Fallas tiene que envainársela cuando ve cosas como por ejemplo el traslado de la Exposició del Ninot, o que los carteles de Fallas están por toda la ciudad, o que las Fallas vuelven a Fitur o que Televisión Española va a dar una mayor cobertura.
¿Qué Junta Central Fallera se han encontrado al llegar y cuál sería su modelo de este organismo para el futuro?
Nos hemos encontrado una JCF muy marcada por la inercia, por la inercia del sota, caballo y rey y a veces un poco desconectada de lo que es la realidad del resto del mundo fallero. Veíamos que JCF corría el riesgo de convertirse en una comisión más con su propia Fallera Mayor, con su propio monumento y con su propia agenda de actos, y nuestro modelo, en el que vamos a trabajar a lo largo del tiempo, es una JCF que trabaje orientada a dar servicio a la fiesta fallera, también a la promoción de la propia fiesta, y para eso hace falta un cambio importante de filosofía y de estructura, pero tenemos que primar el servicio a las comisiones falleras. Ahora estamos potenciando mucho el servicio de formación, como por ejemplo la fiscal, la de protección de datos.
Hay un sector de fallas que aboga por separar a JCF del Ayuntamiento, ¿cómo vería esta opción?
Nosotros lo que estamos a favor es de una democratización absoluta del mundo fallero, pero eso, el tipo de relación entre las fallas y el Ayuntamiento es la cima. Hay que empezar por la base. La asamblea de presidentes, por ejemplo, debe ser un reflejo de lo que se habla en los casals, y eso requiere que los temas se traten previamente en los casals y los presidentes expresen la voz de sus bases. Después también tenemos que profundizar en la presencia de la mujer y de la gente joven en la fiesta que hoy en día están muy infrarrepresentados. Eso conlleva un cambio de filosofía muy grande en el cual la relación con el Ayuntamiento se puede hablar, por supuesto, pero se tiene que hablar en un congreso fallero porque así está marcado. Es un paso más.
¿Qué cambios van a notar este año los valencianos en Fallas con respecto a los últimos años?
Nosotros intentamos optimizar las oportunidades y hacer frente a los problemas que genera la fiesta. Por ello, este año las carpas van a salir cerca de cinco o seis días más tarde de lo habitual, también la instalación de las grandes iluminaciones. Queremos de cara al futuro redistribuir el tema de las subvenciones, porque marcan un poco el modelo de la fiesta. Los principales cambios van asociados a primar la seguridad de los vecinos, de los falleros y de los visitantes. En cuanto al programa festivo, más allá de que va a haber un día más de 'mascletà' y que vamos a tratar de darle más dignidad y esplendor a los actos como la propia Exposición del Ninot en el museo Príncipe Felipe, las diferencias van a ser pocas.
Hablando de seguridad, también han introducido restricciones en los mercadillos que ponen algunas fallas.
En ese sentido lo que hemos hecho ha sido escuchar a los técnicos, seguir sus recomendaciones para que un camión de bomberos o una ambulancia puedan pasar en un momento dado y para que se reduzcan los riesgos. Este año los mercadillos irán solo a una parte de la calle favoreciendo así que los vehículos de emergencia puedan prestar su atención. También se controla el número de puestos de comida elaborada atendiendo a una petición que nace de Sanidad para poder controlar cualquier tipo de emergencia sanitaria.
¿Dispone el Ayuntamiento de medios para controlar todo esto con la avalancha de visitantes que toman la ciudad?
Efectivamente no tiene sentido que hagamos unas ordenanzas si luego no tenemos capacidad para hacerlas cumplir. Por eso este año el bando tiende a eso, a tratar de hacer un modelo de fiesta sostenible del cual el Ayuntamiento pueda hacerse más responsable. Tenemos que ir a un modelo de fiesta más sostenible en el cual la seguridad y la higiene se primen porque también es la imagen que proyecta Valencia a los miles de visitantes que nos visitan.
¿Va a haber algún cambio en la organización de la Ofrenda para que no termine tan tarde?
No, en los últimos años se ha conseguido con éxito que no acabe muy tarde. Yo creo que también cada año es una carambola en función de la gente que participa. Este año sabemos que por ejemplo el día 18 es viernes víspera de festivo y va a venir muchísima gente, por tanto, la cuestión va relacionada al número de personas que sale y no se puede prever qué va a pasar pero me consta la implicación de la delegación de festejos para que todo fluya con la máxima normalidad.
¿Y en la fórmula de elección o valoración de los jurados de las fallas que tanta polémica levanta todos los años?
Nosotros hemos trabajado mucho en el tema de los consensos y del diálogo y la participación en el seno fallero y en todos los frentes ha habido diálogo, desde en el propio modelo de subvenciones, en el que por primera vez la Concejalía ha pactado potenciar otros aspectos de la fiesta que estaban descuidados como las bandas de música o la pirotecnia. En los presupuestos por primera vez los presidentes de falla han podido opinar y conocer esos presupuestos. Incluso en el modelo de jurados se ha alcanzado este año unanimidad, algo que era inusual. Ese modelo ha sido debatido y votado por unanimidad en asamblea fallera. Básicamente este año, porque así lo han querido los falleros, los miembros de los jurados que componen las distintas secciones serán escogidos en un bombo por sorteo según unos requisitos que se les marca para poder acceder a este sorteo.
Hablando de las subvenciones, ¿cómo quedan de cara al próximo ejercicio?
Nosotros hicimos una reunión con las comisiones falleras para acordar este tema. Las subvenciones son un mecanismo para llevar la fiesta a un modelo o hacia a otro. Nosotros pensamos que es bueno reflexionar sobre el modelo de fiesta y hacerlo con incentivos. Queremos primar cosas como las bandas de música o la pirotecnia. Por tanto, se va a hacer una redistribución. Así, el año que viene se va reducir un 4% la ayuda a la iluminación y ese dinero junto con otra aportación extra se destinará a estos dos sectores de las bandas de música y la pirotecnia. El monumento es la esencia de la fiesta y por tanto entendemos que debe mantenerse la subvención actual.
¿Se puede entender como una manera de tratar de poner freno al tema de la iluminación que tanta polémica levanta entre vecinos y falleros en Russafa?
Es posible que exista una burbuja con el tema de la iluminación, aunque es innegable que supone un foco de atracción para el barrio. Nosotros lo que queremos es potenciar un modelo de fiesta más sostenible y, si pensamos que la iluminación es un aspecto importante de la fiesta, más aún lo son las bandas de música o la pirotecnia.
Ambos aspectos serán relevantes de cara a la candidatura de Patrimonio de la Humanidad, ¿verdad?
Sí, de hecho forman parte destacada de esta candidatura. Pensamos que es una oportunidad para buscar la excelencia y para reflexionar sobre qué modelo de fiesta queremos. Y esta debe ser una fiesta que gestionamos el 10% que somos falleros, pero que sea una fiesta para el 100% y en ese sentido vamos a abogar por buscar esos sectores tradicionales de la fiesta que se han perdido.
¿Qué soluciones se pueden estudiar para que las Fallas abarquen más días festivos, ya que parece que los falleros rechazan poner la 'cremà' el tercer lunes de marzo?
Yo creo que ese debate se ha quemado porque se produjo en muy malas condiciones y de forma muy poco inteligente por parte de los anteriores dirigentes que lo llevaron. Así, cada año cabe estudiar en función de los festivos que siempre están limitados por ley cuáles son las mejores combinaciones. Por ejemplo el año que viene lo tenemos más fácil porque San Vicent Mártir cae festivo, San Josep cae festivo y eso nos permitirá introducir más festivos en Fallas. Pero es verdad que el hecho de que haya más festivos en la semana fallera lo pone más fácil tanto para la gente que le gusta como para la que no. Pero el debate de cambiar la fecha de la 'cremà' está quemado, nadie lo ha puesto sobre la mesa y no vamos a ser nosotros previsiblemente quienes lo pongamos.
Las verbenas en otras fiestas locales como San Juan terminan más tarde de las 4.00. ¿Podrán ampliarse en el futuro los horarios en función del calendario?
Ahora mismo existe una regulación que marca los horarios y que fue fruto en su día de un acuerdo entre los vecinos y las entidades festivas, pero si en algún momento se revisa sí que sería importante introducir ese elemento, la diferenciación entre lo que es una víspera de festivo y lo que no. Por ejemplo, no es lo mismo aguantar una verbena un 15 de marzo que al día siguiente es laborable hasta las 4 que aguantarla o disfrutarla un día 18 que al día siguiente sea festivo hasta las 5. Yo creo que esa diferenciación es una posibilidad que habría que estudiar pero con el consenso entre todos los agentes.
¿Tienen constancia de si Hacienda seguirá estas Fallas con las inspecciones de años atrás?
No hemos tenido notificación, pero no me sorprendería en absoluto. Estamos haciendo un llamamiento a las comisiones falleras porque creo que Hacienda somos todos y debemos ser muy responsables. Esta es una fiesta que mueve mucho, es un motor económico que aporta mucho, pero todo ello debe estar en regla y tenemos que cumplir con el expediente.
En la línea de la política aconfesional que quiere impulsar el actual gobierno municipal, ¿va a haber alguna novedad en algún acto religioso de Fallas?
No, yo siempre he dicho que en estos casos la frontera entre lo cultural y lo religioso a veces es difusa y que nosotros, como representantes del Ayuntamiento, tenemos que ser representantes de todos los ciudadanos, pero que a título particular siempre tenemos que tener nuestra propia libertad. Las novedades no van a ser grandes, pero posiblemente es más un debate de dónde estar en los actos. Si estar a un lado y no estar presidiendo, no estar disputándole un poco el protagonismo a las imágenes religiosas, que deben ser las protagonistas.
Entonces, ¿en qué lugar estará usted en esos actos religiosos?
Depende de algunos de ellos y de sus características, pero en la Ofrenda sí que participaré por ser un acto popular en el que cada uno tiene sus motivaciones para asistir y posiblemente no estaré presidiendo la misa de San José el día 19.
De cara al futuro, ¿qué novedades quieren introducir en la fórmula de la elección de las Cortes de Honor y de las Falleras Mayores de Valencia?
Ese es un proceso que le corresponde a la asamblea de presidentes y al mundo fallero. Por tanto, nosotros vamos a ser muy respetuosos con ellos. Lo que sí que hemos detectado es que existe un gran consenso no explícito en que posiblemente sería bueno que el mismo jurado que elige la corte sea el que elija la Fallera Mayor de Valencia, aunque no fuera en el mismo acto. Si abogáramos por ese modelo deberíamos ir a un jurado mixto en el que interviniera tanto el presidente de Junta Central Fallera como la asamblea de presidentes en su composición.
¿Habrá cambios en el papel que jueguen? ¿Tiene sentido una corte de honor de 12 falleras?
Eso está marcado también por el reglamento fallero y por tanto solo se puede modificar en un congreso y serán los falleros los que lo decidan. Lo que sí que tengo muy claro es que con independencia de que sean 12, 6 o 15 cabe darles un mayor papel. Ahí creo que en Alicante tenemos un referente donde las damas tienen un papel también representativo y pueden en un momento dado ayudar a aliviar la agenda de la Fallera Mayor. Yo creo que la corte de honor del siglo XXI tiene que tener un papel más allá de ser un fondo de fotografía y hoy en día por ejemplo por protocolo no se les permite ni saludar en los actos. Queremos proponer, también con el máximo consenso posible, una comisión de estudio del estatuto de la Corte para ver de qué manera se puede avanzar en adecuar al máximo ese papel al siglo XXI.
Con las actuales Falleras Mayores de Valencia han roto moldes: Primera infantil de una falla de fuera de Valencia y primera de 30 años. ¿Es un primer paso para abrir el perfil de esta figura a cualquier aspirante, independientemente incluso de su raza y orientación sexual?
Yo creo que la consigna de un jurado en este caso debe ser que no hay consigna. Que no se limiten por tópicos ni por condicionantes que nunca han estado escritos, pero a veces siguen muy presentes en el subconsciente. Yo creo que en ese sentido la Fallera Mayor del siglo XXI debe ser sobre todo una embajadora de la fiesta, alguien que sepa defender la fiesta allá donde vaya y yo creo que este año lo están consiguiendo, como también en muchos anteriores. Pero creo que sí que debemos librarnos de prejuicios y condicionantes no escritos porque en las miles de mujeres falleras que existen hay una gran diversidad y por tanto no vería bien que nos limitáramos a un determinado modelo cuando la diversidad es tan grande.
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