La pionera Cátedra DeBlanc de la Generalitat Valenciana ejerce auxilio judicial en nueve causas por delitos económicos o blanqueo
La Cátedra DeBlanc de la Universitat de València, financiada por la Conselleria de Justicia, es una iniciativa pionera en España que ya asiste a jueces y fiscales en nueve procedimientos incoados en juzgados valencianos por delitos económicos o de blanqueo de capitales. A pesar de que este tipo de iniciativas son comunes en Estados Unidos y Europa, en España es el primer proyecto de estas características que pone en marcha una administración autonómica y ya se ha convertido en una referencia para los jueces y fiscales encargados de instruir las complejas causas que investigan delitos de cuello blanco.
La cátedra, dirigida por el catedrático José Manuel Pavía, contribuye a la formación de estudiantes universitarios y personal vinculado a la administración de justicia en materia de lucha y detección de delitos económicos y blanqueo de capitales, ofreciendo asistencia y formación por parte de personal cualificado en cuestiones económicas, contables, financieras, estadísticas y de aprendizaje automático (machine learning), combinando el expertise económico-financiero-contable con los softwares de tratamiento de datos más avanzados, como R, Python o Stata.
Con una financiación pública de 120.000 euros anuales, la iniciativa pionera en España ha realizado, de momento, una veintena de cursos, reconocidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), destinados a jueces, fiscales y magistrados. Los responsables de la Conselleria de Justicia mantienen contacto con la secretaría técnica de la Fiscalía General del Estado (FGE) para que los miembros del Ministerio Público que quieran completar su formación especializada en este ámbito.
La cátedra dirigida por Pavía también ejerce formalmente como perito o en labores de auxilio judicial en nueve procedimientos abiertos en juzgados valencianos por delitos económicos o de blanqueo de capitales. Además de haber participado en once foros judiciales, la Cátedra DeBlanc elabora software especializado en manejo de grandes bases de datos. El catedrático José Manuel Pavía hace un balance muy positivo: “Pensamos que hemos ayudado en algunos casos a encontrar de una manera más eficiente los posibles elementos de prueba acelerando así algunos procesos”, explica por teléfono a elDiario.es.
A los cursos también suelen asistir miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Normalmente procuramos que el tema se adapte a las necesidades que tienen y buscamos a expertos nacionales o internacionales que ofrecen el curso”, dice el catedrático. El último curso sobre identificación de paraísos fiscales fuera de las listas oficiales, ofertado el pasado jueves, ha tenido 44 inscripciones en un día.
La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, se ha mostrado satisfecha con la trayectoria del proyecto, puesto en marcha en 2018. “La cátedra ha cumplido con creces los objetivos establecidos en el convenio que propició su nacimiento y se ha convertido en una absoluta referencia cuya labor está siendo cada vez más reconocida y por la que la Generalitat está orgullosa de su participación y soporte”, ha dicho Bravo. La creación de órganos asesores especializados en economía, finanzas y computación para ayudar en la fase de instrucción de los delitos de cuello blanco es una demanda histórica de los jueces, recuerda la titular del departamento de Justicia.
Detección de patrones de blanqueo según la ubicación geográfica
La cátedra ha celebrado tres ediciones de los premios al mejor Trabajo de Fin de Grado y de Fin de Máster, galardones que reconocen los mejores trabajos de estudiantes relacionados con metodologías estadísticas, económicas y de aprendizaje automático para la detección de delitos financieros y blanqueo de capitales. Además, en el marco de las investigaciones impulsadas por el organismo universitario, la Cátedra DeBlanc financia un proyecto de investigación que pretende detectar patrones en el blanqueo de capitales según su ubicación geográfica. La investigación sobre Redes geográficas para la detección de blanqueo en España, dirigida por María Luisa Escriche, cuenta con una ayuda de 6.000 euros.
Con esta herramienta, la cátedra pretende que “cuando un juez se enfrenta a un delito de estas característica le ayudamos a que conozca los patrones típicos y pueda moverse en el laberinto, recuperar más dinero o pillar a más blanqueadores”, señala Pavía.
El proyecto de investigación parte de la premisa de que los blanqueadores de capitales se suelen organizar en grupos para llevar a cabo su actividad delictiva, que responde a patrones tanto de estrategia como de ubicación geográfica que pueden ser representadas en modelos y estructuras de red para mejorar la eficiencia en el rastreo y detección de los delitos económicos y financieros por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de jueces y fiscales.
El trabajo divide por grupos los delitos de blanqueo, según sus características, estructuras y, sobre todo, su localización geográfica, lo que permite a los investigadores definir una red de actividades ilícitas en función de su tipología. Una vez creados los modelos mediante métodos econométricos, podrán ser comparados y puestos a disposición de las autoridades judiciales y policiales.
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