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El PP se salta su propio plan de movilidad y prioriza el tráfico privado frente al transporte público en la calle de Colón de València

La calle de Colón con los dos carriles bus habilitados actualmente.

Carlos Navarro Castelló

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El transporte público dejará de tener prioridad en la calle más comercial de València en favor del vehículo privado. El Ayuntamiento de València tiene previsto “revertir las condiciones de movilidad de la calle de Colón, y primar la seguridad y la accesibilidad de todas las personas usuarias de esta vía, sin olvidar las necesidades del vecindario y comerciantes de la zona”.

Este fue el mensaje que los concejales del equipo de Gobierno municipal del PP que dirige María José Catalá, Jesús Carbonell i Paula Llobet, transmitieron a representantes de la Asociación Vecinal Pla de Remei-Gran Vía, con quienes se reunieron para “buscar soluciones que, avaladas con auditorías de seguridad, permitan revertir la planificación viaria acometida en esta céntrica calle de la ciudad durante el primer semestre de 2020”.

En este encuentro, “la primera de una serie de reuniones con agentes sociales para consensuar el rediseño de esta zona”, los concejales anunciaron que “entre las acciones prioritarias para el equipo de gobierno se encuentran la supresión de uno de los dos carriles bus-taxi y la reordenación del tráfico privado hacia el centro de la ciudad, con acceso libre desde la plaza de la Porta de la Mar”.

Paradójicamente, esta reversión de la reordenación del tráfico en Colón va en contra de lo que marca el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en 2013 con los votos a favor del grupo popular que dirigía con mayoría absoluta Rita Barberá, mientras el PSPV y Compromís se abstuvieron y Esquerra Unida votó en contra.

El documento propone una serie de medidas para ganar espacio peatonal en el centro histórico y para priorizar el transporte público en diferentes viales, entre ellos la calle de Colón.

En concreto, el PMUS propone “liberar parte del espacio dedicado hoy en día al tráfico privado hacia modos más sostenibles como el peatón y la bicicleta, en su caso. Y, simultáneamente, se estaría reduciendo la cantidad de vehículos (con la problemática que ello conlleva) a la vez que se estaría garantizando siempre la accesibilidad de vecinos y actividades económicas a la zona”.

En cuanto al transporte público, el PMUS apuesta por “la mejora de la velocidad comercial de la EMT, junto con otras actuaciones de racionalización del uso del vehículo privado, lo que permitiría al autobús urbano ser competitivo con otros modos de transporte y por lo tanto, mejorar su demanda”.

Para ello, propone crear “plataformas reservadas para el transporte público, con carriles bus con distintos grados de segregación, con la mejora de la gestión y priorización semafórica, con priorización de acceso a centros urbanos, con contracarriles o con itinerarios más cortos”

El mapa dispuesto en el PMUS establece una seria de viales en los que habría que aplicar estas medidas, entre ellas el eje de Colón, Xàtiva y Guillén de Castro.

En cuando al argumento de la falta de seguridad de esta vía, la realidad es que según los datos del anuario estadístico de València, el total de accidentes de tráfico (incluido bicis, patinetes y viandantes) en el distrito de l'Eixample ha bajado de los 569 de 2018 a los 532 de 2022. En el conjunto de València, en 2018, un año después de la puesta en marcha del anillo ciclista que recorre la calle de Colón, se vieron implicadas en accidentes 452 bicicletas, un 2,9% del total de vehículos implicados en accidentes. En 2022, con un 300% más de usuarios ciclistas, se vieron implicadas en accidentes 548 bicicletas, un 4% de todos los vehículos implicados en accidentes.

Los vecinos piden una reurbanización integral y los comerciantes más información

El vocal de movilidad de la Asociación Vecinal Pla de Remei-Gran Vía, Malek Murad, uno de los presentes en el encuentro con los concejales Llobet y Carbonell, explicó que aunque estaban de acuerdo inicialmente en la necesidad de reducir el tráfico en la calle de Colón, se han generado algunos aspectos indeseados tras los cambios que se realizaron en 2020 que conviene corregir: “La Gran Vía Marqués del Turia está saturada en horas punta, es la tercera que más tráfico soporta en la ciudad con los problemas de contaminación y ruido que conlleva, lo mismo que calles como Grabador Esteve y Sorní, que se usan ahora en gran medida para entrar a Colón, donde también se producen problemas por acumulación de vehículos en los giros para entrar a aparcamientos o para girar a calles perpendiculares”.

Por este motivo, trasladaron al equipo de Gobierno la necesidad de acometer alguna solución mixta que, si bien permita algo más de tráfico privado, no sea volviendo a la anterior situación: “Una posible solución puede ser abrir Colón, desde Puerta de la Mar con dos carriles bus y uno privado y que a partir de Conde Salvatierra pase a dos privados y uno para EMT, pero son propuestas que deben valorar los técnicos. Lo que tenemos claro es que más allá de la solución provisional que se adopte, la calle de Colón requiere de una remodelación integral y ahí los vecinos tenemos mucho que aportar”.

Desde la Federació d’Associacions Veïnals de València se mostraron críticos con la eliminación de un carril para transporte público de la EMT en la calle de Colón. Fuentes de la entidad insistieron “en la necesidad de priorizar siempre el transporte público sobre el privado” si bien, también plantearon que “debe ser prioritario garantizar la seguridad para todo tipo de vehículos, ya sean motorizados o no, y por supuesto para el viandante, que debe estar en el centro de cualquier tipo de modificación en movilidad”.

Del mismo modo, “ha de asegurarse la conectividad para acceder a los barrios colindantes para las personas residentes que se ven obligadas a utilizar el trasporte privado por ejemplo para salir a centros de trabajo o polígonos ubicados fuera de la ciudad, incorporando el concepto de movilidad metropolitana”.

En cualquier caso, desde la Federació d’Associacions Veïnals de València instaron al nuevo equipo de Gobierno a que, tanto ésta como cualquier otra modificación viaria, “ha de proyectarse y trabajarse de manera consensuada con los vecinos y las vecinas, hecho que esperamos que ocurra de la manera más ágil y participativa, y no después de que se hayan tomado las decisiones unilateralmente por parte del Gobierno municipal”.

Desde la Asociación de Comerciantes del Centro de València solicitaron en primer lugar una reunión para conocer de primera mano los detalles de la actuación anunciada, pero de entrada se mostraron partidarios de buscar una solución mixta que permita una mayor frecuencia de paso de autobuses de la EMT, pero que al mismo tiempo no genere problemas al transporte privado en los accesos a los aparcamientos y en los giros a las calles adyacentes. Además, pidieron cambios de ubicación de algunas paradas de taxi y de varias islas de contenedores.

La concejala del PSPV, María Pérez, criticó que “la modificación planteada por el PP se reduce a eliminar un carril bus en favor de uno para vehículo privado” y ha añadido que “las prioridades del transporte público son importantísimas para dar un servicio de calidad y con esta primera modificación de la calle de Colón lo que se producirá será un aumento del tráfico de autobuses con la afectación que eso tendrá para los trabajadores y trabajadoras que cogen el bus todos los días”.

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