Fallece otro migrante por las corrientes del río Bidasoa mientras intentaba entrar a nado en Francia
Las aguas del río Bidasoa, que separan Irún y Hondarribia de Hendaya y hacen las veces de frontera natural entre España y Francia, se han cobrado este domingo la vida de otro migrante en tránsito que trataba de acceder a territorio francés. Desde hace años, en un espacio aparentemente abierto por ser parte del espacio europeo de Schengen, las autoridades franceses realizan fuertes controles de acceso por carretera para impedir el paso de extranjeros sin residencia, incluso con devoluciones en calientes. En los últimos meses ello ha motivado que se busque como alternativa el intento por vía acuática y en mayo ya se produjo un fallecimiento. En estas semanas otros jóvenes en tránsito han sido rescatados con vida.
Según ha informado la Ertzaintza, han sido dos las personas que se han lanzado al agua para “cruzar a nado hacia territorio francés”. Uno de ellos “sí ha conseguido su objetivo” -lo que no le garantiza que no sea posteriormente reenviado a España- pero el otro “se ha hundido nada más entrar en el agua, desapareciendo”, añade la Policía vasca. Se ha abierto una investigación para conocer la filiación de esta personas, cuya edad o nombre se desconocen por el momento.
Hacia las 9.45 horas, un vecino de la zona ha observado lo ocurrido y se ha lanzado al agua para ayudar a esta persona, si bien la fuerza de la corriente le ha obligado a ponerse a salvo a sí mismo sin lograr su objetivo. Hasta el lugar se ha desplazado un helicóptero de la Ertzaintza y equipos de rescate del cuerpo, buzos de la Cruz Roja y Bomberos. Estos efectivos solamente han podido constatar la localización del cadáver hundido en el río. Se encontraba en parada cardiorrespiratoria y las maniobras de reanimación han sido infructuosas.
La zona es un punto de habitual de acumulación de migrantes, incluso durmiendo en la calle, por el muro que 'de facto' supone para ellos el control policial de Francia. El punto de inicio de esta crisis se dio en 2015, cuando al amparo del endurecimiento de los controles por la amenaza yihadista se empezó a bloquear el paso a personas extracomunitarias en puntos como el puente de Santiago o el peaje de Biriatou.
La red ciudadana de apoyo a los migrantes Irungo Harrera Sarea ha convocado ya una protesta en la plaza de San Juan de Irún para este lunes a las 19.00 horas. “No podemos tratar esa muerte como un suceso. Es un hecho que responde a un contexto: las políticas de control racistas que empujan a las personas migrantes a asumir riesgos mortales. Ya son tres las personas muertas en Bidasoaldea porque los Estados y la Unión Europea no respetan el derecho a la libre circulación y las vías seguras”, denuncian tras haber conocido la noticia. Entienden también que “hay muchos responsables”: “Es una sangría con muchas manos que la cocinan”. Reclaman una acogida digna frente al maltrato “sistemático” durante todo el viaje migratorio. “Seamos un referente positivo y no un eslabón más en la cadena de muerte. No podemos naturalizar la muerte como algo inherente a la migración”, apostillan para reclamar que la familia de la víctima reciba toda la información de lo ocurrido “cuanto antes”.
“¿Por qué para perseguir una vida digna hay que jugarse la vida?”
En Twitter, el alcalde de Irún, el socialista José Antonio Santano, ha lamentado la muerte y ha advertido de que “Europa tiene ante sí una responsabilidad que no puede ignorar. ”De nuevo las aguas del Bidasoa son testigo de la muerte de una persona que intentaba pasar a nado hacia Francia“, ha escrito con ”tristeza e impotencia“. Por su parte, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha mostrado su ”más profundo pesar“ ante esta muerte que, según ha recordado, es la segunda que se produce en las mismas circunstancias ”en pocos meses“. ”Este hecho tan dramático es la consecuencia directa de una situación de injusticia ante la que no podemos permanecer de brazos cruzados“, ha defendido, según recoge Europa Press. Y ha añadido: ”La realidad de las personas migrantes necesita ser abordada desde el respeto más escrupuloso a los derechos humanos, la solidaridad y la dignidad humana. Y eso requiere de una firme voluntad política, a todos los niveles institucionales, para dar respuesta a la situación que viven las personas en tránsito, pero también para adoptar medidas estructurales que eviten que estas personas se vean abocadas a arriesgar su vida en busca de un futuro“.
“¿Por qué para perseguir una vida digna hay que jugarse la vida?”, se ha preguntado en voz alta el director de Inmigración y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta, quien ha mostrado la “consternación” del Ejecutivo. Ha calificado lo ocurrido como “un fracaso colectivo” y ha urgido a “hacer posible tránsitos seguros”. “Es impactante que una persona pierda su vida intentando buscar una oportunidad”, ha señalado.
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