El fiscal de la trama rusa asegura en su informe que Trump intentó controlar y destruir la investigación
El Departamento de Justicia de EEUU ha hecho público este jueves el informe que recoge las conclusiones del fiscal especial Robert Mueller después de dos años de investigación para desentrañar las presuntas relaciones entre el equipo de campaña de Donald Trump y el Kremlim durante la carrera electoral del año 2016.
Minutos después de la rueda de prensa en la que el fiscal general William Barr ha hecho un repaso a los principales resultados del informe, una versión censurada del documento de 448 páginas firmado por Mueller se ha publicado en abierto en la web del Departamento de Justicia.
El informe de Mueller detalla cómo el presidente Trump intentó en varias ocasiones tomar el control de la investigación de la trama rusa, según informa la agencia estadounidense Associated Press. El fiscal especial asegura que el fulminante despido del director del FBI -James Comey- en plena investigación, la directiva que el presidente envió con orden de despedir a Mueller y los esfuerzos de la Casa Blanca para que los testigos no cooperen con la investigación, son algunos de los “diez episodios” con los que Trump podría haber incurrido en un delito de obstrucción a la Justicia.
Los esfuerzos de Trump para controlar e influir la investigación de la trama rusa fueron, según destaca el informe, “en su mayoría infructuosos” gracias a que el equipo del presidente “se negó a cumplir sus órdenes”. Entre aquellos que se negaron a obedecer al inquilino de la Casa Blanca para interferir, Muller destaca a Comey, al exabogado Don McGahn y al exgerente de campaña Corey Lewandowski. Comey y Lewandowski fueron despedido por Donald Trump.
Sobre los contactos del entorno de Trump con Rusia, el fiscal especial da por acreditados los contactos entre el embajador ruso Sergei Kislya y el equipo de campaña del ahora presidente en abril de 2016 y en la convención del Partido Republicano de aquel año. Mueller define esos encuentros como “breves, públicos y no sustanciales”.
Robert Mueller asegura en el informe que para aclarar si el presidente obstruyó la acción de la Justicia sería necesaria un escrutinio mayor. En su rueda de prensa el fiscal Barr, miembro de la administración de Donald Trump, ha reconocido que existen estos “diez episodios”, pero ha asegurado que discrepa de la interpretación que hace el fiscal especial.
Según el fiscal general Barr, no existen “pruebas suficientes” para acusar a Donald Trump de un delito de obstrucción y tampoco hay evidencias de que el equipo de campaña del ahora presidente y Rusia conspirasen para forzar su llegada a la Casa Blanca.
Desde primera hora de la mañana el presidente ha utilizado su canal de comunicación habitual, la red social Twitter, para presentarse como una víctima del “acoso presidencial” y para recomendar a sus seguidores que vieran la rueda de prensa de William Barr dos de cadenas conservadoras afine: Fox News y One American News.
Mientras el fiscal general aseguraba que las principales conclusiones del informe Mueller son que no aporta pruebas suficientes para acusar a Trump de obstrucción y que no ha quedado demostrada la trama rusa, el presidente ha celebrado sus palabras por partida doble: con un vídeo en el que tacha la investigación de un intento de derribar su presidencia y con una imagen que imita el estilo de Juego de Tronos para cargar contra “los haters y los demócratas de la izquierda radical”. “Game Over”, escribe el presidente con una tipografía que imita la de la serie estrella de la cadena HBO.
Barr ha aprovechado su comparecencia para responder a las peticiones de algunos congresistas de acceder a una versión sin censurar del informe del fiscal especial. El fiscal general ha asegurado que entregará a un grupo específico de congresistas una copia en la que solo permanecerán censurados los datos que siguen bajo secreto de sumario.
El futuro del presidente Donald Trump depende de la decisión que tome el fiscal general, que ha insistido en su comparecencia en que no hay obstrucción de la Justicia en la investigación de Robert Mueller. Cabe recordar que la figura del fiscal general depende de la Casa Blanca y que Barr fue nombrado por el propio Trump y forma parte de su gabinete.