La política italiana se atasca en la búsqueda de un jefe de Estado imparcial
Los partidos italianos se han enredado en la búsqueda de un jefe de Estado imparcial, trazando una maraña de hipótesis que no satisface a nadie pese a que este jueves se redujo el quorum de votos necesario para su elección en el Parlamento, que este viernes celebra la quinta votación.
Llevan desde este lunes contando papeletas en el Parlamento, pero la “fumata blanca” sigue sin llegar, mientras los líderes proceden con sus reuniones para consensuar un nombre más o menos “imparcial” para la presidencia de la República durante los próximos siete años. La Cámara de los Diputados acoge esta importante votación, en la que participan 630 diputados, 321 senadores y 58 consejeros regionales, y que funciona como una especie de casting en el que cada partido propone su candidato para el cargo.
Los bloques de izquierda y derecha están condenados a entenderse por no sumar por sí solos. El quorum para la elección ha pasado este jueves de los dos tercios del hemiciclo (673 votos) a la mayoría absoluta (505).
Las votaciones se reanudarán a las 11.00 hora local en el romano Palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados, aunque por ahora no habrá dos votaciones al día, tal y como pedían numerosos exponentes. No se espera una rápida salida, pues las fuerzas políticas siguen enrocadas y no ha habido acercamiento alguno para consensuar un nombre.
A pesar de que lo habían anunciado en varias ocasiones, la coalición de derechas y la progresista aún ni siquiera se han reunido, aunque el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha invitado a una reunión de las fuerzas que forman la mayoría de Gobierno que apoya a Mario Draghi.
Todo indica que se repetirá la “fumata negra” al no haberse alcanzado un acuerdo, al menos hasta ahora, ya que todo es posible en la impredecible política italiana. Se trata de un “cónclave” que transcurre lento, primero por las medidas contra el coronavirus, que obliga a los parlamentarios a pasar por la urna en grupos de 50 y por orden alfabético, y también por el recuento y proclamación de unos mil votos.
La presidenta del Senado, candidata de la derecha
Tras el nuevo fiasco en el Parlamento este jueves, los partidos se han vuelto a reunir en sus respectivas alianzas para trazar la línea de este viernes, cuando se espera que la izquierda empiece a dar nombres.
La derecha, formada por la conservadora Forza Italia y los ultraderechistas Hermanos de Italia y Liga, ha puesto contra la pared al llamado frente progresista, formado por el Partido Demócrata (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), al asegurar que elegirán en la votación a la presidenta del Senado, María Elisabetta Alberti Casellati. Según el diario italiano Corriere della Sera, Casellati fue la primera mujer en ocupar este cargo, forma parte de Forza Italia desde su fundación en 1994 y fue subsecretaria de Estado en varias ocasiones, dos de ellas bajo el Gobierno de Berlusconi.
Se trata de una figura que el PD había rechazado completamente, pues la mayor formación progresista del país considera que “elegir al segundo cargo institucional del Estado es algo inaceptable y que jamás se había visto en la Historia de la República”.
Según los medios de comunicación, con la votación a Casellatti la coalición de la derecha pretende dividir a los progresistas, ya que el M5S podría abrazar esa opción. “Honestamente, me pregunto si hice bien en confiar en la derecha”, ha dicho, según los medios, Enrico Letta sobre la propuesta unilateral de la derecha. “La impresión es que han tratado de dividirnos con sus propuestas y solo con ese objetivo y no de encontrar una solución”.
Se espera que la izquierda mueva ficha y finalmente proponga algún nombre que contraponer a la derecha o, como circula en las últimas horas, se incline por volver a pedir a Sergio Mattarella, que repita como Jefe de Estado, aunque él siempre ha rechazado esta posibilidad. “No descarto la hipótesis de que también puede haber un Mattarella bis, sería una exageración contra Mattarella y extremadamente incorrecta, pero o el asunto se resuelve en las próximas horas o esta hipótesis está en el campo con fuerza”, ha dicho el líder de Italia viva, Matteo Renzi.
El escrutinio de este jueves arrojó una nueva marea de nombres, encabezada por el presidente saliente, Mattarella, que obtuvo 166 papeletas, una cifra al alza interpretada como una exigencia de los electores, que votan anónimamente, para que se llegue a un acuerdo de una vez. Le siguió en la lista el magistrado antimafia Nino Di Matteo (56), el sociólogo Luigi Manconi (8), la actual ministra de Justicia, Marta Cartabia (6); el primer ministro, Mario Draghi (5), o el expresidente del Gobierno Giuliano Amato (4).
También salieron en la lista dos de los nombres que suenan para el cargo, el democristiano Pierferdinando Casini (3) y la jefa de los servicios secretos, Elisabetta Belloni (2). Ni rastro de uno de los nombres que circulaba entre los partidos, el de Sabino Cassese, juez del Tribunal Constitucional y exministro de 87 años de edad.
Sobre la mesa ha persistido la propuesta del actual primer ministro, Mario Draghi, aunque con menos fuerza que en los últimos días debido a que su “ascenso” al Palacio del Quirinal haría tambalear al Ejecutivo y nadie, excepto Meloni, quiere ir a elecciones.
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