Lluvia de propuestas de los líderes mundiales en la Cumbre de los ODM

La Cumbre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)

dio su pistoletazo de salida ayer en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Allí los jefes de Estado y de gobierno de 140 países se reunieron para tratar temas como la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades.

Uno de los participantes fue el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien afirmó que los Objetivos de Desarrollo del Milenio son alcanzables pese a los obstáculos y el escepticismo.

En su discurso, Ban sostuvo que tampoco es un impedimento la proximidad del 2015, la fecha fijada como límite para alcanzar los ocho objetivos que incluyen, entre otros, la disminución a la mitad del hambre y la pobreza extrema, así como la reducción de la mortalidad materna e infantil y de epidemias como el SIDA y la tuberculosis, además de la educación universal y el acceso al agua y la sanidad.

Ban recordó que las historias de éxito en materia de desarrollo son más cada día,

pero advirtió que estos progresos aún son frágiles, por lo que urgió a los gobiernos a impulsar sus políticas y a consolidar estos logros.

“Debemos alcanzar ese futuro con determinación, usando las herramientas que tenemos y aportando los recursos que necesitamos. Pero sobre todo, debemos ejercer un liderazgo político. Los exhorto a hacer suyos los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, dijo Ban a los líderes mundiales que se dan cita en la sede de la ONU en Nueva York.

El jefe de Naciones Unidas consideró que nadie debería sentirse satisfecho mientras tanta gente carezca de las condiciones básicas para vivir dignamente o mientras el miedo y la desesperación afecten a la familia humana.

Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, instó a los líderes mundiales a que adopten un enfoque de derechos humanos en el documento final de la Cumbre.

Pillay explicó que el énfasis actual puesto en promedios y cifras, deja de lado con frecuencia a grandes segmentos de la población. Citó como ejemplo la meta que propone reducir el hambre a la mitad, dijo que aún si eso se lograse, más de 400 millones de personas continuarían hambrientas.

La Alta Comisionada indicó que algunos grupos poblacionales como los niños, las minorías y los que sufren discriminación son cada vez más ignorados por las políticas de desarrollo, las cuales no alcanzan a incluir a quienes más lo necesitan y con ello fallan en cerrar las brechas de la pobreza.

Subrayó que los principios de equidad, no discriminación y participación significativos deben guiar a los gobiernos en sus políticas.

Propuestas de los gobernantes

También tomó la palabra en este primer encuentro, el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien planteó a la Asamblea General de la ONU cuatro medidas para reducir la pobreza.

Lo primero, dijo Morales, debe ser la nacionalización de los recursos naturales y la recuperación de las empresas estatales de manera que los dividendos que generen se queden en los países y beneficien a los pueblos.

“Segundo, establecer soberanamente reglas para la inversión extranjera que aseguren que la mayoría de los beneficios sean para el Estado, y haya reinversión de las utilidades en el país”, explicó.

El mandatario lamentó que los servicios básicos en muchos países estén en manos del sector privado y sugirió considerarlos derechos humanos, incluyendo además del agua, a la electricidad y la comunicación.

Además, Morales propuso romper con la dependencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial y crear una institución financiera del sur para los países en vías de desarrollo que no imponga condiciones y ajustes estructurales.

“Cuando Bolivia estaba sometida al Fondo Monetario Internacional, Bolivia nunca se levantaba.

Ahora que nos hemos liberado del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial … esperamos liberarnos socialmente, culturalmente, financieramente, y económicamente. Sin el Fondo Monetario Internacional ahora estamos mejor que antes“, enfatizó.

Por su parte, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, llamó a iniciar un nuevo acuerdo global que guíe las acciones y metas de desarrollo más allá de 2015.

Lobo señaló que si bien se han hecho progresos, en 2010 el mayor reto sigue siendo incorporar a los beneficios del crecimiento económico mundial a 1.000 millones de personas que aún viven en extrema pobreza.

“La solidaridad de los países de alta renta, la buena gestión de los gobiernos de los países beneficiarios y el esfuerzo de sus ciudadanos son indispensables para terminar con las ataduras de la enfermedad, del hambre y de la ignorancia”, dijo el mandatario.

Subrayó que la lucha contra la pobreza y el hambre requerirá de esfuerzos adicionales que pasan por reconocer la responsabilidad colectiva de proteger y compartir los “bienes comunes globales”.

“Entre estos debo mencionar la solidaridad mediante la Ayuda Oficial al Desarrollo

. Otro bien global debería ser el manejo prudente de nuestras economías“, añadió.

Otro mandatario de Centroamérica, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, también participó en esta primera reunión. Colom afirmó que su país ha hecho buenos avances hacia el logro de los ODM, pero reconoció que éstos todavía son insuficientes.

Colom señaló que tres de los indicadores en los que ha habido retrocesos están relacionados con los asuntos medioambientales. “El cambio climático está golpeando al mundo. Guatemala es uno de los cuatro países del mundo más vulnerables al cambio climático. Y los efectos del cambio climático nos han hecho hacer inversiones aún dobles y luchar contra esta agresión de la naturaleza”.

Estos costos, subrayó el presidente guatemalteco, se están reflejando en el alza de los precios de la comida y en el aumento de la desnutrición aguda en el país.

“Yo quisiera hacer énfasis en que la lucha contra la pobreza es una lucha de invertir en los que tienen menos para que todos tengamos más.

Invertir en aquellas áreas que han sido devastadas por los rezagos y los abusos del pasado“.

Los líderes europeos

Desde Europa tomaron la palabra el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el mandatario galo, Nicolas Sarkozy.

Rodríguez Zapatero sostuvo que es necesario encontrar fuentes innovadoras para impulsar el desarrollo, y apoyó el establecimiento de un impuesto a las transacciones financieras.

“Hay que instaurar una tasa sobre las transacciones financieras internacionales destinada a cumplir los Objetivos del Milenio, y mi gobierno se compromete a defenderlo, a llevarlo a la práctica, a aplicarlo en todos los foros internacionales”, dijo, sumándose a la propuesta hecha por Francia.

El mandatario reconoció que en España los ajustes ocasionados por la crisis han afectado la Ayuda Oficial al Desarrollo, pero aclaró que esto es sólo temporal.

Destacó que su país ha duplicado esa ayuda en los últimos seis años, y garantizó mantener el compromiso hasta alcanzar el objetivo del 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2015.

Anteriormente Sarkozy había pedido a la comunidad internacional que apruebe un impuesto a las transacciones financieras para ayudar a los países pobres a cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

“Las finanzas se han globalizado, por lo tanto, por qué no pedir que participen en la estabilización del mundo mediante un impuesto a cada transacción”, planteó Sarkozy.

Recordó que su país ocupa el segundo lugar entre los europeos que dan más ayuda oficial al desarrollo, y lo mismo ocurre en relación al Fondo Global contra la Tuberculosis, el SIDA y la Malaria. En este sentido, anunció que Francia incrementará en un 20% el aporte a ese Fondo durante los próximos tres años.