Día 1 en el bus eléctrico y gratuito de Almeida: “Pagaría para que dejásemos de contaminar”

Madrid tiene una nueva línea de autobús, sin coste para los usuarios y ni para el medio ambiente. La 001 ha comenzado a circular puntual a las cuatro de la tarde y en algo más de media hora —ni siquiera los autobuses de cero emisiones se libran del tráfico de la Gran Vía— ha cruzado la capital, conectando Atocha y Moncloa.

Esta nueva línea se completará con la 002, que se estrenará el próximo 3 de marzo y abarcará desde Argüelles hasta Puerta de Toledo. Así lo ha explicado esta mañana el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en un acto con el que dota por primera vez de contenido Madrid 360, su plan para contentar las exigencias medioambientales de Bruselas: “Aquí empieza el futuro de la sostenibilidad en Madrid”, ha afirmado junto al consejero de Transportes.

Algo tímidos y en el momento inicial superados en cantidad por la prensa, han comenzado a subir los primeros viajeros al autobús, de un azul más claro que el resto de la EMT. “Vengo por gusto, me he enterado por los informativos”, cuenta Víctor, de 42 años. A su lado Felipe, estudiante de 19 años, asiente: ambos forman parte de un grupo de WhatsApp en el que comentan asuntos y curiosidades relacionadas con el transporte, y han querido ser los primeros en conocer esta “novedad en Madrid”.

Una decena de autobuses eléctricos pasarán con una frecuencia de siete y ocho minutos de lunes a viernes, y de diez los sábados. Los usuarios no tendrán que pagar nada y en este primer viaje ni siquiera han tenido que validar el billete. Sí va a costar 2,2 millones de euros a las arcas públicas a pesar de que la estrategia de Almeida, que sustituye al Plan A y la iniciativa de Madrid Central para mejorar la calidad del aire impulsados en la anterior legislatura, no está aprobado todavía. En total, el Ayuntamiento prevé gastar cerca de 10 millones de euros: otros 2,2 millones en la línea 002 y el resto en una nueva ruta que recorra el perímetro madrileño y que se estrenará en primavera.

“Me parece muy bien que sea gratuito, así cojo menos el coche”, señala Farida, pensionista que ha venido desde Parla para darse una vuelta en el nuevo autobús. “Si el transporte es gratis tendrá mucho tirón, vivo en la zona así que lo utilizaré mucho. Aun así, el abono hay que tenerlo”, apuntala María Clara.

Muchos usuarios se han subido confundidos de no tener que pagar porque no conocían que la línea comenzaba a operar esta tarde. “No sabía que era el estreno. Es una línea que te lleva por todo el centro y me viene muy bien. No estaba segura si tenía que pagar”, confesaba otra viajera que había intentado sin éxito validar su abono. A pesar de que se había anunciado hacía semanas, no ha existido un despliegue grande de publicidad, y muchas de las personas que se han montado en estos primeros viajes lo han hecho sin saber que era una nueva línea de transporte. “Pensé que empezó por la mañana, esto sí que es una sorpresa. Creía que ya estaba estrenado, ahora a dar un paseo”, explicaba contenta otra usuaria.

Quizá el más informado del autobús era Santiago, un niño de 10 años que conocía las peculiaridades de la línea porque lo había hablado con sus compañeros en el colegio. “Lo voy a coger todos los días para ir a casa. Aunque sea gratis, yo pagaría para que dejásemos de contaminar”, señalaba convencido.

Y es que los usuarios de estos primeros viajes destacaban el cuidado con el medio ambiente como la característica que más les atrae de la iniciativa: “Deberían ser todos iguales, no gratuitos pero cero emisiones”, señala Elsa, que se ha montado en la línea de casualidad. “Estas medidas eliminan un poco la contaminación, aunque es necesario más transporte público como este”, proseguía Segundo, que había caminado desde su oficina de conserje hasta una parada cercana a Atocha para probar el nuevo autobús.

Kelly, que se ha montado en Princesa porque ha visto que había una nueva línea que iba hasta Moncloa, se mostraba menos optimista: “Me parece bien, pero esto no hará que la gente que usa coche deje de cogerlo”. Y en una dirección similar han apuntado esta mañana colectivos ecologistas: “Que sean líneas gratuitas es un ejercicio de propaganda porque no servirá para captar viajeros del coche y en cambio restará a las líneas normales”, señalaba Adrián Fernández, responsable de Movilidad de Greenpeace, en una información de Sofía Pérez.

De Atocha a Moncloa, 36 minutos de viaje en autobús sin emisiones y sin coste. La 001 no sustituye a otras líneas, pero sí aúna los trayectos de otras, y eso tampoco termina de convencer: son zonas ya muy transitadas y conectadas tanto por autobús como metro. A pesar de todo, los pasajeros, se hayan montado de casualidad o hayan venido para estrenar el autobús, se muestran optimistas y dispuestos a apoyar la iniciativa.