El Ayuntamiento de Madrid impide entrar a una sala de estudio de Legazpi a mayores de 35: “Discriminan por edad”
El Ayuntamiento de Madrid inauguraba en junio el Centro Intergeneracional Ouka Leele, en el número 16 de la calle del Bronce. Dividido en un centro juvenil ya operativo y un centro de mayores que según fuentes municipales abrirá “próximamente”, se trata de una de las primeras dotaciones públicas en el Barrio de los Metales.
Bautizado así por la cantidad de vías con nombres metalúrgicos, en realidad es un barrio oficioso dentro de Legazpi (en el distrito de Arganzuela). Desarrollado y ampliado en las últimas dos décadas, su población se compone mayoritariamente de familias jóvenes con hijos. Vecinos que llevaban años reclamando equipamientos como el Ouka Leele, que homenajea en su nombre a la polifacética artista y fotógrafa madrileña fallecida en 2022.
Lorena recuerda que no cuentan con ninguna biblioteca o instituto público en la zona. Reprocha además a las administraciones la infrautilización de los terrenos de Adif en la zona, parcialmente cedidos ahora a una empresa privada que los explota con el Espacio Ibercaja Delicias. Es por ello que el centro fue muy bien recibido en el barrio. “Lo abrazamos con emoción”, dice incluso Lorena. Ahora, sin embargo, el funcionamiento del espacio ha suscitado una polémica: “No dejan pasar a personas mayores de 35 a su sala de estudio”. Para esta residente se trata de “un caso claro de discriminación por edad en un lugar público”.
De la celebración al enfado
El Ouka Leele llegaba al Barrio de los Metales como agua en el desierto: “Cuando el proyecto se va perfilando, vemos que va a tratarse de un centro para jóvenes, cosa con la que estamos a tope. Está muy bien que tengan un espacio para hacer sus coreografías, para jugar a juegos de rol y en general para hacer cosas que les interesen. Nos encanta esa parte de ocio y sociabilidad en un espacio público, pero creemos que no tiene sentido aplicar restricciones en la sala de estudio”.
Las cosas comenzaron a torcerse cuando se percataron de las restricciones en la entrada a la sala de estudio. “El mundo ha cambiado y ahora existen muchas personas que seguimos estudiando más allá de los 35. Impedirnos o limitarnos el acceso no tiene sentido”, comenta Lorena.
La vecina decidió enviar un formulario de reclamación al Ayuntamiento en septiembre. El Gobierno municipal optó entonces por introducir una enmienda transaccional que permitirá el acceso en determinados intervalos por determinar a los mayores de 35, siempre que se acepte su solicitud previa.
Un Centro Intergeneracional que todavía no termina de serlo
Para Lorena, esto sigue preservando “el edadismo”. Reclama un uso libre y bajo las mismas condiciones del espacio público por parte de todos los vecinos: “De lo contrario, no hay consonancia con el carácter intergeneracional que se busca en el centro y que nos parece superadecuado”.
Desde el área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Consistorio, dirigida por el concejal José Fernández, se defienden: “El Centro Intergeneracional Ouka Leele todavía no está operativo en su concepción de espacio de convivencia y participación conjunta en actividades entre personas mayores y jóvenes. Por el momento, solo está funcionando el centro juvenil. El centro de mayores abrirá próximamente. En consecuencia, se están aplicando las normas propias de los centros juveniles, cuyos usuarios tienen entre 14 y 35 años”.
Estas fuentes aseguran que el Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida solucionará la problemática cuando el centro se convierta en un espacio intergeneracional, más allá de su condición actual de centro juvenil: “Cuando se inaugure el centro de mayores se establecerán las normas pertinentes en el recurso para que exista esa convivencia intergeneracional”.
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