Los taxistas bloquean la Castellana para exigir negociar a la Comunidad
La huelga de taxis, que en Madrid se inició el pasado lunes, ha subido de nivel y cambiado el foco de sus protestas: se han trasladado de Ifema al Paseo de la Castellana, donde desde la noche del sábado ocupan sus carriles centrales, impidiendo la circulación rápida de norte a sur en ambos sentidos.
La manifestación, que no está autorizada, ocupa la calzada central entre la Plaza de Colón y la Plaza de San Juan de la Cruz. Sí que se puede atravesar la vía por los carriles de servicio, y cruzar -de momento- de los distritos de Chamberí a Salamanca por las calles de conexión habituales que atraviesan la Castellana.
Los taxistas exigen a la Comunidad que se vuelva a sentar a la mesa de negociación, después de rechazar su última oferta este viernes, que proponía una distancia mínima para contratar los servicios de las compañías VTC (Uber y Cabify) de entre 300 y 500 metros. Los taxistas lo consideran insuficiente y piden que Madrid regule el sector igual que ha hecho Cataluña, donde se ha prometido exigir al menos una hora en la precontratación de los servicios, medida con la que se desconvocó la huelga en Barcelona.
Las protestas del sector del taxi han pasado a señalar con ataques personales a diferentes excargos políticos y familiares de cargos electos de partidos como PP, Ciudadanos y PSOE, a los que se acusa de favorecer los intereses de las empresas con VTC. Sus representantes mantienen la huelga indefinida y aseguran que no se moverán de la Castellana hasta no acabar la huelga con un acuerdo satisfactorio.
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