El Chamberí confinado desde hoy: terrazas de Fuencarral y Almagro, cines, parques infantiles en Olavide... y la sede del PP
Desde las 0.00 horas de este lunes, la Comunidad de Madrid ha ordenado el cierre perimetral de una de las principales zonas de salud de Chamberí, la de Eloy Gonzalo. El anuncio del confinamiento fue efectuado el viernes y el decreto que lo habilita legalmente fue publicado el sábado.
Según las restricciones impuestas por la Consejería de Sanidad, los 31.154 habitantes de esta área solo pueden abandonar su área de salud para trabajar, por estudios o para necesidades urgentes (consulta aquí el listado de excepciones), bajo multa mínima de 600 euros. Tampoco pueden entrar visitantes a esta zona básica de salud, salvo en los supuestos antes indicados. Las medidas se extenderán al menos hasta el domingo 2 de mayo, aunque es probable -por cierres anteriores en Chamberí- que se alarguen varias semanas más.
Como las actividades de ocio no están incluidas entre estas excepciones, en la práctica el gobierno de Díaz Ayuso ha prohibido el acceso de no residentes a la abundante oferta existente en esta zona del centro de Madrid. Esto incluye toda la hostelería -con sus terrazas- de las calles Fuencarral, Almagro, General Álvarez de Castro, Trafalgar o la plaza de Olavide. También, por ejemplo, a las salas de cine de las calles Fuencarral o Luchana.
Este es el plano de todas las calles incluidas dentro de este confinamiento:
La orden de la Comunidad de Madrid incluye la clausura de las zonas infantiles situadas dentro del cierre perimetral, lo que afecta a los parques con columpios de la calle Fuencarral y los recientemente reformados en la plaza Olavide. El Ayuntamiento de Madrid precinta estos espacios para evitar su uso. El de la plaza de Chamberí, en el límite, queda fuera de las medidas por estar situado en la zona de salud aledaña, la de Espronceda.
Entre los edificios más destacados que quedan dentro del confinamiento están varios consulados, el Ministerio del Interior o la sede del PP de la calle Génova.
Queda por saber si el confinamiento también acabará temporalmente con la peatonalización de los fines de semana en Fuencarral. En otoño, el equipo de Almeida decidió suspenderla durante la aplicación del estado de alarma en Madrid por la recomendación de no salir a la calle, una sugerencia que ahora también se repite en este área por parte de la Consejería de Sanidad, que pide reducir los desplazamientos y las interacciones al mínimo.
Tercer barrio confinado en Chamberí
El área de Eloy Gonzalo es la tercera en ser cerrada por su elevada tasa de contagios de coronavirus en el distrito de Chamberí. La primera fue la de Guzmán el Bueno, cuyos residentes tuvieron limitados sus movimientos del 26 de octubre al 6 de diciembre, hasta que bajó la incidencia. Después llegó la de Andrés Mellado, más larga, que se extendió del 21 de diciembre hasta el 7 de marzo. Más de dos meses durante los que en lugar de reducirse, la transmisión del virus siguió aumentando.
La medida de los cierres imaginarios -no están anunciados a pie de calle- y su efectividad se ha puesto en duda por numerosos expertos. Lo hacía el epidemiólogo Javier Segura del Pozo en un artículo publicado en Somos Tetuán. El médico, salubrista y miembro del Comité técnico de la desescalada entre mayo y junio de 2020, apuntaba por qué los confinamientos por barrios no tenían apenas efectos: “Para que tengan sentido deben darse una serie de condiciones que no se cumplen. Que la diferencia de casos entre la zona confinada y las de alrededor sea significativamente mayor; que, una vez se haga, se lleve a cabo en serio, no con un sinfín de excepciones. Madrid es una ciudad especialmente porosa, con una distribución norte-sur de los trabajos y los cuidados acusada y el porcentaje de personas que trabajan en las inmediaciones de su casa es bajo. Si a esto le añades que no hay muchos controles, llegamos a la conclusión de que los confinamientos han sido un estado mental, un MacGuffin para que parezca que se está haciendo algo y una proyección de una radicalidad que no es tal”.
Pese a lo cuestionado de la medida, tanto la Policía Nacional como la Local del Ayuntamiento de Madrid establece controles aleatorios en las zonas básicas de salud confinadas. La Consejería de Sanidad recomienda a sus residentes llevar encima el justificante en el caso de que tengan que entrar o salir de estas áreas.
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