Luz verde a construir el nuevo centro de salud de Malasaña sobre el Solar de Antonio Grilo
Hace unos días las fuerzas vivas del movimiento asociativo en Malasaña se juntaban en el salón de actos del Instituto Lope de Vega para presentar una foto del estado actual del barrio, elaborado por Cruz Roja con el patrocinio de La Caixa. La mayoría de los ponentes en la jornada, que contó con vecinos, instituciones privadas y miembros del Ayuntamiento, destacaron la importancia de tener espacios en los que asociaciones y vecinos pudieran juntarse para “hacer barrio” y generar comunidad en torno a ellos.
Uno de los pocos espacios que quedan de este tipo en Malasaña, el Solar de Antonio Grilo, tiene los días -o, más bien, los meses- contados. El Ayuntamiento ha dado el visto bueno a la cesión del uso del terreno a la Comunidad de Madrid para construir allí un centro de salud, a través de un informe con fecha 24 de mayo en el que se invita a suscribir el convenio sobre la parcela de casi 500 metros cuadrados con el Gobierno regional. El nuevo centro servirá previsiblemente para sustituir al existente en dos pequeños locales de la calle Palma (números 51 y 59), cuyo funcionamiento es manifiestamente mejorable y sus instalaciones han sido objeto de denuncia vecinal, principalmente por falta de espacio y de condiciones mínimas exigibles. Ambos locales, que dan servicio a 23.457 usuarios, no son de titularidad pública, sino que están alquilados a razón de una renta anual cercana a los 160.000 euros. Esta es su ubicación:
El centro de salud de Palma 59 fue creado en los años 40 del pasado siglo, tiene 172 m2 y las arcas públicas pagan por su alquiler 3.918 euros mensuales. Hace cinco años se abrió un segundo centro de salud en el número 51 de la misma calle. Éste cuenta con 380 m2 y su alquiler mensual asciende a 9.473 euros.
Lo que de momento se ha aprobado es un informe favorable del Ayuntamiento a la cesión, después de que la Comunidad de Madrid se interesara por la construcción del Centro de Salud, una intención que tiene mucho tiempo pero que en las últimas fechas se ha reactivado. Ahora resta que Consistorio y Comunidad negocien los términos del acuerdo. La fecha de construcción tampoco está cerrada.
“Habrá más espacios para hacer cosas”
“Habrá más espacios para hacer cosas”
El acuerdo ha pillado por sorpresa a los numerosos colectivos que trabajan en Antonio Grilo 8 desde hace años, aunque fuentes municipales hacen hincapié en que la situación de provisionalidad del terreno era conocida por todos. La prueba es que el solar no entró dentro del plan del Ayuntamiento para consolidar el trabajo de colectivos sociales como sí ocurrió en otros espacios similares como el de la calle del Almendro.
“Si la Comunidad daba el paso de pedírnoslo, el Ayuntamiento le iba a ceder el solar. Nunca hemos dicho lo contrario” confirma a Somos Malasaña el concejal de Distrito Centro, Jorge García Castaño. Sin embargo, el edil indica que hay tiempo para reubicar las actividades y a los colectivos que acoge el Solar de Antonio Grilo en otros espacios de la zona. García Castaño adelanta a este periódico la apertura de “un proceso de diálogo” con todos los agentes afectados para ofrecerles que puedan seguir desarrollando su labor social en lugares cercanos como los Jardines del Arquitecto Ribera y otros espacios que no concretó.
El objetivo de todo ello no es solo trasladar la intensa actividad del solar a diferentes espacios: “Esperamos generar aún más”, confirma el concejal, que admite que el momento actual es “difícil” porque “nos faltan edificios para usos comunitarios vecinales en Malasaña, pero de aquí al final de la legislatura vamos a tener más espacios para hacer cosas”. El propio concejal es consciente de la importancia de contar con estos espacios para generar actividad comunitaria alrededor de ellos y en las últimas fechas ha reconocido públicamente el legado del Patio Maravillas y de lo que significó este colectivo para impulsar el movimiento asociativo del barrio.
Seis años, muchos colectivos y miles de horas de trabajo
Seis años, muchos colectivos y miles de horas de trabajo
El Solar de Antonio Grilo fue okupado en junio de 2010 por el cercano Patio Maravillas, entonces en el número 21 de la calle Pez. Lo hicieron para “abrirlo” al vecindario y construir el primer huerto urbano de Malasaña. Seis años después, la intensa actividad del solar ha desbordado las intenciones iniciales del Patio: con un aspecto irreconocible al que tenía cuando fue tomado por el colectivo, ha acogido decenas de actividades y miles de horas de trabajo colectivo para mejorar la imagen y la potencialidad del que era un espacio en desuso, infestado de malas hierbas.
El prometido huerto urbano crece fuerte en una de sus esquinas, mientras que el resto del terreno ha sido progresivamente habilitado para acoger todos los sábados el Mercado Agroecológico de Malasaña, un lugar en el que productores de cultivos, pan, quesos o miel venden sin intermediarios a los vecinos. En otro de sus lados se construyó una zona de descanso, con sombra y bancos. Incluso hay una caseta infantil y un tobogán para los más pequeños. Allí se han celebrado jornadas informativas sobre alimentación, proyectado cine de verano, organizado debates, talleres para mayores y pequeños, comidas vecinales... en su página de Facebook se puede ver una buena muestra de todas sus actividades.
La semana pasada se terminó un gran mural vecinal elaborado con teselas de mosaico, que completa la espectacular obra artística que tiene enfrente: Europa raptada de Casassola, la pintura de mayor tamaño de Malasaña. Colectivos como la Asamblea del 15-M de Malasaña o Tejiendo Malasaña usan habitualmente este lugar para sus reuniones. También la Plataforma Maravillas celebró numerosos actos dentro de las Fiestas del Dos de Mayo.
Aunque algunos miembros de estos colectivos han expresado su malestar a título individual por el anuncio del futuro desalojo del Solar de Antonio Grilo, el espacio valorará la noticia en su próxima asamblea. A ninguno de los colectivos se le escapa que la ubicación ideal para este centro de salud -y tal vez uno mayor de especialidades- hubiera sido el otro solar que quedaba en Malasaña, el de San Bernardo 68, donde están a punto de trasladarse los bomberos del parque de la calle Imperial. También es cierto que desde hace años el solar había entrado en todas las quinielas para albergar ese futuro centro médico que tan sólo ha frenado la falta de dinero en las arcas de la Comunidad en estos últimos años.
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