Un proyecto para Plaza de España que puede cambiar todo Centro
El affaire del Edificio España podría ser sólo la punta del iceberg de una mega operación inmobiliaria que afectará a un entorno amplio de la Plaza de España. A propósito del cambio de uso, e incremento de la superficie edificable del edificio, se han ido sabiendo detalles acerca de la idea del Ayuntamiento de afrontar una remodelación integral del entorno, para construir un eje amplio que llegaría desde el Palacio de Liria al Palacio Real.
Este lunes, 6 de octubre, la alcaldesa presentó el proyecto en el ático de la planta 32 de la Torre de Madrid, introduciendo como novedad la participación ciudadana, vía que se ha experimentado recientemente, para una obra menos ambiciosa, en la remodelación de los Jardines del Arquitecto Ribera.
Un proyecto abierto a la participación ciudadana…con límites
El Ayuntamiento ha abierto una web con la información disponible del proyecto con la idea de que sirva, además, para recibir propuestas ciudadanas que ayuden a configurarlo. En la misma, se puede leer que no plantean una propuesta definida al detalle sino “ un planteamiento de objetivos y global”. Unos principios rectores de funcionalidad y de usos.
¿Qué principios son estos? En cuanto a manifestaciones concretas encontramos el soterramiento del tráfico en la calle Bailén, con un paso peatonal entre dicha calle y Ferraz, o una salida subterránea desde Princesa y la Gran Vía hacia la Cuesta de San Vicente, para evitar los atascos. Entre los principios rectores más generales, el alivio del tráfico, la defensa del medioambiente y, sobre todo, – este es el punto omnipresente en todos los apartados de la documentación – la construcción de un gran entorno comercial que atraiga al turista.
Según el planteamiento, el ciudadano puede influir en el diseño de la zona, sí, pero no en el modelo de centro de ciudad que nacerá del proyecto.
Colaboración público-privada
El equipo de Botella asegura que la operación no costará un céntimo al ciudadano ¿Cómo pretenden conseguirlo? Con la aportación privada de los grandes empresarios a quienes más beneficiaría el proyecto y con la ampliación de las zonas en licitación.
Alrededor de la Plaza de España hay edificios con grandes nombres detrás. Metrovacesa es dueña de la Torre de Madrid ; Dalian Wanda acaba de comprar el Edificio España ; VP Hoteles construirá en el espacio dejado por el reciente derribo de los números 3, 4 y 5 de la plaza ; y Mutua Madrileña es propietaria del edificio de la antigua Real Compañía Asturiana de Minas. Entre todos aportarían 39 millones de euros.
Los otros 40 millones que se estiman necesarios para el mega proyecto saldrían de la nueva licitación por el aparcamiento subterráneo. La actual finaliza en 2017 y se aprovecharía para ampliarlo, creando un gran centro comercial subterráneo con zona cultural aneja. El nuevo aparcamiento tendría accesos directos a los edificios de las empresas contribuyentes, coexistiendo el aparcamiento público y el privado.
Este tipo de financiación público-privada parece ser una de las fórmulas que el Ayuntamiento ha encontrado para sacar adelante proyectos en tiempos de carestía. Recientemente se anunció una gran reforma de la zona de AZCA, en la que gran parte de la financiación correría de parte de los grandes actores comerciantes de la zona.
Talar árboles para construir un pasillo verde
En los puntos del plantemiento de partida del Ayuntamiento se habla de “la plaza como un gran sistema verde de conexión del templo de Debod y el Parque del Oeste, jardines de Sabatini, Plaza de Oriente y Cuesta de San Vicente, Madrid Río”.
La remodelación pasa, sin embargo, por trasplantar y eliminar numerosos árboles y arbustos. De los 455 árboles que hay en la plaza el Ayuntamiento plantea trasplantar 184, extraer 227 y sólo salvar un olmo, un arce y un álamo blanco, que considera de especial interés. Sin embargo, en la plaza hay un buen número de árboles de avanzada edad (olivos centenarios, plátanos, encinas…) e incluso ejemplares catalogados como arbolado singular que no se salvarían. Algo similar sucedería con los arbustos.
Plazos para la ejecución
La idea es dejar atado el proyecto para que sea el próximo consistorio quien lo lleve a cabo. Las obras no se llevarían a cabo, probablemente, antes de 2016. Para empezar, los plazos para la colaboración ciudadana llevan el proyecto hasta enero. Posteriormente, el Área de Urbanismo tendría que incorporar las ideas sugeridas y pulir un plan definitivo. Tras las elecciones municipales, en caso de que el viento sople a favor del proyecto y los nuevos inquilinos del Ayuntamiento quieran llevarlo a término, se procedería a convocar los concursos de adjudicación de las obras.
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