Vídeo homenaje a Casto, el del Palentino, en el segundo aniversario de su fallecimiento

Un 22 de febrero del año 2018 publicábamos en Somos Malasaña la muerte de Casto Herrezuelo, uno de los taberneros más conocidos de Madrid, gracias a una fama que se labró durante décadas atendiendo al otro lado de la barra del Palentino. Su ausencia dejó huérfanos a muchos de sus antiguos clientes que vieron meses después cómo también cerraba el bar después de la jubilación de su otra socia, Loli López.

Hoy, dos años después de su fallecimiento, el vídeoartista Javi Álvarez publica un vídeo que sirve como homenaje a su memoria, grabado meses antes de su desaparición. Algunas de las imágenes formaron parte del documental colectivo Sol de Malasaña pero es ahora cuando podemos ver al completo las escenas de la cotidianiedad del Palentino, con Casto sirviendo cañas o dando de comer a las palomas por la ventana con los restos del pan de los bocadillos que preparaba. Este es el vídeo:

El corto formará parte de un proyecto más amplio llamado Paisaje y Paisanaje que Álvarez estrenará en el próximo Festival de Cans en Galicia, que también incluirá imágenes de otros comercios del barrio desaparecidos, como la Cafetería Dominó o la Alimentación Nieto, situados ambos en la Corredera de San Pablo.

El Palentino reabrió hace un año, aunque con una propuesta gastronómica que poco tiene que ver con su pasado, más allá de mantener el nombre, algunas alusiones en la decoración y guiños en una carta con precios que hubieran impresionado al propio Casto. En este caso se conservó el recuerdo, lo que no ocurrió con decenas de bares que han ido cerrando en Malasaña en los últimos años y que se perdieron para siempre: el Lozano, el Prado, bar Noviciado, La Pepita, O Compañeiro, el Chamizo, Boñar de León, Farmacia de Guardia, Dominó, Mesón Andino, Hermanos Campa. El Sidi será el último en sumarse a esta lista.

Casto y El Palentino serán recordados por sus pepitos de ternera, sus sandwiches mixtos, sus precios bajos y sus cientos de miles de cañas bien tiradas. También por un videoclip de Manu Chao y por la película El bar de Álex de la Iglesia, director que supo captar la esencia de su variopinta clientela en un largometraje estrenado hace tres años.