El Orgullo Crítico, con mensaje antirracista: “Los discursos de odio de las instituciones legitiman el racismo estructural”
“Estamos en un momento y una coyuntura política, social y económica en la que debemos aunar fuerzas”, afirman desde la plataforma Regularización Ya. Surge como movimiento estatal autoconvocado de colectivos y organizaciones por los derechos de las personas migrantes. En plena lucha por su justicia social, parten este 28 de junio, de la mano del Orgullo Crítico, por el barrio de Carabanchel, y hacen un llamamiento a la ciudadanía para unirse a su lucha.
“No hay que invisibilizar nuestras diferencias, sino hacer fuerte cada cual. Debemos localizar los privilegios y opresiones que tiene cada una y, a partir de ahí, ponernos en común. Que esas diferencias nos permitan sumar fuerzas y estar juntas para lo que se venga, que posiblemente sea muy tocho”. Así lo relata Tatiana, que forma parte de Orgullo Crítico, 1º de Mayo Interseccional y de la plataforma de Encuentros Bolleros.
“Sin papeles no hay Orgullo”, reza el cartel de la convocatoria de este año. Su base, Regularización Ya, parte de una iniciativa anterior. Durante la pandemia, varios estados de la UE regularizaron a personas por lo crítico del momento pero, ante la ausencia de movimiento del Estado Español, no se pudo concretar nada. Se tomó la decisión de poner en marcha una Iniciativa Legislativa Popular, se conformaron los comités territoriales que se encargaron de empezar a moverlo (desde Valencia, pasando por Cataluña, Madrid, Extremadura, Andalucía, Asturias...) y la gente, tanto personas como asociaciones, se fue sumando.
Necesitan alcanzar 500.000 firmas para poner en marcha la iniciativa de ley. No llegan aún a las 300.000, pero pretenden completar esa casi mitad que les falta para presentar la propuesta de ley por la regularización de las personas migrantes. Es algo que Tatiana recalca a propósito de la presencia del movimiento en la manifestación de este martes, e insiste en que todo aquel que pueda se preste a firmar por la ILP (también disponible para firmar online desde su plataforma).
¿Cuáles son los principales inconvenientes con los que os habéis encontrado en el proceso?
Por un lado, con el racismo imperante en el Estado Español. Existe un racismo en la base estructural que, por tanto, es institucional y te pone muchas trabas. Por otro lado, la población no termina de entender la importancia de regularizar a las personas. Se sigue teniendo este imaginario absurdo de que las personas migrantes quieren aprovecharse de los beneficios del Estado, cuando, en realidad, es todo lo contrario: lo que estamos pidiendo es que se le den derechos a personas que ya están cumpliendo con obligaciones estatales. Esa imagen del inmigrante que pretende aprovecharse de ayudas o a quitar el trabajo.
Estamos inmersos en un clima creciente en discursos de odio, racistas y con una xenofobia muy grande que está volviendo a los discursos de los años 80, que ya estaban bastante controlados. Y ahora volvemos a esos que estaban desde el asesinato de Lucrecia y la llegada más masiva de migrantes al Estado Español. Se está volviendo ahí y es un problema, vienen discursos de odio desde las instituciones y legitiman el racismo estructural que, de por sí, ya existe en la sociedad.
Y este año vais de la mano con el Orgullo Crítico, ¿habéis colaborado en este marco antes?
El movimiento de Regularización Ya surge, como tal, este año. En este sentido no se ha colaborado, pero sí que estuvimos presentes en el primer orgullo después de la pandemia, el Orgullo Crítico de 2020, porque fue justo cuando se estuvieron haciendo las manifestaciones en las afueras del Congreso. El Orgullo Crítico tiene una trayectoria antirracista cada vez más implicada. Hace diez años, en esta fecha se salía a las calles con el eslogan “con fronteras no hay Orgullo”, y este año salimos diciendo “sin papeles no hay Orgullo”. La derogación de la Ley de Extranjería es algo que el Orgullo Crítico lleva pidiendo desde su nacimiento, década atrás.
Siempre ha habido personas racializadas en este colectivo, siempre ha habido cercanía con la lucha negra, pero las bases populares del movimiento antirracista y su creciente potencial político han empujado al Orgullo Crítico y muchos movimientos de base, mayoritariamente blancos, a hacer suyas las demandas de Regularicón Ya y los derechos para personas migrantes.
¿Cómo surgió el desarrollo y la organización de cara a este año?
El Orgullo Crítico es una plataforma que se reúne unos meses antes del 28J. Está formado por personas militantes de otros colectivos, por eso es una plataforma: es un colectivo de colectivos, donde ya veníamos trabajando de la mano de esta iniciativa. Cuando nos reunimos, todo es bastante más sencillo porque lo venimos trabajando y es bastante urgente. No nos imaginamos un orgullo sin esta reivindicación cuando nuestras compañeras migrantes están teniendo una batalla social, administrativa y burocrática, porque aunque la ley sea vinculante ya sabemos lo que pasa en estos casos, que debemos acompañar.
¿Habéis tenido problemas por la presencia de la Cumbre de la OTAN en Madrid?
Normalmente el Orgullo Crítico es en el centro madrileño. Este año, cuando lo solicitamos a la Oficina de Gobierno, nos ofrecieron el 1 de julio por esta misma Cumbre, pero no tendría sentido. El Orgullo Crítico se caracteriza por ser el 28J, día en el que conmemoramos las revueltas de Stonewall. También nos avisaron del despliegue policial, así que, como teníamos el segundo plan de ir a algún barrio, decidimos ir a Carabanchel. Hubo que reunirse con ellos, negociar, cuadrarlo todo, fue muy complicado y atropellado.
¿Por qué se ha elegido Carabanchel para la manifestación?
Carabanchel es un barrio obrero que tiene mucha relevancia en Madrid. En el cercano Aluche se encuentra el Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid (CIE), también se encontraba años atrás la Cárcel de Carabanchel donde se albergaba a los presos políticos del franquismo hasta entrados los años 80. Es un barrio que está empezando, además, una centrificación que están viviendo zonas de Lavapiés y Vallecas, y nos parece importante retomar los barrios, ocupar y visibilizarnos en las llamadas periferias.
Son los barrios a los que se nos han lanzado como personas precarizadas, tenemos que decir que las transmaribolleras estamos precarizadas. Son nuestros barrios, apostamos por ellos, hacemos vida en ellos y nos parece importante que no se centrifique como ha pasado en otras zonas.
¿Qué recepción esperáis de parte del colectivo en cuanto a la lucha LGTB antirracista en su manifestación?
La regularización inmediata sin condiciones del Estado Español, la derogación de la Ley de Extranjería, el cierre de los CIES, verdaderas políticas antirracistas que transformen las instituciones. Es decir, trabajarnos una cultura verdaderamente antirracista para ir desgastando el racismo institucional que existe aquí, y luchar contra las opresiones del colectivo LGTBIQ+, así como la necesidad de que la Ley Trans Estatal incluya a personas migrantes. Porque la propuesta de ley que existe no las incluye y estamos nuevamente reproduciendo esta xenofobia al excluirlas. Que incluya a menores y que sea una ley que ponga medios para que se lleven a cabo. Recuerdo la Ley de la Memoria Histórica cuando la hizo Zapatero, no se contaba con presupuesto.
También apostamos por más presupuestos sociales, estamos preocupadas por la sanidad pública, que no se quite esta sanidad universal. Ayuso acaba de cerrar 10 centros de atención primaria, nosotras somos quienes vamos a esos sitios. A nuestras compañeras migrantes se les quiere quitar el derecho a la sanidad si no están en una situación regular, y si están en situación regular con familiares recién llegados, estos últimos no pueden acceder a ella. Que esta sanidad universal garantice los derechos de las personas LGTB, el fin de la violencia obstétrica, que garanticen el derecho de las personas trans y su reasignación de género, si así lo quieren.
Es todo integral. Cuanto más recortan, más afectadas estamos todas y, por supuesto, las más afectadas son las que cuentan con situación irregular, que no tienen ni forma de ir a la comisaría. El odio fascista provoca más ataques homófobos, tránsfobos, provoca que se tenga que ir a comisaría a denunciar en más medida, la violencia está más encarnada y nosotras nos volvemos más vulnerables. Las LGTB migrantes están desprotegidas.
¿Por qué es necesaria una manifestación del Orgullo Crítico, frente a la manifestación del Orgullo estatal?
La diferencia más grande es que no hacemos negocio con nuestras orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género. No nos patrocina nadie. He visto el cartel de la estatal y me he quedado asustada: son unas manchas de colores y el resto son marcas, es un escaparate. Nos parece una hipocresía utilizar marcas que a lo largo del año nos violentan constantemente, nos precarizan. Hay explotación laboral de manera comprobada porque hay reglamentaciones que se sabe que no respetan. De pronto, una vez al año, todo se pinta de arcoiris. Es un pinkwashing que no nos representa. Así como la presencia de partidos políticos, no queremos manifestarnos con ellos porque no es la lucha que hacemos: somos un movimiento de base, desde abajo, horizontal, a la izquierda. En ese sentido, no nos vemos marchando con políticos.
Por otro lado, sí somos una fiesta y celebramos desde la rebeldía alegre. Pero no somos un día para emborracharte, estar un día por el centro de Madrid gastando muchísimo, consumir ni reproducir las bases del capitalismo. No hay un día tampoco para permitírnoslo, somos personas LGTBI todos los días. El 28 de junio es el momento en que nos reunimos, cogemos fuerza para seguir siendo lo que somos durante el resto del año. No es una única fecha, y el estatal sí lo es. Además, es una marca que participa directamente en el capitalismo. Y este capitalismo no es el sistema que queremos.
¿Qué inconvenientes destacaría del desarrollo de la propia manifestación del Orgullo Crítico?
Creo que del Orgullo Crítico podemos pulir más la diversidad, incluso, dentro de nuestro colectivo. Comprometernos verdaderamente con la accesibilidad y el anticapacitismo es muy importante, las compañeras FRIDAS siempre se manifiestan con nosotras y estamos muy contentas. Pero hay que ir un paso más allá. También vienen peques trans de Euforia, pero hay que cubrir y proteger más las infancias LGTB y las familias heterodesidientes. Dejamos de lado estas infancias y es muy importante que se sientan bajo nuestra protección, estas infancias LGTB son personas muy vulnerables.
0