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Manuel Vilas: “Somos 500 millones de pobres”

Manuel Vilas: hacer del español una lengua de cultura es tarea de Rajoy

Elisa Reche

Murcia —

Escuchar a Vilas se parece mucho a leer su prosa, poesía o estados de Facebook. Su voz -real y poética- es peculiar e inigualable. Tiene una cadencia rítmica que acompaña con sonoras carcajadas. Manuel Vilas es un hombre con sentido del humor y sentido crítico que esta tarde presentará `América´ en la librería Educania a las 19.30h acompañado de Manuel Moyano.

En `América´arrojas una mirada bastante desprejuiciada a Estados Unidos, lejos del cliché que ha proyectado mucho tiempo la izquierda en España.

El antiamericanismo de la izquierda rancia española creo que nunca ha entendido Estados Unidos. En ese sentido, siempre digo que la izquierda española debería ocuparse de enriquecer a la clase media, como ha hecho Estados Unidos, y no de enriquecerse a ella misma.

Yo soy un escritor desprejuiciado para absolutamente todo. Sólo digo lo que veo, lo evidente, dos y dos son cuatro. Yo lo que veo es que la clase media americana compra más cosas y puede hacer más cosas con sus hijos que la clase media española. Esto es el resultado final. La clase media americana manda a sus hijos a universidades extraordinarias, privadas o públicas, y la clase media española manda a sus hijos a universidades hundidas. Pongo la universidad como ejemplo. Simplemente hago fotos de cómo están las cosas en un sitio y en otro.

Es un libro muy comparativo, en realidad comparo cómo es la vida americana y la española. Alguien tiene la culpa de que la clase media española esté empobrecida y probablemente no sea solamente la derecha. Es muy fácil echarle de todo las culpas a la derecha.

Es llamativo que en el libro tienes un presentimiento de la victoria de Trump cuando los medios de comunicación, tanto estadounidenses como internacionales, ni se lo imaginaron.

Es una especie de clarividencia que tengo de mi madre, que también tenía ese don. Me di cuenta de que había algo raro, estaba en el ambiente. Eran como presagios oscuros y era una cosa emocional, no real, probablemente irracional. Está en el ambiente del mundo, una especie de voto desquiciado. Yo le llamo el voto catastrófico, que no se dice al encuestador y ese es el problema, que nadie lo detecta. Nadie le dice a quienes elaboran las encuestas que va a votar por el caos [Risas].

Vi presagios en Estados Unidos –lo cuento en el libro-, como cuando un homeless anglosajón me dijo en Filadelfia que iba a votar a Trump para echar a los chinos de su país, pensando que eran la causa de su desgracia. Estaba enfrente de la casa de Whitman y me dijo que Whitman era chino y me preguntó si yo era chino [risas]. Me han llamado de todo, pero chino no sé. Es que es frikilandia el país también.

En el libro denuncias de forma muy contudente el maltrato a la literatura y los escritores en España.

Profesionalmente el escritor en España no tiene asidero. Ahora he visto que han estado preocupándose por la cuestión legal, qué tipo de autónomo es un escritor, empezando por eso. Cómo es posible que un país en el que nació y vivió Cervantes no se ha preocupado ni de aclarar la situación laboral y fiscal de los escritores españoles, sin entrar en si España se trabaja por la cultura o se ponen los mimbres necesarios para el estado cultural.

Es un país de escritores aficionados, es decir, que la profesionalización en España ha sido una cuestión pendiente. Y no hablo de los bestselleristas, que éstos no escriben la historia literaria de España. La historia literaria de España la escriben los escritores pobres, los muertos de hambre, como Valle-Inclán [risas]. Es un país que maltrata a los escritores.

En EEUU los escritores tienen un lugar en la universidad enseñando.

La escritura creativa está integrada en la universidad. Allí los másters de escritura creativa forman parte de los estudios universitarios del sistema americano. En Estados Unidos, en general, las oportunidades que da a los escritores en español son gigantescas. Se me vienen a la cabeza Ricardo Piglia o Ángel González, que estuvieron en universidades americanas. Hay puestos de trabajo de buena consideración profesional para los escritores en Estados Unidos.

Aquí sólo lo hay para los filólogos catedráticos, sin embargo hay una demanda porque la gente quiere aprender a escribir, no quiere que le cuenten la última tontería del Poema del Mío Cid en la Facultad de Filología. Por eso Filología se ha hundido porque quién quiere ir a que le cuenten interpretaciones historicistas del Poema del Mío Cid. ¿Dónde se enseña a escribir en España? Ahora en las escuelas de escritores. Esa demanda existe en España y la está cubriendo a nivel privado las escuelas de escritores.

En Estados Unidos el español es la lengua de los ciudadanos de segunda.

El tema del español está protegido en las universidades y vive en sus burbujas. En este momento son 50 millones de hablantes de español en Estados Unidos, pero, claro, es una lengua que Trump quiere perseguir. Y la puede perseguir porque puede, y puede porque no se ha convertido en lengua de cultura. Es biológicamente potente y demográficamente poderosa, pero falta que haya ciencia y tecnología en España. Si hubiera esto, Trump no podría luchar contra ella y el bilingüismo tardaría poco tiempo en llegar al país.

Y de ahí el problema, aunque no creo que este Gobierno ni se entere de cuál es el problema [risas] porque hay un triunfalismo vacuo `ay es que somos 500 millones´, pero somos 500 de millones de pobres, anormal. Sobre todo a la derecha se le hace la boca agua con esto, ¿pero han visto los 500 millones que somos? Para que la lengua de los 500 millones se convierta en importante tiene que haber investigación científica, tecnológica y empresarial en español.

Por eso ocurre que cuando estás en Estados Unidos los camareros cuchichean en español y tienen miedo que esa lengua les remita a su origen vergonzante mexicano, que es la lengua de los pobres. Parece ser que esto no lo dice nadie en España. Aquí el español no lo siente, pero cuando llegas allí lo ves cuando hablas en voz alta en un bar y llamas la atención de los latinos, que quieren esconder la lengua vergonzante.

Un escritor ha de ver, observar y es lo que hay allí. Estas cosas no se verbalizan porque son incómodas, son políticamente incorrectas, yo qué sé, el director del Instituto Cervantes no lo va a decir o Luis María Anson, que se le hace la boca agua diciendo que es la lengua de Cervantes o Benito Pérez Galdós, pero con eso no basta. Es lo típico de la derecha española, que habría que decirle que se dejaran de alharacas vacías que remiten a lo más rancio de la historia de España. Me duele mucho porque es hacer las cosas mal.

En el libro también comparas el entierro de Victor Hugo en el siglo XIX con la reciente muerte de David Bowie.

Ese potencial que tenía la literatura del XIX se ha pasado por transformaciones de nuestra sociedad se lo ha acabado llevando el pop. Hago la transposición de que la muerte universal de David Bowie es como la muerte de Víctor Hugo en el XIX, un fenómeno universal.

Hay un canon de la belleza pop que es muy drástico y que cumplen perfectamente los iconos del pop y uno es la delgadez [risas] de Bowie, de Mick Jagger o de Bob Dylan. Son cánones de belleza física que contienen belleza moral, si Bob Dylan estuviera gordo no le hubieran dado el Premio Nobel.

El pop es muy drástico en eso, no hay belleza moral si no viene acompañada de belleza física. Pasa igual en el cristianismo. Todos los cristos y toda la iconografía cristófilo está basada en que Cristo medía un metro ochenta, estaba delgado y era guapo. Mira el Cristo de Velázquez, es la perfección física, y es absolutamente pop. Mira lo que le pasó a Elvis, fue la degradación de su cuerpo, o sea, la historia de destrucción de Elvis fue exhibiendo la destrucción de su cuerpo en público.

¿Esas exigencias de belleza también se aplican a los escritores?

Por ejemplo, Knausgard el noruego es guapísimo. Imagina un tipo feo que cuenta su vida. Un tío delgado, guapo, altísimo puede contar todas las barbaridades que se le ocurran. Imagínate que tuviese aspecto de pajillero.

De hecho, muchas escritoras jóvenes se quejan del cansancio que tienen de que estén más pendientes de su físico que de su literatura.

Es para quejarse, pero también les pasa a los escritores. Obviamente para las mujeres ha sido más sangrante porque lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo, pero son cánones de belleza occidental que les tocan a todos.

¿Prefieres que se te identifique como un hombre guapo o un buen escritor?

Eso lo he escrito estos días en Facebook. Más me vale que sea guapo porque lo demás te viene por añadidura

¿Sobre qué tema conversarías con Dios hoy?

Hoy hay un tema importante en el mundo y es cuando dijo Trump que la inmigración es un privilegio. Estamos viviendo un tiempo muy oscuro y estamos viviendo otra vez el exhibicionismo de las peores actitudes políticas del mundo. Políticamente se está legitimando el rechazo y la xenofobia, y esto es lo que está ocurriendo.

¿Y puede llegar a Europa?

Europa es la isla en estos momentos. La Unión Europea (UE) es el enemigo político, moral e ideológico de Trump porque es la construcción de un estado social con pensamiento social y progresista y donde la gente vive como en Estados Unidos. Esto es lo que Trump no soporta. En la UE la clase media vive igual o mejor que en Estados Unidos y no hemos necesitado ningún populismo ni ninguna fanatización política. Entonces la ecuación de Trump se mide con la Unión Europea. Por supuesto va a despreciar a Francia y Alemania en tanto en cuanto consigue los mismos niveles de bienestar en Estados Unidos sin necesidad de políticas violentas de marginación y rechazo al inmigrante.

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