En estos días nos estamos jugando en la Región de Murcia la continuidad de un gobierno conservador, alimentado por los pactos con el partido ultraderechista Vox, o un cambio en la deriva que tomó la Región de Murcia hace ya tiempo con las políticas del PP. El nuevo panorama tras las elecciones dejó abiertas dos posibilidades: regeneración o continuidad.
Hace dos días, mientras tenía lugar la investidura fallida del Presidente en funciones Sr. López Miras, el Colectivo GALACTYCO, junto a otras asociaciones amigas: Vihsibles, NotePrives, Paro Internacional de Mujeres Cartagena, Memoria Histórica y miembros de UGT y de CCOO, así como diputadas y diputados de PSOE y Podemos, que se suman a nuestras reivindicaciones, nos concentramos frente a la Asamblea Regional. Nuestro mensaje fue claro: “Con nuestros derechos no se negocia”. La investidura no tuvo éxito, Vox quiere más, quiere que Ciudadanos se rinda a sus pies.
El partido homófobo y machista que hoy ocupa cuatro escaños en nuestro Parlamento pretende ser tenido en cuenta no sólo por el PP, de donde se ha fraccionado, sino que busca el reconocimiento del partido naranja para apoyar la investidura de López Miras. Esta última agrupación, que pretende nadar y guardar la ropa, nos ha pedido “confianza” a través de la Sra. Isabel Franco.
Confianza, una hermosa palabra que nosotros, los colectivos LGTBI, no podemos gastar como si nos sobrara. Son años de sufrimiento, de Historia, de Lucha y de Reivindicación. Años en los que tantas veces nos hemos visto abandonados, y una de esas veces ha sido durante la pasada legislatura en esta Región por parte del gobierno del PP y de su socio, Ciudadanos.
¿Confianza? Ciudadanos apoyó al PP cuando se reprobó a la consejera de Educación, Adela Martínez Cachá, por seguir las directrices del Foro de la Familia para suspender las charlas sobre diversidad afectivo-sexual, de género y familiar que se estaban impartiendo en algunos centros educativos, con consecuencias que aún estamos padeciendo. Ciudadanos votó en contra de una enmienda que presentó Podemos a los Presupuestos Generales de la Región para dotar de presupuesto al Observatorio contra la Homofobia, sin el cual no podemos avanzar para hacer de nuestra Región un lugar seguro para las personas gais, lesbianas, bisexuales y trans. Ciudadanos no ha exigido al anterior gobierno regional que cumpla con la Ley 8/2016 de Igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
El PP quiso sacar una Ley de Familias retrógrada en su contenido y absurda en su ideología, más cercana a la época en la que en este país sólo existían las familias del “baby boom”, a todo monocolor, sin mencionar siquiera la Diversidad Familiar y sus necesidades y categorizando el derecho al aborto como un “fracaso de la maternidad”. El PP regional, el socio prioritario de Ciudadanos.
El partido ultraderechista Vox, compuesto por lo más reaccionario de la población con derecho a voto, ha exigido una serie de medidas a López Miras que enrojecen a cualquier ciudadano o ciudadana con un mínimo de inteligencia, sensibilidad y sentido común (tampoco ignoramos que el candidato comulga con gran parte de esas medidas).
Podemos estar en desacuerdo con las políticas económicas, y en este sentido caben diferentes y razonables pactos, pero no podemos hacer amaños políticos que desvirtúan, empobrecen y menosprecian los Derechos Humanos, las conquistas del feminismo y las luchas y objetivos conseguidos del colectivo LGTBI.
Si “A” blanquea a “B”, “C” blanquea a “A”, y el resto nos quedamos callados y confiados, terminamos todos retrocediendo décadas en el desarrollo de los Derechos y Libertades que tanto nos han costado. Y francamente, no pasa desapercibido que aunque “los amigos de mis amigos no siempre son mis amigos”, Ciudadanos va a tener que comulgar con ruedas de molino apoyando a un gobierno PP-VOX tan comprometido con ideologías lgtbifóbicas, machistas e intelectualmente tan limitadas.
¿Qué hacemos con lo nuestro? Sí, eso, lo de la confianza. Me viene a la cabeza el cuento de la rana y el escorpión, con el que no me voy a extender al ser de sobra conocido. Y el anuncio de una famosa cadena de productos informáticos: “Yo no soy tonto”… Y es que, con quien pacta con mis enemigos, difícilmente puedo sentarme a tomar el fresco esperando que no me traicione.
No podemos entender que desde Ciudadanos, que se define a sí mismo como partido de centro, se escore tanto a la derecha en materia de asuntos sociales, de igualdad, de feminismos, de inmigración, de medio ambiente, de educación, apoyando a un partido que se difumina con su socio, Vox, nacido del fondo de sus votantes: los de HazteOír, los del Foro de la Familia, los de la UCAM (cuyo presidente definía a nuestras familias como “una abominación ante los ojos de Dios”) o los del recurso en el Constitucional contra nuestro derecho al matrimonio. Y todo ello sin despeinarse ni pedir perdón. Duele sólo escribirlo.
La confianza es algo que, una vez perdida, necesita reparo. Y la reparación no llega haciendo más de lo mismo. Votar a López Miras, votar PP, es darnos la espalda, Sra. Franco, entiéndame.
Hay más opciones, podrían contemplarlas. Eso sí sería un acto de reparación de la confianza. Y qué grande sería para nuestra Región un cambio radical de políticas que nos trajeran aires nuevos, que permitieran interactuar con el resto de nuestra geografía sin que nos miren de manera tan lastimosa por no ser capaces de saltar de siglo en lo social, en lo cultural, en desarrollo, en medio ambiente.
“La confianza del inocente es la herramienta más útil del mentiroso”, dijo Stephen King. Vamos a dejarlo de momento en “atención”. Permanecemos atentos.
Esta tarde, a las 19.00, volveremos a exigir que con nuestros derechos no se negocia y a gritar bien alto que no estamos dispuestos a dar ni un paso atrás.