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Miren Larrion (EH Bildu): “La mayor parte de nuestros votantes en Vitoria no creo que sean independentistas”

Miren Larrion

Iker Rioja Andueza

La doctora en ingeniería industrial Miren Larrion Ruiz de Gauna (Legazpia, 1969) es la candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Vitoria. También es una de las referencias de la coalición en el Parlamento Vasco desde 2016. Por trayectoria y discurso, representa a una nueva izquierda abertzale que incluso hace guiños a los no independentistas. Recibe a eldiarionorte.es casi de noche en su despacho después de una jornada de trabajo próxima a las 12 horas para una entrevista que acompaña con un té y que sólo se ve interrumpida por una llamada de móvil, en el que suena 'Havana' de la cubana Camila Cabello como melodía.

Prepara con denuedo su asalto a la Alcaldía de la capital vasca. Confía en ello. Ella lideró en 2015 la sinuosa operación política que acabó con el mandato del 'popular' Javier Maroto, que había hecho bandera de un mensaje de mano dura con las ayudas sociales, el fraude y los magrebíes. Larrion, sorpresa en las municipales de hace cuatro años al ser la segunda candidata más votada tras el del PP, posibilitó que fuera el tercero, Gorka Urtaran (PNV), el que asumiera el relevo con una coalición con los socialistas (que no apoyaron la investidura) y gracias al apoyo también de Podemos y de IU-Equo. Aquel fue el primer golpe para Maroto. El segundo ha llegado en las recientes elecciones generales, en las el que ha sido jefe de la campaña de Pablo Casado ha perdido el escaño de Álava en favor del candidato abertzale, Iñaki Ruiz de Pinedo.

¿Qué les diría a quienes le consideran a usted y a todos los cargos de EH Bildu “proetarras” o “escoria”?

[Silencio] Me cuesta casi contestar a eso. No sé ni siquiera si son las cuestiones pertinentes. Buscan un protagonismo de algo que no es real. No contestaría a eso. Me parece absolutamente extemporáneo.

Teniendo en cuenta que esta entrevista se publica para toda España, ¿cree que todavía hay gente que todavía puede pensar eso?

Pensar es libre, pero realmente casi diría que son 'fake news'. Si nos atenemos a toda nuestra trayectoria… Igual la gente que nos puede estar leyendo desde el Estado no sabe la ilusión que fue 2011 con EH Bildu, una auténtica apertura, la de ampliar unas siglas de la izquierda abertzale con EA, Alternatiba o Aralar, una formación abertzale que siempre se ha caracterizado por una declaración explícita de condena a todo tipo de violencia. EH Bildu rompe esos marcos y atrae a mucha más gente. EH Bildu es otra cosa. Quizás hay gente que no quiera verlo, porque no creo que hayamos fallado en contarlo.

¿Ha hecho lo suficiente la izquierda abertzale para distanciarse de ETA para que esto que explicaba se entienda bien?

Siempre podrá decir alguno que todo le parecerá poco y nunca estará de más dar más pasos. Hay gente que te dice también que eso está superado. En fin, creo que son muy diferentes las sensaciones respecto a las realidades. La izquierda abertzale responderá en su propio nombre, pero EH Bildu lleva demostrando mucho tiempo dónde se coloca políticamente y la importancia que le da a todas las víctimas, al acompañamiento de todas ellas. Referencias como las de Julen Mendoza [alcalde de Rentería] no se han dado en otros ámbitos.

Si fuera alcaldesa de Vitoria, ¿su ejemplo sería el de Julen Mendoza?

¿En ese campo? No tengo ninguna duda. Es el que más me gusta. Estuve con él y me hacía referencia a lo que duele a mucha gente los comentarios sobre su pueblo. Y no precisamente gente de la izquierda abertzale, sino todo lo contrario. Me refiero a lo que les dolió ver lo que hizo Albert Rivera del pueblo. Ha habido mucho dolor en ese pueblo causado por muchas cuestiones diferentes. Ha habido auténticos dramas. Ha ocurrido casi de todo. Pero es un pueblo que ha hecho una apuesta por dejar todo eso atrás, reconociéndolo y avanzando conjuntamente desde el reconocimiento al diferente. Ésa es la parte que más me guste: el avance entre diferentes.

Cuando Idoia Mendia previene al presidente Pedro Sánchez de que EH Bildu “no es de fiar”, ¿qué le parece?

¿Qué es ser de fiar?, le preguntaría yo a la señora Idoia Mendia. Es precisamente la persona que casi posibilitó que Maroto sí gobernara en 2015. Fue la que desdijo el acuerdo adoptado el viernes anterior de dar el voto a Gorka Urtaran. Al final, fue un cambio a última hora de Irabazi [IU-Equo] el que nos permitió echar a Maroto. En cualquier caso, aquello era electorialista. Nosotros hemos alcanzado acuerdos con ellos. Cuando Patxi López estaba en el Gobierno vasco y EH Bildu en la Diputación de Gipuzkoa se alcanzaron acuerdos. Ha habido políticas fiscales de común acuerdo de EH Bildu con el PSE-EE. Después incluso trabajamos la Ley de Vivienda. En política no me gustan esos descalificativos para ganar a corto plazo. Marcan una distancia mientras en el día a día sí se alcanzan acuerdos con ellos. La vía siempre es la de alcanzar acuerdos y más con fuerzas de izquierdas.

Menciona que EH Bildu lideró el desalojo de Maroto de la Alcaldía de Vitoria en 2015. Ahora le ha dejado sin escaño en el Congreso.

Hago una reflexión más amplia. Nosotros desde 2015 vemos en la ciudad de Gasteiz que esa mayoría progresista que se puede articular va tomando forma. Gora Gasteiz [plataforma crítica con el discurso de Maroto sobre las ayudas sociales y la inmigración] fue la manifestación más explícita de lo que quería la ciudadanía. Eso se reflejó en votos de forma que esa mayoría progresista, el bloque de EH Bildu, Podemos e Irabazi, alcanzó casi 40.000 votos. Maroto alcanzó 35.000 y el bloque de PNV y PSE-EE no llegaron a los 30.000. Hay una mayoría clara progresista que la volvimos a ver en las estatales de 2015, en las estatales de 2016 y que se ha vuelto a activar aquí ahora de forma que, todo Álava, una Álava que muchas veces se relacionaba con el conservadurismo, ha dicho precisamente que eso es lo que no quería. Esa mayoría progresista ha articulado la forma de decirle que no a la derecha más ultra.

Analizando los resultados de las generales en frío, a pesar de la euforia de la victoria sobre Maroto, EH Bildu fue cuarta fuerza en Álava y quinta en Vitoria, muy lejos de los resultados de las municipales de 2015. ¿Se ve con opciones reales de ser alcaldesa?

EH Bildu en Vitoria-Gasteiz en estos momentos es la segunda fuerza y la primera el PP. Somos la segunda fuerza.

O sea que el escenario que se dibujó el domingo no se va a reproducir en las municipales...

Parto de un hecho: nosotros somos la segunda fuerza en la ciudad con una primera fuerza cuya tendencia es a la baja. No me preocupo: somos la segunda fuerza aspirando a ser la primera. Las tendencias no nos dicen una cosa diferente, más con esa lectura más amplia de todo el bloque progresista. Ese bloque nos da la fuerza, con votos a unos u otros se está manteniendo en el tiempo. Ésa es la fuerza que puede posibilitar el cambio en la ciudad.

Citaba el conservadurismo alavés. EH Bildu tiene más opciones de gobernar en Vitoria que en Bilbao y en Donostia y, de hecho, lidera el Ayuntamiento de Pamplona. Álava y Navarra son en principio los territorios menos nacionalistas. ¿Qué ha pasado? ¿Qué tiene EH Bildu aquí que no tenga en otros lugares?

No me atrevería a decir lo que no tienen en otros sitios, pero puedo decir lo que creo que tenemos aquí. Aquí somos un reflejo de la evolución de la sociedad, somos una fuerza de izquierdas muy cercana a los movimientos populares. Vitoria-Gasteiz es una ciudad muy activa en movimientos populares, no sé si otras ciudades lo son tanto. Aquí el 3 de marzo es una fuerza en sí misma; el 8 de marzo aquí ha tenido una potencia que no sé si tienen otras ciudades; tenemos ese movimiento pensionista; las manifestaciones contra la Lomce tomaron unas características que no sé si han tomado otras ciudades; ... Esa ciudad tan viva conecta con nuestra forma de hacer política, que no se parece a la de los partidos tradicionales. Es salir mucho más allá de las propias siglas. Lo que hicimos en 2015 es algo que no se ha visto en política, por lo menos en los últimos años. Es la generosidad de poner la ciudad por encima de las siglas: siendo segunda fuerza no tuvimos mayor problema en ceder la Alcaldía como nos exigía el PNV para el desalojo de Maroto.

Lo de la ciudad por encima de las siglas también se lo he oído a Maroto…

Se pueden decir muchas cosas y luego se pueden demostrar o no. Y hablo de los hechos, las palabras, todas, son muy bonitas.

¿Si EH Bildu fuera primera fuerza, los demás serían tan generosos con ustedes y no les impedirían gobernar?

Si somos la primera fuerza, por ley electoral se tendría que articular una mayoría absoluta. Eso significaría un acuerdo del PNV con el PP para desalojarnos que yo descarto absolutamente. No le veo al PNV aceptando esos votos del PP para quitar a la primera fuerza.

Para ensanchar la base de EH Bildu en Vitoria, ¿de lo que se trata es de atraer a un votante no necesariamente independentista?

No se trata sólo de atraer el voto…

Estamos ante unas elecciones…

Sí, pero vamos más allá. Queremos ensanchar toda la forma de hacer política. Lo que estamos haciendo en Gasteiz está siendo referencia para EH Bildu incluso a nivel nacional. ¿Cuántas veces nos están nombrando? Es por la forma en la que trabajamos, tanto en la institución, con otras fuerzas de izquierdas o sacando los principales acuerdos políticos de avance del Gobierno, pero también con los agentes que están en la calle, la forma de traer aquí sus preocupaciones. Queremos transformar la ciudad. No pedimos el voto una vez, sino que nos acompañen en esa transformación.

Pero abriéndolo al no independentismo.

Evidentemente. La mayor parte de nuestros votantes aquí no creo que sean independentistas. No lo sé, no tengo todos los datos. Es algo que trasciende, somos un partido útil.

En 2015, usted dio un paso al lado y dejó que gobernara el PNV con tal de desalojar a Maroto. Si se repitieran las mismas circunstancias, ¿lo volvería a hacer?

Cuando nos preguntan si estaríamos dispuestos a apoyar a un partido que tiene menos votos que nosotros, creo que la respuesta es evidente. ¿Para qué? ¿Para no avanzar? Si tenemos un proyecto ganador, si somos la primera fuerza, creo que es nuestra responsabilidad coger esa Alcaldía con firmeza y transformar esta ciudad.

Su relación con Gorka Urtaran se ha enfriado. No han reeditado los acuerdos. Ha dicho de él que tiene un modelo “gastado”. ¿Se arrepiente de haberle aupado a la Alcaldía?

Estamos orgullosos de lo que hicimos en aquel momento. Nunca me arrepentiré de que ese movimiento social se transformase en decisión política. Si eso era lo que nos exigía el PNV en aquel momento, era lo que teníamos que hacer. Estoy orgullosa de haberlo hecho. Pero sí es cierto que, a partir de entonces, ha ido creciendo la desilusión con un alcalde que no ha sido capaz de llevar adelante los acuerdos. Eso es lo que ha enfriado la confianza. No tiene esa capacidad de liderazgo. No refleja ese cambio que quería la ciudad y que él se comprometió a llevar adelante.

Lo publicó 'Gara': ¿Es cierto que el PP, a última hora, les ofreció un cambio de cromos con la Alcaldía de Artziniega para frenar el relevo en Vitoria?

Sí, el PP no lo ha negado porque eso es cierto. Se produjo en el Parlamento. Fueron donde el responsable de EH Bildu en aquel momento [Hasier Arraiz] y se le hizo una propuesta. Pero nosotros sí somos personas de palabra. Cuando decimos que 'no es no', realmente lo mantenemos. Nunca se tomó en serio pero el PP sí hizo la propuesta.

EH Bildu apoyó la moción de censura de Pedro Sánchez. ¿Apoyará ahora también la nueva investidura?

No tengo ninguna duda de que estamos más cerca de ese escenario que de cualquier otro. Lo que no podemos hacer es cheques en blanco. ¿En cualquier escenario hay que apoyar la investidura de Pedro Sánchez? ¿Con Ciudadanos debería apoyarla EH Bildu? Si se confirmase lo que parece que ha votado la ciudadanía, que se acuerde con Unidas Podemos y se busquen otros acuerdos, estaríamos en un escenario más cercano. Es positivo que fuerzas de izquierdas busquen alcanzar acuerdos que mejoren la situación de toda la ciudadanía, no sólo la del País Vasco y la de Nafarroa, sino la de todos los pueblos de este Estado. En ese escenario estaríamos muy cercanos. Queremos mejorar la vida de las personas y en acuerdos que vayan en ese sentido estaremos.

¿Por qué sorprendió tanto el apoyo de EH Bildu a los últimos decretos de la legislatura?

Cuando decimos que queremos transformar la forma de hacer política, es también eso. Parece que cuando te sientas a la mesa a negociar, la gente siempre quiere algo. Nosotros no. Si algo es bueno para la gente, yo voy a votar que sí, como en Madrid con los decretos. Así debería ser la política, para mejorar las circunstancias de las personas.

El PNV les afea que den gratis los votos al PSOE mientras que ellos acreditan influencia y son capaces de traer “lentejas con tropezones”.

Yo estaré orgullosa de regalar votos si hacerlo supone mejorar las circunstancias de las personas. No me acaba de gustar esa política un poco de la derecha, ese 'me tengo que llevar algo para apoyar algo'. No creo en eso. El PNV, siempre que se sienta a la mesa, saca el '¿yo de aquí qué me llevo?'. En EH Bildu ganamos con lo que la gente gane, no con lo que gane mi partido.

Pero el PNV sigue siendo el partido más votado en Euskadi. ¿Será que la gente cree, por ejemplo, que esas transferencias pendientes del Estatuto que ha comprometido redundan en beneficio de todos?

Lo creerán. Pero, si el PNV fuera tan buen negociador, hace tiempo que tendríamos esas transferencias. Curiosamente no y nos las han prometido muchas veces. Pero, qué duda cabe, también consiguen cosas.

¿Ha visto ya la película del 3 de marzo de 1976 que se estrenó el 1 de mayo?

Sí, la he visto dos veces, en el festival de cine de San Sebastián y en el pase previo. Es una película desde luego recomendable. Las dos veces he sido incapaz de salir con los ojos secos. Toca algo que resuena mucho en todos los vitorianos. Hoy en día hay muchas cuestiones que se parecen. Aquellas huelgas tenían que ver con la absoluta precariedad en el empleo. Ahora vemos un empobrecimiento sistemático de las clases medias y de las clases trabajadoras y falta de futuro y perspectivas para los jóvenes. Verla te vuelve a reactivar la importancia de la lucha para cumplir con nuestros derechos. Sin luchar, los derechos no se dan.

¿Qué planes tiene para Errekaleor, el mayor barrio 'okupa' de España?

La vivienda es uno de los mayores problemas que tienen los jóvenes para emanciparse. Ésta es una ciudad con 10.000 viviendas vacías y 6.000 unidades familiares dadas de alta en Alokabide para buscar alquiler. Hay un grave problema. Y Errekaleor es un proyecto de una serie de jóvenes que buscan solucionar un problema real. Tendríamos que poner encima de la mesa formas para resolver el problema y Errekaleor no sería más que una variable más.

Pero, llegado el caso de que le corresponda como alcaldesa, ¿ordenaría el desalojo?

Lo que deberíamos lograr es que todo el mundo tenga acceso a una vivienda. Mientras eso no sea posible con viviendas vacías…

Pero es posible que llegue una orden judicial y que como mando máximo de la Policía local…

Pero eso es otra pregunta. A nivel político hay que poner encima de la mesa el problema de la vivienda y resolverlo. El problema que subyace es que hay demanda de vivienda y vivienda construida de sobra que no se está ocupando. Poner eso sobre la mesa es la prioridad. Luego, ante una resolución judicial, tendría los servicios jurídicos y bien asesorada haría lo que tuviera que hacer. En todo caso, Errekaleor empezó a funcionar con el PP, el PNV también lo ha permitido… Luego deberíamos hacer una reflexión global. ¿Somos capaces de articular proyectos y darles valor? Christiania en Copenhague, por ejemplo, le ha dado valor a la ciudad.

¿Hay que ampliar Mendizorroza, el estadio municipal en el que juega el Deportivo Alavés?

[Silencio] Hay que analizar la propuesta para ver si es necesario y, si es necesario, creo que hay muchas formas de hacerlo bastante mejor de lo que ahora está encima de la mesa. Estoy pensando en financiaciones como la de Donostia con Anoeta, en la que el Ayuntamiento no ha puesto un euro tal cual. Ha hecho aportaciones, pero sin un desembolso económico directo. Se pueden apoyar determinadas ampliaciones sin que suponga un gasto. Pero ahora lo que se plantea es que el mayor coste lo asuma un Ayuntamiento. Hay formas bastante más inteligentes.

La semana pasada salió un informe sobre el servicio de limpieza de todas las ciudades de España. En Vitoria, antes una referencia, se gasta más y la eficacia es menor. Esta semana se han conocido los nuevos pliegos del contrato de limpieza, el mayor de la ciudad. La solución parece ser más gasto aún.

Se ha tomado la peor de las decisiones posibles. Tenemos una empresa [FCC-GMSM/Viuda de Sainz] que sistemáticamente no ha cumplido, que ha dado un mal servicio, que ha amenazado a los trabajadores, que ha llevado a juicio al Ayuntamiento, ... Se resuelve con ellos el contrato y, en lugar de buscar la forma de que queden fuera de cualquier nueva opción dado su incumplimiento sistemático, se decide que tengan la opción de cobrar más. La mejor forma sería la remunicipalización del servicio. Abarataría el coste y tendríamos un mayor control del servicio. Estamos ante un modelo global que no funciona y que ocurre mucho más con las derechas, el de privatizar servicios rentables. Ésa es la apuesta del PNV. Me preocupa mucho esa relación de las grandes empresas con los grandes partidos políticos. Y lo relaciono también con Maroto. Si queremos de verdad renovar la política, determinadas relaciones entre empresas y los partidos se tienen que cortar. Porque probablemente Maroto no va a tener un cargo público pero puede acabar en una gran empresa de ésas que tienen relaciones con la política, aunque no sepa absolutamente nada del ramo. La política debe servir para mejorar la vida de las personas, no de los políticos.

Ustedes han denunciado en esta legislatura prácticas cercanas a la corrupción en esta contrata. ¿Podría dar más detalles?

Sí. Aquí no se recibe con la misma rapidez a los trabajadores que a los representantes de las empresas. Urtaran ha sido fuerte con el débil y débil con el fuerte. Nos toca ya esa regeneración. No hablo tanto de indicios directos de corrupción como de clientelismo o cercanía. Hay que ir rompiendo ya con esas dependencias con esas grandes empresas.

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