Uno de los anestesistas denunciantes de las irregularidades en las oposiciones activa un protocolo por conflicto laboral
Uno de los tres anestesistas denunciantes del fraude en la OPE del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha solicitado en los últimos días la activación de un protocolo interno para “situaciones de conflicto en el trabajo”, según ha confirmado el propio afectado a este periódico. Manoel Martínez, facultativo en el hospital del Alto Deba de Mondragón, ya venía denunciando desde hace tiempo las represalias que habían sufrido él y sus compañeros Marta Macho y Roberto Sánchez por sacar a la luz irregularidades en las oposiciones médicas de su especialidad y de otras categorías, un caso cuya investigación judicial ha empezado ya tras la resolución conocida esta semana de la juez de Vitoria Yolanda Varona.
Según explica Martínez, que ha visto reducida su jornada laboral hasta un 40 % tras distintos cambios en su contrato en los últimos meses, el hospital tenía una necesidad de personal en el servicio de Anestesia y, a pesar de haber solicitado su inclusión en las listas de interinos, en las que no había más candidatos, la dirección le “invitó” a probar suerte en el centro hospitalario de Mendaro. Otra de las denunciantes, Marta Macho, también ha visto modificada su jornada y también ha recibido el ofrecimiento de pasar a Mendaro. “Han intentado alejarnos”, denuncia Martínez, que interpreta que “claramente” viene motivado por su activismo contra lo ocurrido en la OPE.
El protocolo ante “situaciones de conflicto en el trabajo”, que no es el que se aplica ante casos de acoso, se regula a través de la Instrucción 2018-4 del Servicio Vasco de Salud, aprobada en abril del pasado año por la exdirectora general de Osakidetza, María Jesús Múgica. En ella se plantea la posibilidad de articular mecanismos de mediación para resolver el litigio aunque también hay tasado todo un procedimiento por el cual una comisión conoce el asunto, analiza la veracidad de la denuncia y, en su caso, plantea medidas correctoras.