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El expresidente del BBVA Francisco González niega que ordenara la contratación de forma opaca de Villarejo
El expresidente de BBVA Francisco González ha negado en un comunicado que ordenara la contratación de forma opaca de la empresa Cenyt, propiedad del excomisario encarcelado José Manuel Villarejo, en contra de lo que indica un informe de la Fiscalía.
González, quien ha anunciado que en los próximos día hará público un “detallado” comunicado de su declaración en el juzgado número 6 de instrucción de la Audiencia Nacional, afirma que en dicha declaración “dejó claro” ante el juez titular y los fiscales que no participó en la contratación de la citada empresa ni tuvo conocimiento de la contratación de la misma por parte de BBVA hasta mayo de 2018.
Según Francisco González, en la declaración también aclaró que “nunca participó” en la contratación de ningún proveedor externo porque esto correspondía a los responsables de las diferentes áreas e indica que fue “muy tajante” en su declaración al señalar que tanto el banco como él mismo desconocían las actividades que desarrollaban la empresa Cenyt o Villarejo y, por tanto, no puede atribuírsele “ningún tipo de responsabilidad sobre cualquier actividad ilegal que pudieran haber realizado”.
La Fiscalía Anticorrupción atribuye a Francisco González las órdenes para contratar al comisario en un escrito incorporado a la pieza 9 del caso Villarejo: “Como presidente ejecutivo del BBVA habría sido la persona que ordenase a los directores generales de los Servicios Jurídicos y de Riesgos la contratación de Cenyt a través del director de Seguridad Corporativa, así como a las áreas correspondientes el pago de dichos servicios a sabiendas de su ilicitud, todo ello al margen de las políticas de la entidad sobre contratación de proveedores, durante todos los años objeto de investigación”.
Declaración exculpatoria ante el juez
Según la grabación de la declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, a la que ha tenido acceso Europa Press, González reconoció que autorizó la contratación de una agencia de detectives, a propuesta de Corrochano [responsable de Seguridad], para investigar quiénes eran los responsables de Sacyr que querían hacerse con la entidad y cuánto representaban en acciones.
Sin embargo, el expresidente de BBVA asegura desconocer que se trataba de la empresa Cenyt, del excomisario Villarejo, como tampoco sabía si dicha empresa entendió que debía tomar acciones agresivas y desestabilizadoras. “Cómo voy a saber yo eso, si no sabía ni qué compañía de detectives era. Dijo (Corrochano) que era una agencia de detectives y nunca más se habló de esa agencia o de qué hacía”, ha declarado González.
Preguntado por si tenía constancia de que el banco contrató a una agencia de detectives para el cobro de morosos en el ámbito promotor, González ha reconocido que primero se contrató a una agencia, pero al no funcionar como se esperaba, se contrató a otra, si bien en todo momento ha asegurado desconocer de qué firma se trataba.
Además, negó que se le informara de los nombres de los promotores deudores del banco (Luis Portillo, Fernando Martín, etc.) que iban a ser objeto de seguimiento para la recuperación de la deuda, y explicó que sólo se le informaba de los bienes que se detectaban, como unos que se localizaron en Dubai, lo que se puso en conocimiento del juzgado. Según González, quien le informaba de estos pormenores era Eduardo Arbizu, exresponsable de Regulación y Control Interno de BBVA, no el responsable de Seguridad, Julio Corrochano.
Preguntado también si el responsable de Riesgos en España, Antonio Béjar, le informó en algún momento de estos asuntos, González contestó que despachaba con él unas cuatro veces al año, junto con otro centenar de directivos de la entidad, pero no recordaba que le informara de algo sobre este particular. “Yo empiezo a saber sobre la contratación de Cenyt en mayo de 2018. Todavía no me sigo creyendo ni la mitad de lo que ha salido en la investigación”, afirmó en su declaración.
El expresidente de BBVA también negó haber contratado a ninguna otra entidad para contrarrestar los ataques de Ausbanc y de su presidente Luis Pineda. Pineda reclamaba publicidad a las entidades y BBVA pagó 200.000 euros hasta 2007, frente al millón de euros que afirma que pagaban otras entidades.
En 2007 consideró que se le estaba sometiendo a un “chantaje”, por lo que dejó de pagar, a lo que Pineda respondió con una acción “brutal” contra el banco. En 2014 nació la idea de presentar una denuncia, pero nadie le planteó contratar a una empresa externa ni para gestionar la denuncia ni para investigar a Pineda o a Ausbanc.
González también relató en su declaración judicial que Arbizu contrató a Garrigues, que averiguó que se había contratado a Cenyt y se le habían pagado “diez u once millones de euros”, representando BBVA “el 80% de la facturación de esa compañía”, momento en que se encargó a auditoría del banco una investigación interna. No se informó de ello al consejo de administración, pues, aunque González era “partidario de informar”, Arbizu pidió “esperar un poco” a tener información veraz.
Asimismo, Francisco González también fue interrogado sobre servicios personales, como el muro de su casa de Guadalmina, que requería de un permiso al Ministerio del Interior. “¿Qué necesidad tiene el banco de pedirle a Redondo o a quién sea una gestión para tramitar un permiso?”, cuestionó González.
Respecto a otros asuntos investigados en este procedimiento, González afirmó que sobre el avión corporativo adquirido por el banco en torno al año 2005, él decidió no utilizarlo “para ningún tipo de uso privado”.
Finalmente, sobre su salida de la presidencia ejecutiva dijo que no tenía “nada que ver” con el asunto, pero la salida de la presidencia de honor lo achaca a “una campaña mediática enorme” que se hace contra el banco y contra él por intereses “muy poderosos”. Por ello, defiende que decidió dar un paso atrás temporalmente para “quitar presión”. “Era el paso más correcto”, añadió.
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