“La burocracia en forma de muro”: tres años esperando el ascensor prometido para tres alumnos con movilidad reducida

Los padres y los tres pequeños en su casa de San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

Fermín Cabanillas

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Marian Vaya y José Antonio Mesa, los padres de tres niños enfermos de Ataxia de Frederich, una dolencia degenerativa, han denunciado que la Junta de Andalucía no ha instalado un ascensor en el instituto de sus hijos a pesar de que la obra fue aprobada en 2021, lo que les hace imposible acceder a las plantas superiores del centro.

Marian, en nombre de ambos, asegura que “ya no podemos más” porque “tenemos que trabajar todos los días para que nuestros hijos tengan los mejores cuidados, y ahora nos encontramos con la burocracia en forma de muro”.

El asunto afecta directamente a sus dos hijos mayores. Carolina tiene 16 años, su hermano Daniel tiene 13, y el primo de ambos, Juan, 16, que también acude al centro y sufre la misma enfermedad. 

En 2021, la Agencia Pública Andaluza de Educación de la Junta aprobó la obra para que estos y otros niños con movilidad reducida en el IES Carlos Haya de Sevilla pudieran moverse entre sus plantas. Tres años después nada de sabe de la obra.

Marian, además, asegura que, ante la tardanza de las obras les han llegado a sugerir que cambien a sus hijos de centro. La Junta, por su parte, niega este extremo “desde todo punto” en declaraciones a elDiario.es Andalucía.

“Llevamos años de lucha”

Ante una situación que no avanza, Marian decidió este lunes publicar un vídeo en sus redes sociales para denunciar el caso. “Llevamos años de lucha con este tema y el centro mismo también. Dicho ascensor fue aprobado en 2021 y a día de hoy sigue sin ponerse. El instituto tiene varias plantas y muchas barreras arquitectónicas, tanto para ir a las diferentes aulas como para salir al patio, a la cafetería, al gimnasio”.

Actualmente, “las aulas de ellos están en la planta baja, pero cuando hay más casos se necesita una reubicación y no se puede. Actualmente hasta hay un aula compartida. ¿Entonces, qué va a pasar cuando llegue Hugo -su tercer hijo-?”, se pregunta.

La madre dice que la APAE es una agencia pública empresarial adscrita a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía cuyo cometido principal es la gestión de las infraestructuras educativas y los servicios complementarios de la enseñanza, señalando que la competencia corresponde a la comunidad autónoma y que tiene como misión dotar al sistema andaluz de educación pública “de un entorno físico, ojo y unos servicios complementarios, seguros, accesibles y de calidad, desde una gestión eficiente y socialmente responsable”.

“Ellos dicen que no tienen dinero y que de momento no nos van a poner el ascensor. Se supone que su labor está orientada en satisfacer a las necesidades de las familias y la educación de los andaluces y las andaluzas en igual de oportunidades. Y la verdad que con esto deja muchísimo que desear”.

El propio instituto, dice, ha pagado una valla con reposabrazos para que los niños puedan ir a sus aulas entre los pasillos “porque tampoco las ponían”.

El proyecto está redactado

Desde Educación se afirma que, para solventar inicialmente el problema, se ha distribuido a los tres afectados en la planta baja del instituto de modo que no tengan que subir escaleras, aunque esto complica que no puedan participar en actividades que se organicen en plantas superiores.

Sobre la colocación del ascensor, la Junta indica que “se ha redactado el proyecto y se está pendiente de los plazos para acometer la obra”, pero todavía sin fechas en el horizonte que se puedan concretar.

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