La RTVA suma ya tres años con un consejo de administración provisional

Este mes se cumplen tres años desde que caducó el mandato del consejo de administración de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA), sin que haya en el horizonte fecha para una renovación en la que todos los grupos parlamentarios coinciden en que debe afrontarse con una reducción de sus miembros, en un órgano que cuesta más de un millón de euros a las arcas públicas por ejercicio.

Pero más allá de este punto de coincidencia, las posiciones están muy alejadas, con el PSOE sin prisa para darle asiento en la RTVA a Podemos, mientras C's asume el daño colateral de quedarse también fuera por esta estrategia de sus socios de investidura y el PP aprovecha que, como los socialistas, copa el órgano. Sólo así se explica, por ejemplo, que haya una moción aprobada por el Parlamento de Andalucía, y de obligado cumplimiento, para emprender las reformas necesarias en la ley que rige la RTVA, sin que se haya avanzado nada en año y medio. 

Y mientras las distintas formaciones no se ponen de acuerdo sobre cómo cerrar una nueva composición con menos consejeros, lo cierto es que la realidad, contrastada por la experiencia de estos años, demuestra que el consejo de administración puede funcionar con menos gente de la que en su día se decidió por ley y permitió el reparto de los codiciados puestos entre los partidos, que reparten cuotas entre los suyos para puestos de dedicación exclusiva.

De este modo, de los 15 consejeros nombrados en 2008 (ocho a propuesta del PSOE, seis del PP y uno de IU) para un mandato de seis años, el órgano ha quedado reducido a 12 en la actualidad, después de que hace tres años dejaran de cubrirse las vacantes como se había hecho hasta el momento. Esto deja evidente que con tres menos puede funcionar perfectamente, mientras los grupos parlamentarios debaten si dejarlo en siete o en nueve consejeros.

La primera renovación que no se cubrió fue la del propio presidente del consejo de administración, el socialista José Moratalla, quien dimitió por motivos de salud y su relevo está “pendiente de la Mesa de la Cámara” desde abril de 2014. Posteriormente se produjo la dimisión de Esperanza O'Neill Orueta, consejera a propuesta del PP, quien dejó el cargo ese año y está también “pendiente” la renovación desde noviembre de 2014 la renovación. La última baja ha sido la del también consejero propuesto por el PP Jorge Moreno Osorio, quien dimitió en junio de 2015. 

Previamente se habían dado otras bajas que sí fueron cubiertas, como la de Pilar Ager Hidalgo en 2010, por la que entró Rafael Carmona y luego José Luis Rodríguez Domínguez. O la de José Luis Centella en 2012, que fue sustituido por José Luis Pérez Tapias y luego por Juan de Dios Villanueva. 

Se une a todo esto que la oposición quiere que la renovación del consejo de administración se aborde a la vez que la solución a otra interinidad: la de la dirección general de la RTVA, donde Joaquín Durán acaba de cumplir cuatro años en un cargo “provisional”. Y lo hace ya a punto de llegar a la edad de jubilación (tendrá 65 a finales de este año) y con la satisfacción de haber cerrado el último ejercicio con superávit, por primera vez en una década, en concreto de 396.044 euros.

La secretaria general del PP en Andalucía, Dolores López, resume así la situación: “El PSOE no ha movido un dedo para impulsar la elección de un director general, ya que la mayoría de dos tercios que exige la ley le obliga a negociar con nosotros, lo que una vez más trata de evitar a toda costa”.

Recientemente, en el congreso de CCOO en la RTVA, el primer sindicato de la empresa pública, se insistía en la necesidad de “transparencia” en las negociaciones que “se están llevando a cabo en los pasillos del Parlamento de Andalucía”, en referencia a que los distintos partidos han reconocido que han hablado del asunto. El nuevo secretario general del sindicato en la cadena, Joaquín Távora, insistía: “Urge que los partidos que están negociando nuestro futuro, informen cuanto antes de cuál es su modelo de radio y televisión y que cuenten con la participación de los trabajadores de la RTVA”.

El Consejo Audiovisual de Andalucía... también

En este contexto, hay otros órganos cuya composición depende del Parlamento de Andalucía y donde también está bloqueada la renovación. Empezando por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), donde también se promete una reducción de sus miembros, que son 11 en estos momentos. En este caso, el mandato caducó hace año y medio.

Y también el paso del tiempo ha llevado a un reducción por vacantes que no se han cubierto, en concreto, los puestos por la muerte de Isidro Cuberos y el nombramiento de Eugenio Cosgaya como director general de Comunicación Social de la Junta de Andalucía. De manera que, mínimo con dos menos puede funcionar sin que haya pasado nada.

Mientras, en la Cámara de Cuentas de Andalucía, la renovación de tres consejeros debería abordarse a finales de año, cuando expira su mandato: Carmen Iglesias, nombrada a propuesta del PSOE, Amelia Martínez (PP) y Javier Navascuez (IU). Precisamente uno por cada uno de los grupos que cuentan con representantes en este órgano, como en el resto, dado que cuando se nombraron eran los que conformaban el arco parlamentario. Y de nuevo, Podemos y C's no tienen asiento. 

Tampoco en el Defensor del Pueblo Andaluz, institución liderada por Jesús Maeztu no ha sido cubierta la vacante que en sus adjuntos dejó la salida del propuesto por el PP, Carlos del Barco, después de verse implicado en una investigación por una filtración a la prensa de información confidencial.