La devaluación de la libra anticipa el Brexit en el Campo de Gibraltar
La geografía humana del Brexit siente escalofríos. A este lado de la Verja y a escala andaluza preocupan los 14.000 trabajadores españoles en la Roca, los 80.000 residentes británicos en la Costa del Sol, en su mayoría procedentes del Reino Unido, más 2,5 millones de turistas de dicha nacionalidad que siguen viajando a Andalucía. En caso de Brexit duro, ¿servirán los cuatro memorándums de entendimiento acordados en 2018 y que se relacionan con los derechos de los trabajadores transfronterizos, medio ambiente y pesca, cooperación policial y aduanera, más el de tabaco y fiscalidad? De momento, el anuncio del Brexit provocó la caída de la libra y, con ella, buena parte del dinero que circulaba hasta entonces por el Campo de Gibraltar.
Si no ocurre un milagro, la comarca del Campo de Gibraltar volverá a asumir un grave perjuicio en materia de desempleo y perdida de negocio. De toda la zona, el municipio que presumiblemente va a resultar más afectado es La Línea de la Concepción. Por su cercanía al Peñón, ha conocido periodo de vacas gordas –la posguerra—y de vacas flacas –el cierre fronterizo de hace 50 años--. Ahora, se apresta a conmemorar en 2020 el 150 aniversario de su fundación, pero sigue teniendo miedo al futuro.
La falta de un mayor término municipal, la ausencia de respuesta a sus demandas históricas y un alto índice de economía sumergida muestran a las claras sus debilidades: “La Línea debiera ser objetivo del gobierno de España…. –titubea Juan Franco, el alcalde linense al frente de una formación independiente, La Línea 100%--. Si se le pregunta a cualquiera, estaríamos de acuerdo en que el principal objetivo es recuperar la economía real de esta ciudad y para ello sería necesario un giro a lo que se ha hecho hasta ahora. Siempre se han llevado a cabo políticas de hostigamiento contra Gibraltar. ¿Se ha pensado en políticas distintas? Si se hubiera hecho, aquí, al lado español de la frontera, habría un vergel en lugar de una sociedad cargada de problemas. En Gibraltar, la tasa de paro el 1 por ciento; en La Línea, es del 32. Hoy por hoy, antes del Brexit, no hay una diferencia de renta más alta entre dos ciudades vecinas en toda la unión europea”.
Algeciras y La Línea, a 20 kilómetros
A veinte kilómetros de distancia, en Algeciras, las cosas se ven de otra forma, aunque también existe una conciencia clara de que el Brexit va a perjudicar a todos: “La Línea y el Campo de Gibraltar constituyen una obligación del estado, lo han sido siempre”, recalca José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, en las filas del Partido Popular, que anteriormente le llevó a ostentar responsabilidades en materia de Exteriores y Defensa en el Senado.
“El Campo de Gibraltar ha estado abandonado antes de Franco, con Franco y después de Franco –lamenta a renglón seguido–. Nunca se ha hecho lo suficiente. Si nosotros, en Algeciras, que contamos con la renta per cápita más grande de la zona, nos quejamos, imagínese la queja en La Línea, donde no existe el sistema productivo que tiene Algeciras. Nosotros venimos reclamando que desde las diferentes instituciones se actúe con la sensatez e inteligencia suficientes para que seamos de una vez españoles y andaluces de primera. Y si encima se nos agrava esta situación con el Brexit, ya será el colmo”.
En pleno proceso de preparación para el Brexit, el anuncio por parte de la Junta de Andalucía de que abriría en Algeciras dos oficinas para resolver cualquier duda al respecto, entre la población local, ha provocado escozor en La Línea, o en la sociedad civil de la zona, como la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) que ha llegado a hablar por tal motivo, de «una tremenda y nueva discriminación» que ningunea a La Línea, el municipio más afectado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Esta asociación también se echa las manos a la cabeza al comprobar que no existe hoja de ruta alguna por parte del Gobierno central y de la Junta de Andalucía, sobre qué ocurrirá a partir del 31 de octubre: «Son miles los puestos de trabajo que están en riesgo, cientos las empresas que hacen negocios con Gibraltar y muchísimo el interés especial que tiene para La Línea y por supuesto para Gibraltar que las cosas no sigan como están».
Millones de libras en el aire
Las familias y los amigos se verán afectados por el Brexit. Pero la economía será el principal campo de batalla de ese proceso de ruptura en torno a la colonia británica. La Cámara de Comercio de Gibraltar encargó en 2009 al Catedrático John Fletcher de la Universidad de Bournemouth que llevara a cabo un análisis económico de las relaciones existentes entre Gibraltar y su Campo. El estudio se actualizó en 2015 y sus datos, que podrían haberse visto incrementados en el último cuatrienio, alertan sobre una interrelación económica que beneficia a numerosos campogibraltareños y que podría verse evidentemente afectada por el Brexit. Al margen de las exportaciones, el informe desvelaba como los trabajadores fronterizos españoles ganaron más de 102 millones de libras en 2013, de los cuales, “más de 65 millones de libras se gastaron en Andalucía, generando con ello nuevos ciclos de actividad económica”. Vox pide ahora sus nombres precisamente cuando están en peligro sus empleos.
El flujo económico a un lado y a otro de la Verja cuenta también con el gasto en territorio andaluz por parte de trabajadores de otras nacionalidades con trabajo en Gibraltar: alrededor de 54 millones de libras aquel año de referencia. A lo que se suma que los residentes de Gibraltar gastaron casi 73 millones de libras en compras, comida y otros bienes y servicios en Andalucía durante 2013, de los cuales, 46 millones de libras fueron gastadas en el Campo de Gibraltar. A todo ello, los gibraltareños con segunda vivienda en el Campo de Gibraltar gastaron más de 62 millones de libras en la economía española durante 2013, de los cuales, más de 40 millones se gastaron en el Campo de Gibraltar. Por más que se intente atenuar el impacto de un Brexit duro sobre las relaciones transfronterizas entre Gibraltar y su Campo, todo parece indicar que no sólo saldremos perdiendo en relaciones humanas.
Los datos están en cierta medida anticuados porque la libra sufrió una fuerte devaluación nada más iniciar el largo y sinuoso camino al Brexit. Hace unos días, el socialista Juan Lozano, flamante presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, viajaba a La Línea para apoyar la causa de su gobierno municipal y apelar al respaldo de todas las instituciones del Estado español, desde la Diputación al Gobierno central: “Esta situación nos preocupa, porque son muchos los trabajadores y trabajadoras que cruzan la frontera a diario y vemos cómo ya están sufriendo la devaluación de la libra, porque su poder adquisitivo ha bajado mucho”.
Esa caída de la libra no sólo afecta a trabajadores propios o extraños, sino al comercio. Y es una consecuencia prematura del Brexit. En 2018, según datos de la Cámara de Comercio de España, nuestro país exportó 1.585.356,13 euros a Gibraltar, a través de 466.501 operaciones. Resulta curioso como dicho flujo se ralentizó en el último trimestre del año cuando el Brexit de marzo agitaba los mentideros internacionales: del total exportado, 1.235 millones de euros corresponden a los ocho primeros meses del año. Gibraltar fue entonces, como suele ocurrir, el principal mercado de las exportaciones que se llevan a cabo desde el conjunto de la provincia de Cádiz, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Industria: 602,6 millones, un 41% más que en el ejercicio anterior. Entre enero y mayo de 2019, España ha realizado 208.581 exportaciones a Gibraltar, por un valor global de 619.822,31 euros.
“Tres años esperando”
Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque en las filas del PSOE, cree que la población está nerviosa por tan larga cuenta atrás: “Llevamos tres años esperando esas consecuencias negativas del Brexit. Ya notamos como se desplomaba la libra; eso hizo que los vecinos que trabajan en Gibraltar, que residen en los distintos municipios de la comarca, que viven en San Roque y cuando van a retirar las libras, perdieron entre el 15 y el 20 por ciento. Por lo tanto, ya está entrando una cuantía de dinero menor en la zona, que a los sanroqueños puede afectarnos en lo que se refiere a Sotogrande pero que se percibe en el total de la comarca”.
“Después de mucho tiempo –añade--, después de tres años, alertando sobre el peligro del déficit sólo hemos sacado en claro algún estudio o un consenso en el diagnóstico de la situación. Pero después de tres años vamos nuevamente tarde, pues si hay una salida brusca yo entiendo que podría provocar un receso en la economía de Gibraltar, una paralización que se trasladaría al resto del territorio y que supondría profundizar en esa crisis que lleva ya diez años instalada en nuestra comarca”.
Los presumibles retrasos aduaneros y fronterizos no sólo se cebarán con los 14.000 trabajadores españoles en el Peñón, que podrían verse afectados por la retirada de empresas de juego on-line y otros sectores de la economía local. También afectarían a mercancías de primera necesidad o al petróleo, que Cepsa –con una potente refinería en San Roque—abastece desde hace varias décadas al Peñón y que supone la mayor parte de las ventas que se realizan al Peñón. Se aproxima un laberinto de aranceles, certificaciones, homologaciones y nuevos impuestos que pueden hacer temblar a los contables de las pymes españolas y gibraltareñas que quieren seguir haciendo negocio a pesar del Brexit. Tanto la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar como la de Cádiz han realizado seminarios en torno al Brexit, dirigidos a quienes no pretenden tirar la toalla ante cualquier tipo de dificultades de esta índole: como pudieran ser retrasos en la recuperación del IVA o en la entrega de mercancías.
Sin corredor mediterráneo
En principio, no parece que vayan a existir problemas para los trabajadores españoles en Gibraltar, a la hora de percibir sus prestaciones por desempleo en los periodos cotizados en el Peñón. Y como no podía ser de otra forma, el sector bancario ya se ha cubierto las espaldas y se mantendrán los contratos de los servicios financieros prestados en nuestro país por entidades establecidas en Reino Unido o Gibraltar, de acuerdo con las medidas adoptadas por la Comisión Europea.
“Tiene que haber un programa específico del Estado para La Línea… La proximidad de Marruecos, el mayor exportador de hachis, provoca que algunas capas de la sociedad vean en el narcotráfico como una alternativa. Habrá que apostar por minimizar ese problema y al mismo tiempo auspiciar una economía sólida que ofrezca oportunidades para todos”.
Mientras que desde La Línea se ha intentado propiciar algunas soluciones con Gibraltar para fidelizar a algunas empresas on line, la posición de Landaluce ha sido a menudo beligerante con Gibraltar, sobre todo en lo que se refiere a los pescadores que faenaban cerca del Peñón en su día: “También busco proyectos en común, pero en igualdad; no es bueno cuando se hace en sumisión”, afirma Landaluce respecto a sus relaciones no siempre felices con Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar.
A su juicio, una muestra clara de la postergación de la comarca estriba en las complejas conexiones ferroviarias del principal puerto de la región con el resto de la Unión Europea, con vías decimonónicas, trenes antediluvianos y el corredor mediterráneo al ralentí.
“Las perdidas serán inevitables”
En febrero de este año, la revista del Real Instituto Elcano publicaba un artículo de Luis Galiano Bastarrica, de la Universidad de Sevilla y Máster de Estudios Económicos Europeos del Colegio de Europa (Brujas), en torno a los efectos económicos del Brexit en el Campo de Gibraltar: “El Campo de Gibraltar aparece más marcado que nunca por el fenómeno fronterizo: un Brexit duro o sin acuerdo, donde no se consigan asegurar los flujos de trabajo, capital y mercancías y se aumenten las barreras (tarifarias o no) al tránsito de los mismos generará importantes consecuencias negativas para la economía de la región. Las pérdidas por el Brexit serán inevitables, pero podrán reducirse considerablemente si se consigue una solución respecto a Gibraltar consensuada con los británicos”.
Ese es el párrafo inicial de dicho informe que abunda en que la proximidad geográfica hace posible que alrededor del 18,5% del Producto Interior Bruto de la economía del Campo de Gibraltar en 2013 se explicaba por la interacción con Gibraltar: “El empleo transfronterizo genera aproximadamente el 11% del empleo total en el Campo de Gibraltar y éste se concentra principalmente en el sector comercial, la construcción y la hostelería y restauración”.
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“Los efectos económicos del Brexit en el Campo de Gibraltar serían peores en un escenario donde no se permite en absoluto la libre circulación de factores productivos entre ambas economías (Gibraltar y el Campo) que en uno (escenario optimista) donde sí hay cierta libertad de comercio y movimiento de trabajadores”, admite Bastarrica, convencido de que sea cual sea la negociación posterior al Brexit, los efectos económicos negativos vendrían derivados de la pérdida de las cuatro libertades de mercado único, la de personas, bienes, servicios y capitales.
Desde su punto de vista, cabe esperar pérdida de empleo, de comercio y de dinero en circulación: “Estos efectos económicos negativos –añade-- permanecerán sea cual sea el resultado de las negociaciones, pero podrán reducirse si se toman medidas efectivas para asegurar la movilidad de factores productivos entre Gibraltar y el Campo. Un cierre de la verja por parte de España o una imposición de restricciones a la entrada en el caso de Gibraltar son medidas que perjudicarían a todos los actores implicados. Es necesario dejar atrás antiguos conflictos y buscar soluciones innovadoras que aseguren los flujos económicos existentes, mutuamente beneficiosos para ambas economías”.