Buscando los orígenes de Lola Flores en su barrio: San Miguel presume de faraona en pleno centenario
Lola Flores es la reina del barrio de San Miguel, con permiso de la Paquera. Ambas artistas tienen sendos monumentos en uno de los dos centros neurálgicos de Jerez, en esa dualidad que existe entre San Miguel y Santiago por ver cuál es la cuna del flamenco. Pero 2023 es el año de Lola Flores porque se cumple el centenario de su nacimiento y la ciudad jerezana se ha volcado recordando a “la faraona”.
En la calle Sol número 45 nació Lola Flores el 21 de enero de 1923. Esta casa pequeña, en blanco y amarillo albero, y en obras, hoy en día esa casa pertenece a un particular y el único rasgo que muestra lo especial de ese domicilio es que en la fachada hay una placa conmemorativa que informa de que aquella casa no es una más. El Ayuntamiento de Jerez querría que pasara a ser un edificio municipal, pero por el momento el dueño no se plantea su venta. “Lola se merecería dignificar la casa y estoy segura de que el propietario aprovechará este año para hacerlo”, afirma la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez.
La casa no alberga ningún museo, pero sí hay casi uno en la acera de enfrente. José Manuel Malvido es un fan de Lola Flores y en el garaje de su casa hay muchos objetos relacionados con la artista: “Todo lo que he podido recopilar sobre ella lo he ido guardando, como discos de pizarra que son complicados de encontrar”. Las puertas están abiertas y su esposa, Rosario, presume de haber sido vecina de Lola y de poseer un mantón que usó en su carrera. “Yo era vecina de ella y era una mujer muy sencilla. Siempre ha hecho muchas obras de caridad para los niños necesitados del Sanatorio de Santa Rosalía”, recuerda.
Varios coches de caballos pasan cada día por la calle Sol porque visitar la puerta de la casa natal de Lola Flores es un recorrido obligado para muchos turistas que esperan encontrar más símbolos en la ciudad. En primavera está previsto que se inaugure el centro de interpretación de la artista, pero no estará en San Miguel.
La plaza elegida para albergar el edificio está en el barrio de San Mateo y eso no le hace gracia a los vecinos de Lola. “El Ayuntamiento tendría que haber escogido alguna casa municipal para hacer el museo en su barrio, en San Miguel. A Lola le habría gustado más que llevarlo a otro sitio”, se queja María, otra vecina de la calle Sol.
“Tendré que volver”
Pero no todos tiene un buen recuerdo de la carismática cantaora. “Mi madre dejó de hablar bien de Lola cuando ella empezó a decir que era de Sevilla. Ella en las canciones hablaba de Jerez, pero después no presumía de ser jerezana. La historia la conocemos los del barrio”, cuenta Manuel.
Hay opiniones para todos los gustos. Pero igual que muchos turistas van a San Fernando buscando los orígenes de Camarón de la Isla y otros lo hacen a Chipiona para encontrar los inicios de Rocío Jurado, son muchísimos los que vienen a Jerez por ser la cuna de Lola Flores. Ingrid, una sueca de Estocolmo, se hace fotos en su monumento porque sabe lo que simboliza: “Soy una gran fan del flamenco y sé que Lola Flores fue una gran estrella de España. Tendré que volver cuando esté hecho el museo”.
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